Capítulo 31

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2 semanas después

Fue muy difícil para todos aceptar la muerte de Carlos, al principio el dolor parecía ser insuperable pero con el paso de los días aprendimos a aceptarlo y ahora es un hermoso recuerdo. Vid e Hil me ayudaron mucho a reconfortarme, iban a mi casa todos los días durante estas dos semanas y veíamos películas, Vid y mi madre se acercaron un poco mas lo que me alegraba mucho ya que así será mas fácil decirle cuando llegue la hora de contarle que Vid es mi novio.

Hay una realidad importante sobre nuestras vidas que todos debemos afrontar, nuestras vidas van a tener dolor. Especialmente si tienes una meta ambiciosa o si buscas desarrollarte vas a tener que enfrentar situaciones dolorosas en tu vida. Aunque no lo creas, somos muy afortunados de sentir este dolor ya que si lo canalizamos de la manera correcta, se puede convertir en el aprendizaje que necesitamos para progresar.

El error que muchos de nosotros cometemos está en la forma en la que interpretamos el dolor que sentimos en nuestras vidas. Personalmente, he vivido muchas situaciones donde la vida me ha dolido. He fallado, no he cumplido, he perdido relaciones, y no he actuado como la mejor versión de mi misma. Afortunadamente, a través de estos años he logrado entender una fórmula que ha cambiado mi vida radicalmente. Dolor mas reflexión es igual a progreso.

Como muchos de ustedes yo solía ver al dolor como algo negativo. Me frustraba no lograr mis objetivos, me enojaba al fallar, me decepcionaba de no haber actuado como la mejor versión de mi misma y no haber sido sincera con las personas que quiero en su debido momento. Lo que en esos momentos no entendía era que el dolor que sentía era una señal que había algo que tenía que aprender o algún aspecto de mi vida que debía de mejorar. No me daba cuenta que la única forma en la que yo podía superarme era a través de ese dolor, y ahora entiendo todo.

Hoy era un día importante en la escuela, estábamos con los preparativos para la graduación, el fin de año estaba cada vez más cerca y los exámenes para terminar la escuela estaba a la vuelta de la esquina, estaba emocionada por ayudar con la decoración y la coordinación, todos debíamos de poner un granito de arena ya que era para todos, aun había tenido la esperanza de que hicieran la graduación con el centro en donde estudia Vid, años atrás lo hacían juntos ya que es el mismo dueño, pero confirmaron que no lo harán juntos.

De igual manera espero que mi madre me de permiso de ir a su graduación, se acaban muy tarde y temo tener problemas para ir, aunque de cualquier forma tengo que ir, no voy a perderme ese momento por nada, yo seré la chica que este en su fiesta de graduación.

—Lleva estas cajas a la biblioteca Maddi—me indicó mi maestra de educación artística quien me extendía una caja

  —Claro—dije extendiendo las manos para tomar la caja, despertando de mi trance caminé junto a la biblioteca

La caja estaba abierta, tenía varias cintas, tijera, letras cortadas entre otras cosas. No presté mucha atención, todos estaban en clase a excepción de los de último año que estábamos preparando todo para nuestra graduación, a pesar de que era divertido podía distraernos de nuestros exámenes que comenzaban mañana.

Al llegar a la biblioteca estaba vacía, a excepción de encargado que estaba durmiendo sentando frente a la computadora seguramente aprovechando de que no había nadie a quién entregarle libros y a quién mandar a callar. Era un señor simpático con cabello canoso y algunas arrugas en la cara pero a pesar de eso tenía un ángel que lo hacia ver mas joven.

El aire estaba muy frío y temblé un poco, dejé la caja sobre la mesa más cercana y desee salir de ahí lo más rápido posible, me daba escalofríos de la biblioteca vacía, era como estar en una película de terror y que en cualquier momento iban a salir los libros volando. Ya me estoy volviendo loca, pensé

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora