Capítulo 21

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—Maddi ya es hora de irnos—me gritó mi madre desde abajo

—¡Ya voy¡—dije estresada

Habíamos quedado de visitar a mi madrina, desde que terminé con Jou hace ya mucho tiempo, solo había ido a casa de mi madrina una que otras veces pero no como antes. Carlos se volvía mas insoportable con el tiempo, pero aprovechando que está de viaje me pareció una buena idea acompañar a mi madre y despejar mi mente de todo lo que me había pasado últimamente.

Aquel día del escándalo en la escuela llegué a mi casa vuelta una furia en un mar de lágrimas, me acosté en mi cama mirando al techo pensando en lo que había ocurrido y como mi vida se había vuelto un desastre desde entonces. Bajé escaleras nerviosa, sabía que cuando llegara a casa de mi madrina, al ver la casa de enfrente de Jou sentiría mucha culpa ¿Estará ahí? hace mucho que dejamos de hablar y a pesar de que no terminamos muy bien los recuerdos permanecerán para siempre como una bonita historia, pero como toda historia, esta llegó a su fin.

Vid había llegado a mi vida a despertar todo lo que dije que ya no volvería a sentir no quería volver a sentir ese amor que me hiciera cometer locuras hasta el punto de alterar mi paz, de decir mentiras o de hacer lo incorrecto. Así que haría todo lo posible para ya no acordarme de todas las cosas malas que me habían pasado desde que lo conocí.

—Ya estoy lista, podemos irnos—le dije a mi madre que me estaba esperando impaciente en la puerta—Es un bonito sábado—mencioné al ver su cara de enojo

—Niña impuntual—me dijo y nos subimos al auto rumbo a casa de mi madrina

No sé por qué razón me afectó al escuchar eso, he estado sensible estos últimos días, me habría gustado tener un tipo de relación con mi madre en que pudiéramos hablar de todos mis problemas y que ella me entendiera sin juzgarme o pensar que estaba haciendo algo terriblemente malo. Por un momento me la imaginé preguntando por qué había tardado tanto por qué tenía esa cara si me pasaba algo, que ella estaría ahí para mí. Simplemente me dijo "niña impuntual"... Acaso no se veía? acaso no conoce lo suficientemente a su hija para saber que algo le estaba pasando desde hace ya mucho tiempo.

No hablé en todo el camino, el día estaba muy hermoso, tan hermoso como para ir a ver el mar, tan hermoso como estaba ese día que vimos el mar juntos a pesar de que ese día era de noche no se podía comparar hermosura. No tardamos mucho en el auto ya que mi madrina no vivía tan lejos, yo habría preferido ir caminando pero mi madre no quería.

Toqué la puerta y en unos pocos minutos mi madrina me abrió con una gran sonrisa, como siempre le di un abrazo, al menos ella entendía un poco más que mi madre ya que había tenido la confianza de contarle lo que me había pasado con Jou, pero no estaba lista para contarle los problemas que me había pasado últimamente con Vid. Cuando mi madre saludó a mi madrina y ellas entraron a primero no puedo evitar voltear y ver su casa, las ventanas y la puerta se veían cerrada y el carro ya no estaba parqueado, mi madrina se devolvió deduciendo lo que estaba pensando.

—Se mudaron hace más de un mes—dijo como si le hubiese preguntado—Pero el no había vu....

—Esta bien, ya no importa—la interrumpí no queriendo saber nada de Jou

—Vamos, les guardé slgo exquisito para comer—me dijo cerrando la puerta con una gran sonrisa

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Las horas me parecieron eternas en casa de mi madrina, luego de almorzar ella y mi madre se fueron a la terraza a hablar, yo me quedé con mi celular pero parecía un zombie viendo la pantalla. Me espanté cuando vi una llamada entrante de Hil.

—Holaa!— contesté un poco aliviada por librarme del aburrimiento que me consumía

—¿Dónde estás?, estoy tocando a tu casa y nadie abre—dijo un poco agitada

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora