Desafortunada en el amor

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Capítulo 17

Elizabeth

Estoy nerviosa, muy nerviosa por lo que va a suceder. Mientras Michael conduce no puedo evitar frotar mis manos sudorosas contra mis piernas, tratando así de secarlas.

¿Cómo será la madre de Michael? ¿Se parecerá a él? ¿Qué pensará de mi? Dios esto es demasiado, ni si quiera me sentí así cuando conocí a los padres de mis dos ex novios, no entiendo porqué me sucede esto ahora.

Quizás es porque la situación en la que nos conocimos Michael y yo sea completamente distinta, o quizás sea su historia, que lo hizo ser de esta manera tan peculiar. No sé porque será, pero sólo sé que en el fondo me asusta sentir todo esto tan rápido.

— Llegamos— dice Michael mientras termina de estacionar el coche en el parking del hospital.

Respiro hondo y salgo del coche con una pequeña sonrisa nerviosa que provoca que Michael se ría. Este se acerca a mi y toma mi mano mientras se la lleva lentamente hasta sus labios.

Deposita un pequeño beso sobre esta y después acaricia la zona en la que me besó con su dedo pulgar.

— Tranquila Elisabeth, mi madre de momento no se ha comido a nadie

Ruedo los ojos y me suelto de su agarre mientras comienzo a caminar.

— Oh vamos no te enfades— me giro y lo veo dedicarme una pequeña sonrisa mientras se acerca a mi.

Sus brazos rodean mi cintura y ahora su boca se dirige a la mía. Un pequeño contacto de sus labios sobre los míos y ya me siento mejor.

— Eres increíble, no debes de preocuparte por nada.

— Está bien.

Ambos caminamos por los pasillos del hospital hasta llegar a la habitación de la madre de Michael. Este me sonríe mientras coloca la mano en el picaporte y lo gira.

Entramos en el interior y descubrimos como la madre de Michael lee el periódico de forma entretenida, ignorando completamente nuestra presencia.

Michael carraspea y la mujer deja de observar el periódico para recaer en la figura de su hijo y sonreír. Después me mira a mi de forma confusa, e intercambia miradas con su hijo.

— Mamá, ella es Elisabeth, una buena amiga

Asiento ante sus palabras y camino hacia la mujer para ofrecerle mi mano a modo de saludo. Esta la acepta pero no muy convencida.

— ¿Trabaja contigo? —pregunta la madre de Michael.

— No mamá, estudia en la universidad, nos conocemos por un trabajo que tiene que hacer.

La madre de Michael cambia completamente su semblante y me sonríe de forma afable. Vaya, parece que realmente no le gusta la profesión de su hijo, y menos aún que este se relacione con gente que trabaje en lo mismo.

— Encantada Elisabeth, yo soy Jane Augier

— Encantada señora Augier

— Oh por favor, llámame Jane— dice esta mientras tiende su mano hacia la mía y la aprieta.

— ¿Cómo te encuentras hoy? — pregunta Michael.

— Bastante mejor, los médicos dicen que me darán el alta en 3 días, he mejorado bastante.

— ¿3 días? ¿No es demasiado pronto?

— Necesitan las camas para otros enfermos Michael, si estoy mejor no tiene ningún sentido que siga aquí.

Rompiendo tus códigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora