Capítulo 25

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Recuerdan cuando había considerado hacer un libro de mi vida? Pues después de esto estoy completamente segura de hacerlo. Incluso se volvió parte de mi proyecto de vida, compartir algún día con las personas todo lo que me había pasado y para que creyeran que todas las cosas que pensaban que solo pasaban en los libros y las películas también puede pasar en la vida real.

Sentí plenitud y felicidad cuando por fin las cosas entre Vid y yo estaban estables, el le caía bien a mi madre, a mi mejor amiga y sobre todo me hacía muy feliz. Estuvo conmigo todo el día acompañandome en el hospital, cuando Hil llegó ambos me hicieron reír como hace mucho tiempo no lo hacía, mi madre tardó más de lo esperado pero no importaba porque estaba en buena compañía al lado de dos personas que quería mucho.

Hasta entonces todo era perfecto pero la perfección no existe y mucho menos en mi situación, cuando mi madre me dijo que el doctor quería observarme por unos días lo vi completamente innecesario pero ahora ya veo que si lo era. En la noche luego de que Vid e Hil ya se habían ido a su casa, mi madre estaba durmiendo en el sofá cama y en la madrugada, no podía dormir por un fuerte dolor que empezó a molestarme en el pie, tenía 6 puntos,  aparentemente me habían cogido pero hasta ahora no me había percatado de eso y al parecer mi madre olvidó semejante detalle.  Empecé a sentir un caliente en todo el cuerpo como si tuviesee la temperatura muy alta y llamé a mi madre.

Ella me tomó la temperatura con el termometro que estaba en la mesita de primeros auxilios y estaba muy alta, en 40. Salió rápidamente a llamar a la enfermera, yo empecé a sentir un frío tremendo incluso lágrimas salían inconscientemente de mis ojos, estaba preocupada y  mi situación estaba empeorando. El día que había parecido ser perfecto a pesar de estar en el hospital se había convertido en un tormento en la noche.

La enfermera entró a la habitación y encendió la luz para evaluarme, tocó mi frente y mano, notó que estaba muy caliente luego de verificar en el termómetro que mi madre había puesto en mis axilas para tomarme temperatura, quitó la sábana que cubría mis piernas para ver mi herida que estaba recién cosida y estaba roja alrededor más de lo normal, empezó a tocarla lentamente y yo gemí del dolor, mi madre me dijo en ese momento que me había raspado fuerte fuerte cuando caí por el impacto del carro que me tuvieron que coser.

—Se está infectando más de la cuenta, creo que las vacunas para la infección no funcionaron— dijo la enfermera buscando entre los cajones algo que no estaba segura de que era

—Algo está mal— dijo mi madre preocupada poniendome más nerviosa de lo que estaba

—Podría ser tétano, debo ponerle la vacuna en contra pero hay un problema... y es que esta no se pone de noche. Así que tengo que esperar hasta mañana temprano para hacerlo

—Pero si se pone peor hasta entonces, qué se supone que debo hacer—dijo mi mamá enojada

—No se preocupe le inyectaré algo para calmarla, mañana temprano vengo y le pongo la vacuna definitiva y todo va estar bien

—Eso espero— dije secándome el sudor de mi frente con la manga de mi suéter

—Así es. Buenas noches— dijo luego de que inyectar a algo al suero y se marchó

Mi mamá no muy convincente de lo que le había dicho la enfermera puso un paño húmedo sobre mi frente para calmar un poco mi escalofrío. Me sentía peor que cuando me atropelló el auto, mi herida que se estaba empezando a poner fea dolía mucho y puse una cara de horror, sólo quería que amaneciera rápido para recibir esta vacuna.

Pero al igual que mi mamá no me sentía conforme sentía que había algo más y que no sabíamos.

—Intenta descansar. Mañana temprano todo estará bien

— Tú también descansa mamá

A la mañana siguiente tal y como había dicho la enfermera a primera hora ya estaba en la habitación con la vacuna en mano, pasé una noche terrible y no pude pegar ni un ojo, mi mamá tampoco así que encendimos la televisión y pasamos toda la noche viendo un programa de cocina matando el tiempo lo que llegaba la hora, pero algo no andaba bien cuando ella quitó no lamenta las sábanas en mis piernas para evaluar la herida está estaba un poco verde alrededor y en pie hinchado. Incluso hasta eb la enfermera vi la cara de preocupación.

—Ya voy llamar al doctor, eso no está nada bien— dijo después de ponerme la vacuna

—No quiero que me corten el pie—le dije a mi madre, fue lo primero que me vino a la mente

—No digas tonterías que todo va estar bien

La enfermera volvió con el doctor, un hombre alto, delgado y con pelo canoso.

—La infección es muy grande así que tendremos que llevarte a cirugía— dijo el instante de ver la herisa

—No quiero—dije aterrada

—Tranquila no es nada grave, además estarás despierta

—Si Maddi, voy a llamar a tu padre

Mi mamá salió de la habitación dejándome con la enfermera y el doctor quienes estaban preparando todo para llevarme a cirugía. Mientras ellos hablaban en terminos médicos aproveché y tomé mi celular para llamar a Vid y contarle.

Le dije que había pasado la noche mal y que el doctor había decidido llevarme a cirugía, el se preocupó mucho y dijo que iría a verme al instante pero estaba en hora de clases,  así que le dije que se quedara y que volviera cuando yo saliera de la sala de cirugía pero es muy terco me dijo que no importaba y que vendrí ahora mismo y que no estaba en discusión que vendría acompañarme en ese momento y que estubiese tranquila que todo iba a salir bien.

A pesar de que su palabra me reconfortaba no podía evitar estar nerviosa, no sabía exactamente qué tipos de cirugía me iba a hacer el doctor. Me despedí de el y colgué la llamada cuando el doctor me dijo que ya era hora de ir. Mientras más pronto más rápido podría salir de esto que sentimos mucho mejor.

Cuando me pusieron en la silla de ruedas luego de haberme inyectado en el pie la anestecia salimos de la habitación por los pasillos del hospital rumbo la sala de cirugía. Mi madre a todo momento me acompañaba con una sonrisa en señal de que todo iba a salir bien pero yo a pesar de que la anestesia sólo era en el pie empecé a sentirme mareada, quizá será por los nervios pero empecé a ver borroso y me estaba dando náuseas. Tenía mucho miedo de que las cosas empeoraron más de lo que ya estaba. Pero sólo Dios tenía conocimiento de que va a pasar con mi pierna en aquel momento.

Pero por alguna razón Vid no había venido como había prometido.

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora