Capítulo 16
Elizabeth
Michael y yo estamos en la cocina, preparando algo de cenar. No puedo evitar admirar la forma en la que cocina, la soltura con la que se mueve, la forma impecable y rápida de cortar los ingredientes.
Me fascina la forma en la que disfruta de cocinar, algo que yo sinceramente detesto porque no se me da muy bien.
Entonces todo esto me hace plantearme una pregunta que termino por realizar en voz alta.
— ¿Alguna vez has pensado en dedicarte a la cocina?
Michael deja de cortar y me mira con una ceja alzada mientras que sus labios forman una pequeña o.
— No me esperaba que me preguntases esto, pero si, es uno de mis sueños, realmente a lo que me quería dedicar era esto, pero siendo sinceros, es algo difícil, y que no da tanto dinero.
— Lo dudo, si montas tu propio restaurante, o te conviertes en un chef de los más exitosos, puedes ganar incluso más.
Michael ríe.
— Ya, pero para montar tu restaurante necesitas mucho dinero, y para ser un chef de éxito también, es un trabajo difícil en cuanto a ascensos se refiere, por eso aunque es uno de mis sueños lo acabé apartando más como un hobbie.
Me acerco a él y acaricio su fuerte y musculado brazo.
— Es un sueño porque tu quieres que sea así, deberías de hacer algo por cambiar esa realidad.
Cojo un trozo de fruta que ha cortado y me la introduzco en la boca.
Michael no dice nada, tan sólo se muestra pensativo y vuelve a dirigir su atención a la cocina.
— Subiré arriba a ver como están tus hermanas.
El asiente y yo termino por salir de la cocina para dirigirme hacia una de las habitaciones.
El pasillo me parece precioso, lleno de fotos familiares. Michael sale guapísimo en todas. Se parece mucho a su madre, la cual también es una mujer hermosa, o eso parece en las fotos.
Me detengo frente una puerta decorada con numerosas pegatinas de mariposas, y de la que cuelga un pequeño letrero con el nombre de Bianca.
Llamo a la puerta y después la abro.
Bianca se encuentra acostada en la cama, prestando especial atención al cuento que su hermana parece estar leyendo.
Pero en cuanto me ven entrar ambas dirigen su atención a mí.
— Mira Rose, esa es Elizabeth, la amiga de Michael— Bianca suelta una pequeña risa y se tapa la boca.
Rose me mira recelosa, y lo entiendo. Quizás tenga desarrollado un pequeño instinto protector hacia su hermano, y yo tan sólo soy una intrusa.
— Hola Rose, encantada de conocerte— digo mientras me acerco.
— ¿A qué es linda? — pregunta Bianca de forma sonriente a su hermana.
— Si...— Rose me mira de reojo— lo es...
Trato de ser simpática y me acerco hasta la cama.
— Michael está preparando la cena, que suerte tenéis, es todo un chef— digo mientras les guiño un ojo.
Rose parece inflar su pecho de orgullo ante tal declaración, un gesto que realmente me enternece.
— Lo sé, tenemos al mejor hermano del mundo
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Rompiendo tus códigos
Romance¿Qué tienen en común una estudiante de sociología y un actor porno?