Tercera Parte

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Para Clint la noche parecía pasar mucho más lenta cuando no estaba con su familia. Tal vez era el hecho de dormir solo, o quizás incluso que la cama fuera diferente afectaba en su ciclo de sueño. En cualquier caso, le costaba poder conciliar el sueño e incluso el silencio de la noche se sentía diferente. La envidia lo corrompía al ver como Steve podía dormir tan plácidamente en cualquier lugar, como el sofá de la habitación. Al no poder dormir lo único que podía hacer era pensar y sólo había algo de lo que tenía duda en ese momento: la extraña actitud de Natasha.

Sus pensamientos y teorías fueron interrumpidas por el extraño sonido de algo rompiéndose. Definitivamente eso no era algo normal en medio de la noche, por lo que su primera reacción fue salir corriendo para averiguar lo que ocurría. Abrió la puerta de golpe, sin molestarse en lo más mínimo en ser silencioso. La puerta se estrelló contra la pared y con el impulso restante se volvió a cerrar haciendo aún más ruido. En ese punto, Barton se encontraba en medio del pasillo, esperando escuchar algo más para poder identificar de dónde había provenido el ruido. La puerta de la habitación volvió a abrirse, dejando ver a un preocupado y recién despierto Steve.

—¿Qué pasa? —cuestionó el Cap.

—Algo anda mal...

El sonido de otro cristal rompiéndose llamó de nuevo la atención del arquero. Finalmente fue capaz de identificar el lugar exacto de donde provenía el sonido. Su nerviosismo aumentó al percatarse de que el interior de la habitación de Wanda era el origen del sonido del cristal rompiéndose. Inmediatamente pensó en la extraña actitud de Natasha y si eso tenía relación con lo que se sea que estuviera pasando dentro de esas cuatro paredes.

Entró a la habitación temiendo a lo que pudiera encontrar. La imagen que vio no fue para nada alarmante, por lo menos, no los primeros segundos. Le costó entender lo que estaba pasando, hasta que notó que un delgado hilo rojo de energía pasar de la cabeza de Wanda a la de Natasha. Ambas se notaban incómodas mientras dormían, pero la castaña era la que se movía en sueños y posiblemente era la que tumbó la lámpara de la mesita de noche.

—Wanda —la llamó en un intento por despertarla—. Tranquila. Despierta. Es sólo un sueño.

—¿Qué es lo que les pasa? —interrogó Rogers al no entender la extraña suruación.

—Están en medio de una pesadilla y no pueden despertar.

—¿Cómo las despertamos?

Steve se colocó al lado de Natasha y la movió levemente intentando despertarla, sin obtener resultados. La preocupación se notaba en su rostro. Miró a Clint con desesperación, con la esperanza de que él supiera qué hacer, sin embargo, el arquero se encontraba en la misma situación intentando despertar a Miximoff.

—Si no me equivoco, la pesadilla es de Natasha y Wanda sólo quedó atrapada con ella, así que debemos despertar a 'Tasha para que ambas puedan despertar.

—Nat, tienes que despertar... —dijo Steve, volviendo a sus esfuerzos por despertar a la pelirroja.

El arquero, por su parte, intentaba despertar por lo menos a Wanda que era la que parecía estar más asustada debido a que esas pesadillas eran nuevas para ella. Por las prisas Clint no tuvo tiempo de tomar su equipo, porque en ese momento una descarga eléctrica hubiera sido de mucha ayuda para despertarlas.

De pronto, Natasha despertó de golpe, sentándose en la cama y como un efecto dominó, Wanda también lo hizo, aunque notoriamente mas alterada y desconcertada. Inmediatamente después de que Wanda despertara, Clint comenzó a tranquilizarla antes de que hiciera algo imprudente con sus poderes.

—Tranquila, sólo fue un mal sueño. Ya todo está bien.

—¿Era un sueño? —cuestionó la castaña, confundida, mirando a su alrededor—. Pero no era mío —dijo, esta vez estando completamente segura.

El Futuro en el PresenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora