Capítulo 27

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—Maddi ya te dije que iba a ir por tí—me dijo mi madre al otro lado de la línea telefónica

—Lo sé mamá pero quede de reunirme luego de clases con Hil y Vid para ponerme al día con las clases—le insistí mientras Vid me observaba conteniendo la risa a mi lado y haciendome muecas

—Te he dicho que no—contestó calmada sin ninguna intención de discutir

Vid me observaba curioso cuando mencioné a Hil también, pues habíamos quedado en que lo le hablaría mentiras a mi madre, pero yo como siempre tenía que mentir... Ese era mi gran error.

—Ya casi me voy a graduar mamá, no quiero reprobar—dije dándole una advertencia que en parte era real

—Bien, pero paso a buscarte a casa de Hil luego—contestó mi madre y me colgó antes de que pudiera contestarle algo

—Bien y entonces que dijo—me cuestionó Vid cuando terminé de hablar con mi madre y sentí una punzada en la herida del pie

—Si, pero que irá a buscarme a casa de Hil después—puse cara inocente para persuadirlo, era obvio que no le había gustado que le hablara mentira a mi mamá

—Entonces tendré que llevarte a su casa luego—se acercó y me dio un beso en la frente—No vuelvas a mentir Maddi, quiero hacer las cosas bien contigo

—Lo siento es que es...—ni siquiera sabia que decir

—Descuida, anda vámonos que mi madre nos guardó comida

Caminamos agarrados de la mano en silencio mientras se me escapaba una pequeña sonrisa. El ya le había dicho a su madre que yo iba a su casa sin ni siquiera haber confirmado que yo iría, al parecer estaba seguro de que iba a suceder. Tomamos el bus, llegamos más rápido de lo que pensábamos, pasé el camino recostada su hombro suspirando y pensando en como mi vida había cambiado en estos años y pensando lo ridícula que había sido cuando solo unos añitos menor, tampoco es que haya cambiado tanto.

La última vez que estuve en su casa casi perdemos el control, de hecho cada vez que estamos solos así lo hacemos. No sé que tenía ese chico que despertaba esa parte de mí que no quería despertar...Pero quién podría resistirse a esa actitud tan sexy y ese aspecto tan malvado, pues yo no.

El autobús no dejaba una esquina por lo que tuvimos que caminar un poco, ahorita estaba un poco fuerte y  el titileo de mis dientes se empezó a escuchar porque que moría de frío y pasó su mano sobre mi hombro aferrándome a él para darme calor yo pero yo solo sentía que me iba a derretir.

No estábamos tan lejos de mi casa por lo que temía encontrarme a mi padre o a mi madre pasar en el auto, o a la loca de mi hermana caminando ya que a veces le daban esos ataques de salir a dar una vuelta por el vecindario. Luego de que terminaramos de almorzar y comparir un poco con su madre debería volver a la casa de Hil donde mi madre creía que estaba.

No estaba tan lejos pero sí un poco alejada en comparación a la distancia en la que estaba mi casa y la de él por lo que sólo quería llegar a tiempo.

Sé que estuvo mal que mintiera, no tenía necesidad de hacerlo pero sólo si mi madre así mi madre me daría permiso considerando la situación de mi pie, aunque ya me sentía muchísimo mejor pues estando con él sólo sabían salirme sonrisas.

—¿Todo bien?—me preguntó Vid al ver mi cara

—Si...Todo bien—contesté intentando darle mi mejor sonrisa, pero no funcionó

—Mmm vamos dime—se detuvo delante de mi justo cuando acabábamos de llegar a la puerta de su casa

—Es por tu madre—otra vez mentí, estaba así por mi remordimiento—¿Y si no le agrado?

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora