Eres maravillosa

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Capítulo 9

Elizabeth

Mi espalda choca contra uno de los coches que se encuentra aparcado en la zona que rodea el recinto. Los labios de Michael no dejan de saborear los míos mientras que sus manos se posan y acarician diferentes partes de mi cuerpo. Su lengua juega con la mía, arrancándome pequeños gemidos, pero es cuando sus manos se apoyan en mis pechos y los aprietan que siento como mi sexo hormiguea y se humedece aún más.

Estoy perdiendo la razón, y todo a causa de este beso largo y apasionado que implica caricias y tocamientos que dejan atrás toda mi cordura. Quiero más, necesito más, y cuando siento el miembro de Michael sobre mi sexo me planteo la posibilidad de pedirle que me haga todo lo que el quiera aquí, en este lugar.

Pero entonces nuestro momento apasionado y alocado se ve interrumpido por el continuo sonido de un teléfono.

Aparto lentamente a Michael de mi, cortando el beso y ganándome un pequeño quejido de su parte.

Saco el teléfono del bolsillo de mi pantalón y veo el nombre de mi amiga junto con una foto, decido contestar.

—¿Si? — pregunto casi sin respiración.

Observo los labios de Michael y estos están completamente enrojecidos, y por un lado me gusta saber que se debe a mi, al igual que saber que su pene se encuentra así de duro por mi culpa, su respiración es irregular y sus pupilas están jodidamente dilatadas, haciendo todo esto que se vea aún más sexy de lo normal, definitivamente este hombre me vuelve loca de una forma sexual que nunca llegué a sentir.

—¿Dónde estáis? Os estamos buscando desde hace rato y no sabemos nada de vosotros

—Ya, bueno salimos a tomar el aire, no suelo escuchar ese tipo de música y me agobio fácilmente— digo como excusa.

—Ya..., sales a tomar el aire y te quedas sin respiración, ¿no?

—¿Por qué lo dices?

—Oh vamos amiga, suenas como si acabases de correr una maratón o como si te comieses la boca con alguien hasta quedarte sin respiración, y por la compañía con la que cuentas daré por hecho que es la segunda opción.

Ruedo los ojos y rio ante las ocurrencias de mi amiga.

—Iremos ahora para allí.

—Está bien, os esperamos donde antes.

Cuelgo la llamada y miro a Michael este me sonríe con la boca cerrada y acerca su mano a la suya para agarrarla.

—Lo que acaba de suceder...— comienzo a decir pero el niega con su cabeza.

—No tenemos porque hablar de ello si no quieres— y sus palabras me reconfortan, porque de verdad que no quiero hablar de ello, entre otras cosas porque aún sigo teniendo novio, y en estos momentos me siento un asco de persona por hacer lo que hice.

Sonrío y asiento con la cabeza para después tomar su mano, comenzamos a caminar pero de repente me detengo. El me mira al ver que no sigo caminando.

—Oye Michael— se detiene y me mira de una forma que no logro descifrar— gracias por contarme algo tan íntimo.

El no dice nada, tan sólo sonríe y comienza a caminar de nuevo, yo hago lo mismo.

**



Camino por el campus en busca de Noah, después de lo ocurrido hace dos días no he dejado de darle vueltas a las cosas y he llegado a la conclusión de que debo de ser sincera y decirle lo que hice con Michael.

Rompiendo tus códigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora