Capítulo 32

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Hil me acompañó todo el camino a casa, yo no había dicho ni una sola palabra ni ella tampoco, así que supongo que entendió que no quería hablar respecto al tema aunque de vez en cuando me miraba como si quisiera decir algo pero finalmente suspiraba y volvía a ver a través de la ventana del bus.

El día, que para mí había sido soleado hermoso y cálido, ahora sólo lo podía ver nublado y frío. Ni siquiera me detuve escucharlo, no sé si esa foto era antes de que estuviésemos juntos o reciente, pero de todas formas me dolió mucho verlo con aquella chica que desde un principio me había dado mal espina porque desde que se acercó a mi aquella mañana fue con intenciones de clavarme una duda respecto a Vid y me prometí que no se lo iba a permitir y así voy a cumplirlo a menos que esa foto haya sido reciente. Sé que tenía que dejarlo hablar y que me explicara, pero en no en estos momentos, quería darme un tiempo para pensar y asimilar todo.

Además quede con mi madre de ir a comprar el vestido para mi graduación aunque eso era para lo último que tenía cabeza en estos momentos. Cuando llegamos a la esquina de mi casa el celular de Hil comenzó a sonar y ella miró la pantalla un poco nerviosa pero no contestó.

—Tengo que irme—dijo Hil guardando su celular

—Todo bien?—pregunté un poco dudosa al notar sus nervios

—Era mi madre, seguro es para preguntar por que no he llegado a casa

—Anda ve, muchas gracias por acompañarme amiga—le di un abrazo y ella se fue sin decir nada pero no le di mucha importancia a su actitud

Entre a mi casa y le grité a mi madre que había llegado. Subí a mi habitación y me quite el uniforme hasta quedar totalmente desnuda sobre mi cama, refrescandome para darme un baño y salir con mi madre a comprar el vestido.

Nunca me había acomplejado de mi cuerpo, siempre me encontré bonita y conforme con todo lo que tenía, nunca había sido de esas chicas que se buscan los mil defectos. De hecho mi físico era lo último que me importaba de mí, siempre he sido un poco descuidada, me visto con lo primero que encuentro y no me preocupa por estar maquillada o con ropa a la moda. Pero hoy sentía un nudo en mi corazón, a pesar de que no vi las foto detenidamente porque era muy incomodo para mi se veían las curvas que tenía esa chica y por un momento pensé si acaso eso era importante para él, aunque jamás me había demostrado eso.

Últimamente me estaba mojando el cabello cada vez que me bañaba y estaba reflexiva y hoy no iba a ser la excepción, puse el agua lo mas fría posible hasta casi sentir mi piel quemarse por gotitas de cristal.

Al salir del baño y dejar la toalla sobre la silla de mi escritorio me di cuenta que aún tenía el cuaderno que Vid me había prestado. Sentí rabia, cómo es posible que una persona que haya sido capaz de escribir tantas cosas hermosas y sensibles, aparentemente sinceras, para alguien, fuese capaz de engañarme de esa manera. A pesar de eso en el fondo de mi corazón quería que me dijera qie eso habia pasado antes de que estuviesemos juntos y hubiese explicación para eso, no voy a negar que era eso lo que esperaba que me dijera, aunque fuese mentira necesitaba creerle.

Me puse unos jeans, unos tenis y un top blanco. Tenía que estar cómoda ya que salir a comprar con mi madre era pasar el resto de el día en las tiendas.

Como salgo de la escuela a la 4 de la tarde no es que quedaba mucho tiempo que digamos, seguramente traeremos la cena para todos desde el mall. Tomé el cuaderno de vida y lo guardé en una Caltera de lado que traía, vi mi celular y no había ninguna llamada ni de él ni de Hil, tenía muchas ganas de que él me llamara aunque seguramente no le contestaría pero quería saber que el de verdad queria arreglar las cosas conmigo y él ni siquiera me había perseguido ni me había dicho nada, la cara se le caiga de la vergüenza y pude notar el dolor en sus ojos.

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora