다섯

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Estaba muerta de miedo.

Tomé fuertemente la mano de la morena que me había brindando calidez, y confianza como nadie en este lugar lo había hecho.

— No tengas miedo. —colocó un mechón detrás mi oreja. Sonrió.

No podía dejar de verla, no quería. No quería ver hacia enfrente. No quería ver los rostros de todos lo hombres que esperaban ansiosos en comprarnos, o pagarnos una noche de sexo.

Mis piernas temblaban como nunca.

— No vayas a llorar, por favor, no lo hagas. —me dijo, cuando hacía presión en mi garganta.

— Tengo miedo. —susurré.

— Comparto ese sentimiento contigo. —sonrío preocupada. — Sólo se fuerte, y cree en ti misma.

"Como podrán ver, tenemos veinte hermosas chicas aquí en alineación. La persona que apueste la cantidad más alta, toma a la niña. Todas tienen un número, iremos por turnos. Escojan su favorita, y apuesten. Recuerden, el de mejor billete se la lleva."

"Apuestas arriba de quinientos mil dólares, señores. Vírgenes, arriba de un millón."

Se hizo sonar una voz de fondo explicando cómo se manejaría.

Respiré hondo, y finalmente miré al frente. Alrededor de unos sesenta hombres; viejos, y gordos. Esperando a follarse a una dama inocente.

"Número uno. Su nombre es Choi Eunjin, coreana, tiene 17 años, y cómo podrán ver, es hermosa. Afortunadamente es virgen. Empiecen sus apuestas, que gane el mejor."

— ¡Un millón y doscientos mil dólares!

— ¡Un millón y cuatrocientos mil dólares!

Los hombres alzaban sus apuestas.

Solo quería despertar, y creer que todo era una horrible pesadilla.

— ¡Un millón y ochocientos dólares!

"Wow, un millón y ochocientos dólares. ¿Alguien con nueve? 8 a las tres... 8 a las dos.. 8 a la una... ¡Vendida en un millón y ochocientos dólares! En seguida puede pasar por ella. Recuerde pagar una extra cantidad si la quiere solo por una noche. "

Observe como Eunjin bajó del escenario llorando.

— Sólo le puedo desear bendiciones. —habló una chica que estaba de mi otro lado.

Yoora era la numero diez. Era su turno, tomó fuertemente mi mano y yo recargué mi cabeza en su hombro.

No quería que se fuera, no merecía ser tocada por esos hombres.

" Número diez. Kim Yoora, 19 años, coreana. Tiene una bella piel bronceada. Lamentablemente no es virgen, lo siento señores. "

— ¡Ochocientos!

— ¡Un millón!

Después de otros tres hombres, mi compañera fue vendida en " Un millón y doscientos. " Observe su rostro, estaba llorando. Le di un fuerte abrazo y limpie sus lágrimas.

— Cuídate mucho. —le hablé. — Prométeme que te cuidaras.

Asintió. — Se fuerte. —acarició mi mejilla, y soltó mi mano para retirarse del escenario.

Era mi turno.

Jamás había deseado tanto morir.

" Número once. Ella es la hermosa Park YoungMi, coreana, dieciocho años de edad. Virgen queridos suertudos. Les deseo suerte, ¡y apuesten! "

— ¡Un millón y trescientos!

— ¡Quinientos!

— ¡Dos millones!

— ¡Dos millones y ochocientos!

" Dos millones y ochocientos a la una... A las dos.. "

— ¡Cinco millones! —gritó el chico que estaba encargado de las llamadas.

Mis piernas comenzaron a temblar, y mis ojos se expandieron. ¿Cinco millones? Era demasiado.

" ¡Vendida en cinco millones! "

Mire a mis compañeras asustada pidiendo ayuda. Hicieron ademanes con la mano en señal de que bajará del escenario, y esperara al hombre que me compró.

Cerré los ojos, me abracé a mí misma, y tragué saliva.

"Se fuerte YoungMi, se fuerte." Mi voz interna me decía.

Finalmente llegué bajo el escenario.

Las lágrimas no se hicieron esperar, pues sabían, sabía yo, que mi vida cambiaría después de dar un paso más.

ESTOCOLMO ;; k. sunwoo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora