ESTOCOLMO ;; k. sunwoo ✓

열넷

— ¿Entonces estarás aquí encerrada por siempre?

— No lo sé. —me encogí de hombros. — Tampoco sé que le ocurre a Sunwoo.

— ¿Sabes, YoungMi? Por una parte me alegra de que te trate bien e intente ponerte a salvo. A veces creo... Que te ama, pero no sabe como explicártelo.

— Yoora, —solté una risa. — Eso no es amor. ¿Dime quién carajos tiene encerrado al amor de su vida?

— Sunwoo. Y si te preguntas porque no te deja libre, es porque teme en que escapes y lo hundas en la cárcel.

— Es lo menos que se merece.

— Todos merecemos una segunda oportunidad.

— El perdió una segunda, y miles desde que me violó, desde que me secuestró. —solté una lágrima. — ¿Acaso los oficiales, cortes, y leyes están ahí porque quieren? Exacto, no.

— Él te salvó.

— ¡¿Por qué lo defiendes?! —me levante de la cama. — Jamás he visto que una víctima ame a su secuestrador o que lo defienda. Tienes que parar.

— Escucha YoungMi...

— No, escúchame tú Yoora. Personas como Sunwoo merecen hundirse en la cárcel.

— ¿Acaso tanto odio tienes hacia mi? —escuche su voz detrás mío, mis lagrimas se hicieron más continuas.

— ¿Es eso acaso una pregunta?

— Yoora, déjanos solos.

— ¿Por qué ella se tiene que ir? Si lo piensas bien, no hay nada que de qué hablar.

— Tal vez tú no tienes nada que decirme, pero yo sí. Yoora por favor.

Esta asintió y salió de la habitación. Sunwoo cerró la puerta y se acercó a mí.

— Si me duele que te refieras así de mi a mis espaldas.

— ¿Quieres que hable maravillas?

— Solo vengo a decirte que, —alzó su mirada, desconectándose de la mía, — eres libre. Puedes irte cuando quieras, la puerta está abierta.

— ¡Ahora juegas conmigo! —exalté.

— ¡No estoy bromeando! —imitó mi acción.

— Si me vas a ilusionar dejándome libre para después matarme, hazlo ahora.

— No te mataré, no me atrevo. — se acercó a mí. — ¿Sabes qué, YoungMi? No tengo el corazón tan podrido como tú crees.

— Claro que lo está. Y no sólo tu corazón, si no tú completo.

Apretó sus puños. — Ya eres libre... ¿No es lo que querías? Anda, ve, corre. Acúsame. Estoy dispuesto a pudrirme en la cárcel como tanto deseas, en dejar libre a todas tus amigas. Dejar atrás mi vida, mi dinero. Porque de eso vivo. Pero desde que llegaste tú, mis razones dejaron de ser las mismas.

— ¿Por qué intentas ser el bueno ahora? ¿Por qué te notó tan arrepentido?

— Porque te amo.

Mi corazón se aceleró como jamás lo hizo.

— Jacob te puede llevar a donde tú quieras. —tragó saliva. — Pagaré alimentos y hospedaje si es necesario. Pero ya lárgate.

Le di una fuerte bofetada. — Gracias por dejarme en claro que hay personas muy crueles en este mundo. —dije casi inaudible, a causa de mi llanto.

— Que te vaya bien, YoungMi. Que seas feliz.

— Es increíble la estupidez que estás haciendo por "amor". Arriesgando tu propia libertad.

— Ahora entiendes las estupideces que tengo que hacer por ti. —tomó mi mentón. — Nunca quise que esto pasara. Jamás creí que la chica quería tener a mi lado fuera una de mis víctimas. Si lo hubiese sabido, prometo que no lo fuese hecho.

— Te arrepientes muy tarde. Hablo de años. No tienes que sentirte mal por ser yo, hay más chicas que sufrieron y están sufriendo por tu jodida culpa. Eres un maldito imbécil sin piedad desde que aceptaste seguir los pasos de tu padre.

— Eso o morirme de hambre, YoungMi.

— Si me preguntas a mí, elegiría quedarme con el estómago vacío.

— ¿Es todo lo que tienes que decir?

— Oh, créeme Sunwoo. Tengo miles de cosas aún por decir. —lo acusé. — Pero mejor me voy antes de que cambies de opinión.

— ¿Por qué no me tienes miedo?

— Te tenía. Ahora lo que te tengo es lastima.

Choque mi hombro con el de él, y cuando estaba a punto de salir me llamó.

— Si te preocuparas por tu seguridad, te aclaró que jamás volveré a buscarte. —río sin ganas. — Jamás volverás a escuchar el nombre Kim Sunwoo.