Capítulo 19

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Entré a mi casa nerviosa, apenas podía caminar y subir las escaleras, me quedé muy preocupada por Vid. Pero mi objetivo ahora era que mi madre aún no hubiese llegado a la casa y que no me viera llegando a esta hora, dos horas después de la escuela. Aunque podría inventarle que me quedé hacer un proyecto pero no quería hablar mentiras ahora, estaba tan nerviosa que se me iba a notar.

Respiré hondo cuando entré a mi cuarto y había superado la prueba de fuego de subir las escaleras y pasar por el pasillo, cuando cerré la portada y voltee hacia mi cama y eché un grito de susto, ahí estaba mi madre sentada con las piernas cruzadas mirándome como esperando una respuesta, señalando su reloj de mano me dijo:

—Estas son horas de llegar señorita?

—Lo siento mamá, es que tuve que hacer un proyecto y me quedé sin batería en el celular para avisarte de que iba a llegar más tarde—la vieja confiable

—Si tu celular no tiene batería como dices, entonces por qué salieron las llamadas cuando te marqué—me dijo señalando su celular con 5 llamadas perdidas. Saque mí celular y las vi pero estaba en vibrador

—Ups! Estaba en vibrador... Mamá si no te molesta quiero descansar

—Está bien, pero que no se repita—no dijo nada más y sin mirarme salió cerrando la puerta a su paso

Corrí para ponerle seguro a la puerta, me quité el uniforme rápidamente y tomé mi celular para llamar a Vid, pero me di cuenta que en ningún momento nos habíamos intercambiado los número, pero que idiotas. Pero había dicho que vivía cerca de mi casa pero nunca me especificó exactamente por dónde. Pensé en escribirle a Hil para ver si por vía de su amigo sabía.

Le escribí pero no me contestó luego le marqué al celular y tampoco, no sabía a quién llamar ni quién de mis contactos lo conocía, aunque no tenía muchos contactos en realidad, momentos como estos odiaba ser un cero a la izquierda. No podía esperar hasta mañana para saber hacía dónde se dirigió con tanta furia pero tampoco tenía más opción. No lo conozco mucho pero si lo suficiente para saber que es capaz de cualquier locura.

El resto de la tarde me puse hacer una tarea, baje a cenar algo pero no tenía apetito, la angustia me estaba consumiendo, solo quería dormir y esperar el día de mañana para averiguar en la escuela lo que había pasado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

La mañana era fría en comparación con el día de ayer Traía puesto un abrigo pero aún así sentía mi cuerpo congelándose lentamente, no planeaba entrar a clases hasta que hablara con el, así que lo esperé en un banco cerca de la puerta de su centro.

Veía a todos cruzar, incluso vi a uno de sus amigos entrar y a otros más pero a el nunca lo vi, me comía las uñas de de los nervios, todos me miraban un poco extraño, claro, pues todos sabían del rumor que había entre nosotros y le estaba dando más de que hablar aquí sentada atónita esperando. Era la única del otro centro que estaba cerca de esa puerta así que eso hacía que me viera aún más extraña.

—Hey Maddi, vamos tarde a clases— escuché una voz a la lejanía hablándome—Qué haces aquí?— sentí unos golpes en el hombro y al reaccionar Hil estaba frente a mí, ni siquiera la había visto llegar

—Si... vamos— dije poniéndome de pie y caminando dirección hacia mi centro

—Qué te pasa que hacias frente a este centro, no acostumbras a estar de este lado—dijo Hil con cara curiosa y pícara—Ahhhh esperabas a Vid

—Te llamé y te escribí ayer pero no apareciste—dije ignorando lo que me había dicho, parecía un zombie caminando sin rumbo

—Lo siento mi mamá me castigó y me quitó el celular

—Ahhh

Cuando íbamos a entrar al centro me paré en seco, Vid estabas sentado en la cera, todo este tiempo lo estuve esperando y el me estaba esperando a mi.

Se veía cansado y con ojeras, como si no hubiese dormido en mucho tiempo, tenía el uniforme medio puesto, es decir algunos botones desabrochados. Su mochila se veía vacía junto a él y su pelo estaba mojado como que si se hubiese acabado de duchar, ese no era el Vid que había conocido, aquel chico deslumbrante que cautivaba todas con tan sólo cruzar hoy era un chico normal, más humano.

—Qué le pasa a Vid, está loco—me susurró Hil

—Entra y dile a los maestros que estoy enferma y no pude venir a clases—le dije al oído

—Esta bien, pero no te metas en problemas—me sonrió y entró mirando a Vid de reojo sin entender nada. Le debía una explicación

Cuando Hil desapareció de nuestras vistas el se levantó frente a mí y ambos sabíamos lo que íbamos a hacer, nos devolvimos y empezamos a caminar lejos del centro, esta vez no andaba en auto así que cruzamos a la parada del bus sin saber a dónde vamos, no habíamos dicho nada pero yo solo quería saber qué había pasado y quién había inventado los chismes.

—Vid qué pasó, a dónde iremos— pregunté rompiendo el hielo esperando una respuesta

No entendía nada ni que le pasaba ¿Acaso estaba loco? Ayer nos habíamos besado y todo parecía perfecto hasta que recibió una misteriosa llamada y desapareció, luego al día siguiente estaba frente a mi escuela como un zombie ¿En qué momento las cosas se volvieron tan locas?.

—Tuve una noche difícil Maddi, pero no te preocupes no es tu culpa sino por mi, siempre me pasa esto—se limitó a decir

Lo miré y sonreí para intentar animarlo, nos detuvimos en una parada cerca de mi casa y me pregunté a dónde vamos. Abroché mi abrigo para que no se viera la camisa del uniforme, es sospechoso ver dos chicos en un horario de clases fuera de la escuela, parecía como que nos habíamos escapado hacer cosas malas, Si... Nos escapamos pero las personas nos miraban muy extraño y no me gustaba sentir esa sensación.

Nos paramos frente a una casa hermosa luego de caminar varios minutos, se veía una casa grande y azul con ventanas de cristal y árboles afuera que le hacían sombra. No estaba tan lejos de mi casa así que supuse que esta era la casa de Vid, tal como me había dicho no viviamos tan lejos, cómo es que nunca lo había visto, bueno, tampoco es que salga mucho de mi casa que digamos.

—No creo que sea buena idea haber venido a tu casa—dije seriamente

—Es el único lugar en donde podemos hablar con calma tengo que contarte lo que pasó

—Sí pero no hubieras podido esperar a que venga a que salieramos de la escuela y hablaran en un parque o algo así— dije mostrándome muy indiferente, pero la verdad es que no puedo esperar ni un minuto más para saber

—Vamos Maddi no te haré nada, a menos que me lo pidas— dijo guiñando el ojo

—Eres un idiota ¿Lo sabías?

—Ya lo he escuchado antes

Entramos a su casa y se escuchaba una música de fondo y un delicioso aroma a vainilla. Era una casa muy acogedora la mayoría de la decoración estaba hecha de cristal con muchas flores, también había fotos de varios niños colgadas en la pared y de una señora muy elegante que supuse que era su madre.

—Cuentame qué sucedió— dije empezando a sentime nerviosa

—Si, te contaré todo pero relájate estás muy nerviosa—dijo sentándose a mi lado en el sofá

 
—Si... Esta bien—dije sonriendo

Pero esa sonrisa desapareció cuando bajó la cabeza triste Qué será lo que pasaba?. No era tan perfecto y feliz como aparentaba.

 
 

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora