Capítulo 13

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—Claro—dijo Hil—Ya me iba, así Maddi no se queda sola

Se levantó de la silla y en su lugar Vid se sentó al frente de mi, nunca lo había tenido tan cerca. Dios! Que sexy.

Miré a Hil con mi peor mirada y ella se limitó a sonreír mientras se iba me hizo señas de aprobación y desapareció de mi vista.

—Cómo estás? —me preguntó Vid muy amable mientras se acomodaba su reloj como todo un don Juan

—Muy bien, y tu?—respondí mecánicamente

—Súper bien, sabes nunca te había visto—dijo mirándome fijamente a los ojos—Y es muy extraño porque eres una chica tan hermosa

Diablos ! El si que sabía como poner a una chica nerviosa, pero vamos no me dejaré conquistar por ese tarado.

—Yo si que nunca te había visto jamas en mi vida, y eso que dicen que eres popular—le dije sonriendo con la intención de bajarle ehablapero al parecer eso era imposible

—Jeje si, es que eres antisocial —dijo sonriendo y muy dulce, tanto que nuestros insultos se volvieron chistes

—En realidad si, es bueno pasar desapercibido—el me miró como si no entendiera lo que quiero decir—Así puedes hacer lo que quieras y nadie se mete en tu vida

—Cierto, tienes mucha suerte—me dijo con su mejor sonrisa

—Tu también —me miró y sonrió con la mirada hacía la mesa, como si hubiese dicho una mentira y me di cuenta de algo. No todo es como parece

Esa tarde Vid me invitó un helado y pasamos toda la tarde hablando, le conté como entré a la escuela, como me había ido todos estos años y lo tranquila que ha sido mi vida, claro exceptuando mi experiencia con Jou de la cual no quise hablar.

El me contó de sus viajes, de los deportes que ha practicado y muchas anécdotas chistosas, también me contó de su frustración al no verme nunca en estos años. Definitivamente su vida era muy interesante y divertida, podría pasar toda la tarde escuchando de el y no aburrirme. Me di cuenta que no he vivido nada en comparación con Vid.

Después del helado nos tomamos una soda, debo confesar que casi no hablé en toda la tarde. En realidad no tenia de que hablar, lo más interesante que viví fue toda mis locuras con Jou pero no sería prudente contarle eso a alguien que a penas estoy conociendo.

Vid extendió la mano y vi en su reloj lo tarde que era.

—Debo irme, son casi la 8 mi madre va a matarme —dije parándome como una niña de la mesa

—Espera, yo te acompaño—dijo parándose después de mi muy amablemente—Por dónde vives? —me preguntó—Tranquila, no te voy a secuestrar

—Eh, si lo sé —fue lo único que pude contestar, seguro puse cara de idiota—Vamos

Qué acabas de decir Maddi? Si mamá me ve llegando con ese chico me matará.

Salimos de la plaza y tomamos el bus que cruza cerca de mi casa. Vid me dijo que es el mismo que toma para ir a la suya, hablando y hablando nos dimos cuenta que en realidad no vivimos tan lejos, así que lo convenceré de que crucemos por su casa primero y así no tendrá que acompañarme pero el era muy terco.

—No te dejaré ir sola, llegarás tarde por mi culpa—me decía como si fuera mi hermano mayor—Lo mínimo que puedo hacer es decirle a tu madre que me disculpe

—Qué! No no—dije alterada—No te preocupes, yo le digo Vid

Era la primera vez que le decía su nombre mirándolo fijamente, el sonrió y no volvimos hablar mientras Caminábamos cerca de mi casa. A medida que nos acercábamos mi tensión aumentaba pero no sabía como decirle que le temía a mi madre cuando se trataba de temas de chicos.

—Es esa del frente—dije señalando la casa de dos plantas—Eh...—me detuve y quedé al frente de el, ya empezaba a oscurecerse

—Entiendo, es mejor que me vaya desde aquí —dijo guiñando el ojo y supe que el había entendido—Me iré tranquilo porque se que llegaste bien a casa

—Muchas gracias Vid, no te hubieras molestado—le dije sonriendo, me sentía especial—Nos vemos luego—el se acercó y me dio un beso en la mejilla. Empecé a caminar cuando escuché su voz

—Maddi, puedo preguntarte algo—dijo casi a susurros

—Si?—dije curiosa

—Al menos no te resultó un poco atractivo?—preguntó como un niño

—Por qué no lo averiguas tu mismo? Seguro eres experto en esas cosas—respondí con una sonrisa pícara y una seguridad que ni yo sabía que tenía

—Me encantó esa respuesta Maddi —sonrió y me di cuenta de lo sexy que era Vid y lo emocionante y peligroso que sería entrar en su juego

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora