Vigésima Cuarta Parte

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No considero que lo que pase en este capítulo sea un spoiler, pero dejaré la SPOILER ALERT por si alguien no va al día con la serie WandaVision ya que hago referencia a un hecho revelado en el episodio cuatro y tal vez eso cuente como un spoiler para algunos.

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Natasha había despejado su horario durante todo el día para poder ver la primera prueba que el equipo había preparado, lo que le había dado tiempo para un tiempo de entrenamiento decente y no los pocos minutos que podía conseguir cada tantos días entre todo el trabajo que le daba ser la Directora de S.H.I.E.L.D. y mantenerse al tanto de los integrantes del equipo que se encontraban fuera del planeta.

Después de unas largas horas de un entrenamiento intensivo en el que se le unió su mejor amigo para practicar su nueva fascinación por la espada con ella, ambos terminaron tomando una ducha en los vestidores del gimnasio para hacerles un favor a todos y evitar toparse a alguien de camino a sus habitaciones con el aspecto y el olor que tenían.

—A menos que me estés esperando ahí afuera para matarme, si no empiezas a hablar en los próximos segundos, esto comenzará a parecer extraño —comentó la rusa al cerrar el flujo de agua de la regadera.

—Sólo te estaba dando tiempo para que, ya sabes, hicieras lo tuyo —respondió Pepper—. ¿Desde hace cuánto sabes que estoy aquí?

—Desde que entraste; no eres tan silenciosa como crees —contestó Natasha mientras salía de la ducha con una toalla envuelta en su torso—. Y, por más que haga sentir halagada que estuvieras aquí sólo para espiarme mientras estaba en la ducha, algo me dice que esa no es la razón por la que estás aquí.

—Estoy aquí porque tengo ocho meses de embarazo y mi esposo está trabajando en los viajes en el tiempo con mi hija del futuro y también con los tuyos; así que creo que ambas nos merecemos un tiempo de chicas ahora que estamos libres de trabajo.

—Sigo sintiéndome ofendida por no haber estado en la boda.

—Ese es el tipo de cosas de las que te podrás quejar en nuestro almuerzo, el cual ya he preparado en la cocina... —dijo Potts mientras se levantaba de la banca se madera en donde se había sentado para esperar a la rusa—. Además, ya les hemos dicho que fue una decisión impulsiva, ambos estábamos vestidos con ropa deportiva y ni siquiera hubo anillos hasta después.

—Bien, pero sólo porque muero de hambre después del entrenamiento.

—Perfecto, no tardes —respondió Pepper antes de dirigirse a la salida de los vestidores.

Natasha sonrió al ver a su amiga marcharse porque durante los últimos meses casi se había olvidado lo que en realidad era ser su amiga, habían tenido muy pocas conversaciones que no fueran sobre trabajo con la colaboración de Industrias Stark y S.H.I.E.L.D. desde el chasquido; sin mencionar todo el torbellino de sucesos que fueron los meses anteriores a eso cuando los chicos habían aparecido en sus vidas y todo el asunto de los acuerdos de Sokovia todavía meses antes.

Sin perder más tiempo, la pelirroja se vistió con lo que tenía en su casillero, lo que consistía en otro conjunto deportivo para los entrenamientos, pero era cómodo y lo único que tenía a la mano, así que no se quejaría por eso.

Romanoff salió de los vestidores y se dirigió a la cocina unos minutos después sin ni siquiera molestarse en intentar avisarle a Barton de su partida porque sabía que el arquero se quitaría sus aparatos auditivos para ducharse y no la escucharía.

Un par de risas fueron audibles incluso desde el pasillo a unos cuantos pasos de la entrada a la cocina, lo que le indicó a la rusa que Pepper no estaba sola.

El Futuro en el PresenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora