Capítulo 8
Pierre
Después de irnos a cenar a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, Summer y yo decidimos seguir con la diversión en su casa. A lo largo de la velada no ha dejado de decir cosas y de hablar de ella misma, por suerte mi vena de chef salió a flote y me dediqué a saborear la comida tratando de adivinar alguno de los ingredientes, mejor eso que escuchar los continuos dramas de Summer que no llegan a ningún lado.
Cuando llegamos a su apartamento, nada más entrar por la puerta Summer se lanza sobre mi y comienza a besarme. Por fin se calla algo la boca y obtengo algo de diversión. Su mano se dirige a mi paquete y sin ningún tipo de vergüenza ella desabrocha mi pantalón. Se coloca de rodillas en el suelo y tira de mi pantalón y mis calzoncillos rebelando así mi polla.
—Dios es tan grande, me encanta— dice antes de introducírsela en la boca y comenzar a realizar una de sus maravillosas mamadas.
**
Me despierto completamente desnudo sobre la cama de Summer. Miro el reloj y son las 9:00 de la mañana así que me levanto rápidamente y me voy de allí antes de que Summer me siga bombardeando con sus pequeños problemas.
Llamo a Alan por teléfono para preguntarle si desea hacer algo hoy y el me indica que asistirá a la tarde a un pequeño festival de música alternativa y no dudo en decirle que me animo a ir a con él.
Me apetece hacer algo diferente, salir de la rutina que sin querer me he prefijado y disfrutar, quien sabe, quizás en ese pequeño festival me encuentre a una mujer que no tiene nada que ver con mi mundo, y por tanto, podrá aportarme algo diferente.
Voy entonces hasta casa para pasar tiempo con mi familia antes de ir a aquel festival.
Nada más entrar por la puerta mis hermanas corren a abrazarme entre pequeños gritos de emoción y yo no dudo en devolverle el abrazo con el máximo amor posible.
—Michael, pensaba que no ibas a venir hoy tampoco— dice mi madre con los brazos cruzados.
—Ya bueno, echaba de menos a mi familia
—Lo dudo— suelta ella de forma brusca.
La observo detenidamente, algo me dice que ocurre algo malo, por lo que les doy pequeños besos a mis hermanas y les indico que suban a sus habitaciones, que después estaré con ellas. Ellas asienten y suben las escaleras para después señalarle a mi madre la cocina.
Cuando ambos entramos a la cocina ella suelta algo que no me esperaba.
—Nos has mentido— dice con un tono cargado de decepción.
—¿Por qué dices eso?
—Vamos Michael, sé perfectamente a lo que te dedicas, o debería de llamarte Pierre.
Trago duro y comienzo a ponerme nervioso. Lo ha descubierto, y eso me entristece, porque puedo ver en su rostro lo decepcionada que se siente con respecto a eso.
Mi silencio corroboran sus pensamientos y entonces ella niega aún más con su cabeza, comenzando a soltar pequeñas lágrimas por su rostro.
—Yo no te eduqué para que destruyeses tu vida así, yo..., dios, ¿pero qué he hecho?
—Mamá no estoy destruyendo mi vida.
—Si, pero la de tus hermanas sí, ¿cómo se sentirán cuando se enteren?
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Rompiendo tus códigos
Romance¿Qué tienen en común una estudiante de sociología y un actor porno?