Capítulo 23

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El día de hoy sentía que las cosas serían diferentes, me sentía plena. Gracias a él que me demostró ser una persona madura, que a pesar de causar problemas lo sabe solucionar con la frente en alto y eso me había tocado el corazón. Después de todo no era tan mala persona y de él estaba aprendiendo a afrontar mis propios errores y que no me importe lo que digan los demás, pues al fin y al cabo, vivimos para nosotros no para complacer a los demás y eso es algo que a partir de hoy no voy a olvidar nunca en la vida.

Hoy decidí tener el cabello suelto, hace tiempo que siempre tenía una coleta o un moño para la escuela, pero si quería nuevos cambios tenía que empezar por mí. Bajé las escaleras dando brincos y tarareando una canción cuyo nombre no sabía, seguí a la cocina, preparé algo para llevar, pues ya estaba un poco tarde y me fui.

Cerré la puerta de mi casa y empecé a caminar rumbo a la parada del bus, el día estaba hermoso, soleado, el sonido de los pajaros y una bocanada de aire en el ambiente. Me paré en seco cuando vi aquella sonrisa, estaba en el árbol frente a mi casa recostado. Él me estaba esperando, me puse nerviosa y miré para mi casa con temor de que mi madre lo viera, ella siempre cuando se despierta en la mañana abre la ventana de su habitación que está con vista a la calle. Sólo espero que esta vez no sea así.

Corrí rápidamente hacia donde él estaba y lo tomé de la mano y casi corriendo lo lleve a la otra dirección lejos de la vista de la ventana de mi madre. Cuando ya estamos lejos de mi casa él se paró riendo y me volteé a verlo sin entender que le causaba gracia.

—De qué te ríes?—pregunté curiosa

—Es que me llevaste como si fuera un delincuente huyendo de tu familia,  tenías miedo de que nos pudieran ver? Pasa algo malo con eso?

—No... solo que no quiero que... vayan a pensar cosas— dije rascándome la cabeza sonriendo nerviosa

—Qué piensen que? que estamos juntos... acaso no es así?—se acercó a mi y me dió un rápido beso

—Eh... llegaremos tarde a clase— le dije y le ofrecí mi mano para que la tomara mientras caminábamos rumbo al bus

El tiempo se hace tan corto cuando estas al lado de la persona correcta, llegar juntos a la escuela sin duda era algo de lo que todos hablarían, pero estaba tan contenta con mi nuevo positivismo que no me importaba lo que los demás dijeran. Nos separamos en la entrada de su centro que estaba primero y quedamos en vernos a la salida.

Hice caso omiso a las miradas y con una sonrisa entré a la escuela, mi abuela me dijo alguna vez que esa era la mejor manera de darle una cachetada sin mano a las personas. Me encontré con Hil en el pasillo y la tomé de la mano para entrar a clases, ella me miró esperando una respuesta a mi cambio de humor tan repentino.

—Esa sonrisa tiene nombre— me dijo mientras nos sentábamos para tomar la clase de historia hablando en voz baja para que los demás no escucharan—Es Vid ¿Cierto?

—Sólo somos amigos por ahora— dije con un poco de dolor pues en el fondo yo quería mucho más que ser solo su amiga y sentía que él también quería eso, pero ninguno era capaz de dar ese paso, quizás era muy pronto para tomar decisiones

—Silencio, vamos a empezar la clase—dijo el maestro refiriéndose a Hil y yo

El resto de la clase no presté mucha atención, siempre he sido muy buena en historia, hoy estaban dando un tema que ya había visto en un documental y había estudiado. Siempre que veo algo que me interesaba tomado la costumbre de investigar en internet y aprender más a fondo del asunto, algo que se había convertido en mi Hobby últimamente, después de que mi vida se volviera totalmente monótona en los últimos dos años.

Sentí un gran alivio cuando sonó el timbre para el recreo, eso significaba que cada minuto que pasaba estaba más cerca de volverlo a verlo. La clase que tenemos en común es mañana, por lo que tendría que esperar a la salida para verlo.

No me puedo quejar, el día estaba pasando muy rápido lo que me favorecía. Hil y yo nos sentamos en los bancos a chismear un poco como era de costumbre, a pesar de las continuas miradas que me daban las chicas cada vez que cruzaban y secreteaban. Yo les devolvía una gran sonrisa en señal de que no me importaba sus comentarios, aunque en el fondo quién no tienen curiosidad de saber que hablan ¿No?.

—Sabes algo? No han comentado nada cerca de ti?— pregunté en un tono de que no me importaba mucho pero realmente moría de curiosidad

—Bueno ya sabes... lo que todos dicen que él es un Mujeriego y que sólo les gusta a las chicas lindas y populares

—Pero eso es todo lo contrario a lo que yo soy—dije curiosa

—Es por eso que todos hablan de ti y probablemente por eso que le gustes—dijo con una sonrisa— Pero mi nunca dudes que eres muy hermosa solo por fuera sino también por dentro

—Gracias amiga

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A la salida el cielo estaba nublado y la brisa era fría, mi clima favorito. Me despedí de Hil ansiosa quien me peino rápidamente deseandome suerte.

Recibí un mensaje de Vid que estaba en la paraba de bus esperandome, y caminé ansiosa, hoy me sentía diferente y feliz. Al otro lado de la calle lo vi hablando rodeado de amigos, como era de costumbre siempre que no estábamos juntos el estaba rodeado de personas, el precio de la popularidad.

Empecé a cruzar la calle luego de ver que no venía ningún auto cerca, avance lo mas rápido que pude cuando de pronto escuché la bocina de un auto muy cerca mio pero cuando vi ya era demasiado tarde.

Yacía en el suelo con un dolor inigualable, solo escuchaba voces conocidas gritando mi nombre, mientras perdía la conciencia.     

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora