Decimotercera Parte

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Era difícil para Natasha mantenerse quieta y sin hacer nada durante mucho tiempo, por lo que para ella fue sumamente complicado quedarse sentada durante el traslado a Wakanda. No podía evitarlo, estar sin hacer nada la llevan inevitablemente a pensar y esos pensamientos prácticamente la obligaban a hacer algo al respecto.

Se quedó pensativa los primeros tres cuartos de la botella de vodka, después de eso no pudo evitar acercarse a uno de los computadores de la nave para empezar a trabajar. Tenía un millón de dudas, como todo el equipo y posiblemente el resto del mundo, pero por más que lo deseara no podía obtener todas las respuestas, aunque sí podía hacer algo al respecto con algunas de ellas, como el hecho de que Yelena Belova intentara conseguir una gema del infinito, a ella podía rastrearla y sacarle la información a la fuerza de ser necesario.

Después del sermón que Clint improvisó para Visión, el arquero decidió ayudar a su mejor amiga en su búsqueda. Y un rato después Barnes también se unió a la tarea de búsqueda, había pasado gran parte de las últimas décadas congelado, pero aún recordaba su entrenamiento y parte de los nuevos la trucos que había aprendido en el siglo XXI, además de que podía aprender rápido.

A pesar de tener a tres agentes altamente capacitados en búsqueda y espionaje, el progreso era lento y casi imperceptible. Posiblemente ese era el trabajo más complicado con el que cualquiera de los tres se haya topado antes, aunque ninguno estaba dispuesto a rendirse, en especial Natasha, quien estaba perdiendo la paciencia cada vez más rápido y no podía evitarlo, porque Yelena se había encargado de volver personal el problema entre ellas.

Romanoff no había tenido un ataque de rabia, no había insultado ni había golpeado nada o a nadie, pero al ver su rostro podían notar que quería hacer todo eso y más. Su reserva de alcohol se había terminado hace un rato gracias a Jessica y a Wanda. Por lo menos había aprendido algo nuevo sobre la sokoviana; aprendió que la castaña podía quedar prácticamente inconsciente después de cierta cantidad de alcohol.

Por otro lado, Jessica se mantuvo alerta todo el tiempo, espero el tiempo suficiente para que el alcohol hiciera efecto en su cuerpo y después volvió a esperar hasta que se sintió lo suficientemente sobria como para poder trabajar de una forma eficiente.

Jones se puso de pie y caminó hasta lo que era el área de trabajo, recubriendo una mirada de confusión por parte de la rusa—. Me gano la vida espiando —se justificó la detective—. Tal vez no lo haga de una forma mucho más profesional como ustedes, pero quizás les vendría bien una perspectiva diferente.

Natasha miró a Jones por un par de segundos antes de simplemente asentir como respuesta aprobatoria a su petición de unirse a la tarea de búsqueda.

Lamentablemente, la ayuda extra no le ayudó a relajarse y como el alcohol en la nave se había terminado, lo único que podía tranquilizarla en ese momento eran buenas noticias, por lo que encendió el micrófono de la línea de comunicación abierta que mantenían con el otro Quinjet.

—Helen, reporte —ordenó la rusa a través de su comunicador. Los primeros tres segundos pasaron en calma, no esperaba que respondiera de inmediato si se encontraba trabajando en algo, pero después de otros cinco segundos sin respuesta, Romanoff volvió a insistir—. Helen... Amadeus... —el silencio al otro lado de la línea siguió prolongándose. La rusa dirigió su mirada al arquero, quien también la estaba observando mientras esperaba una respuesta con un poco de preocupación.

—Bruce, ¿puedes escucharme? —habló Barton, intentando comunicarse con su propio comunicador al otro Quinjet—. Si alguien puede escucharme, responda.

El silencio volvió a prolongarse y fue entonces que todos comenzaron a preocuparse.

—Algo anda mal —comentó Natasha acercándose a la parte delantera de la nave para poder ver el radar en el panel de control—. Viajan junto a nosotros y no hay interferencia, la comunicación debería ser buena.

El Futuro en el PresenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora