Prologo

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Habían pasado meses desde el enfrentamiento de los Vengadores en el aeropuerto y la captura de Zemo. Aquellos que se negaron a firmar los acuerdos de Sokovia huyeron de la ley y se ocultaron para evitar ser encontrados. El mundo ya no tenía a un grupo de héroes que los protegiera, lo cual era una problema. Sin los Vengadores vigilando el mundo, sólo había un pequeño grupo de personas que podían siquiera intentar hacer el trabajo. S.H.I.E.L.D. se encargó de proteger a la humanidad desde las sombras como lo había hecho durante décadas anteriores, aunque está vez no contaba con el apoyo del resto del mundo.

Se libraron duras batallas que las personas ignoraban por completo. Batallas que de alguna forma u otra cambiaron el destino del planeta, para bien o para mal. Batallas que fueron lideradas por un hombre muerto o que, por lo menos, eso era lo que el mundo seguía creyendo.

La última vez que Nick Fury tuvo contacto con alguno de los Vengadores fue durante los sucesos en Sokovia. Demasiadas cosas habían sucedido a partir de ese momento y todas ellas parecieron multiplicarse por mil en el instante que el equipo más poderoso de la tierra se separó como un grupo de adolescentes después de una absurda pelea. 

El gobierno hacía lo mejor que podía para manejar las situaciones de alto riesgo y, con la ayuda de Stark, detuvieron algunos casos importantes, sin embargo, aún continuaban ignorando los verdaderos problemas. Problemas de los cuales Fury tuvo que hacerse cargo. Parecía que el trabajo nunca lo dejaría descansar, incluso después de su presunta muerte.

La vida, y en especial los problemas, llevaron a Fury de regreso a la ciudad de New York, con la ayuda de María Hill y algunos otros ex-agentes de S.H.I.E.L.D. estableció una especie de base para liderar a los pocos hombres que tenía a cargo.

El trabajo era demasiado y todos se encontraban agotados. Más temprano que tarde llegó aquel punto en el que el cuerpo exigía un descanso y la mayoría de los agentes se quedaban dormidos en sus puestos de trabajo sólo para despertar un par de horas o incluso minutos después para continuar con su deber.

El cansancio llevaba persiguiendo a Nick ya desde varios meses atrás, aunque hacía un buen trabajo combatiendo al cansancio con grandes cantidades de cafeína para mantenerse alerta.

La nueva base de operaciones de Fury se encontraba bajo tierra y anteriormente era una vieja y abandonada bodega de S.H.I.E.L.D. que se usaba para guardar objetos que no eran considerados importantes. Mejor dicho, seguía siendo una vieja bodega, sólo que ya no se encontraba tan abandonada como todo el mundo pensaba. Los objetos resguardados en el lugar continuaban ahí y les servían al equipo, por lo menos como mesas para colocar su equipo de trabajo.

Uno de esos objetos era más bien una vieja máquina del padre de Tony, que Fury había usado los últimos meses como un librero y un lugar para colocar su papeleo. La máquina no había dado problemas desde que el equipo se había mudado ahí, en realidad, cualquiera que haya visto aquella vieja máquina hubiera dado por hecho que ya no funcionaba desde hace varías décadas atrás.

Eran al rededor de las cuatro de la mañana cuando el molesto sonido de una alarma comenzó a sonar en el lugar.  

¿Qué es lo que pasa?

Una adormilada María Hill entró a la oficina, sosteniendo su arma delante de ella.

No lo sé. Sólo comenzó a sonar de la nada —Nick golpeaba la máquina como si esa fuera la solución—. ¿Cómo se apaga ésta cosa? —después de un último golpe lanzado con más fuerza que los anteriores, la alarma finalmente dejó de sonar.

—Eso pareció funcionar — señaló la agente. María se acercó a la máquina y comenzó a inspeccionarla junto a Nick. Encontró unos archivos abandonados dentro de una de las fisuras que se habían formado con el paso de los años en el hardware de la máquina—. Parece ser un reporte...

—¿Y qué es lo que dice?

—No mucho. Fue creada por el padre de Tony, Howard Stark, basado en una teoría para poder encontrar a Steve Rogers después de su supuesta muerte en los años cuarenta. Al parecer Howard Stark encontró un pequeño rastro de energía un tanto peculiar y creó esto para poder rastrear...

—¿Qué ocurre? — cuestionó Fury ante el repentino y abrupto silencio de Hill.

 —Ésta máquina parecer ser el prototipo del dispositivo que utilizaron para encontrar el Tesseract. ¿Qué está haciendo aquí?

—Debieron subestimar su funcionamiento por la apariencia inútil que tiene.

—Según los reportes nunca antes se había activado. Es capaz de detectar singularidades en el espacio-tiempo, pero no de poder rastrearlas de forma precisa.

—Esa definición no suena nada bien... Si ésta cosa fue creada para rastrear la energía del Tesseract, el hecho de que se activara no puede ser una buena señal. La última vez que el Tesseract fue usado, un ejército de alienígenas salió de un portal en el cielo. 

—Llamaré al equipo...

El Futuro en el PresenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora