ESTOCOLMO ;; k. sunwoo ✓

스물 셋

— ¿Qué sucede, amigo? Te noto muy preocupado estos días.

— No se nada de YoungMi. —suspiró. — Puede ser que este hijo de puta se haya ido con ellos muy lejos.

— ¿Con ellos? —Jacob alzó una ceja. — Encontré esto en el periódico, fue hace tiempo. Como puedes ver, asesinaron a Woonhoo. Muy probable que Younghoon lo haya hecho.

Sunwoo miró a su compañero preocupado. Woonhoo murió a manos de Younghoon. ¿Quién era el siguiente? ¿YoungMi?

— No, no, no... Es-esto no puede estar pasando. ¡Le hará daño! ¡Y yo no se donde carajos está! —Sunwoo hizo trizas el periódico.

— Tranquilo, Sunwoo. Conozco, bueno, conocemos a Younghoon. Sabes que nunca deja por nada del mundo a sus víctimas, así que si descubrimos donde esta él, sabremos donde esta ella.

— Me muero donde le pase algo. —soltó una lagrima furioso. — No me lo perdonaría.

— Sunwoo.. —Jacob se sentó alado de él, y lo abrazó. — YoungMi decidió irse con ese imbécil. Lo prefirió mil veces a él antes que a ti.

— Tenía sus razones.

— Oh vamos. Tanto tú, como Younghoon, le hicieron daño.

— Deberías callarte. Investiga donde esta YoungMi, si necesitas mas hombres, los consigues. Tienes 48 horas, si no, darte por muerto. —Sunwoo fulminó con la mirada a Jacob, y se dirigió a su bar por unos cuantos tragos.

— No tienes porque desquitarte conmigo. Solo intento que entres en razón. Ella no te quiere, Sunwoo. Le daría igual si la salvas o no, preferiría morir en manos de Younghoon que volver contigo.

Sunwoo lanzó el vaso de vidrio al suelo, y sacó su arma apuntando en la frente de Jacob. — Cállate de una puta vez y lárgate.

Jacob lo miro preocupado, y finalmente se largó. Una vez este solo, no resistió las ganas de llorar.

Bebió, bebió, y bebió. Una vez que ya estaba lejos de sus cincos sentidos, jugó música con un volumen bastante alto.

YoungMi

Despertó con un dolor de cabeza inmenso. No sabía lo que sucedía, no sabía la razón por la cual estaba en un lugar tan obscuro. Hasta que observó detalladamente y reconoció su propio sótano.

"Younghoon." Fueron las primeras palabras que salieron de su boca. Ahí recordó todo lo que ocurría. Fijó sus manos, no estaba atada, ninguna parte de su cuerpo. Se levantó, y cuando quiso caminar, se fue de lado a causa de un mareo inesperado. Sacudió su cabeza y se dirigió a la puerta. Decidió gatear, o caería de nuevo. Abrió la puerta, por supuesto que estaba cerrada. Tomó sus cabellos y los exploró en esperanza de encontrar algún bobby-pin que le ayudará; no pasó.

Tocó fuertemente la puerta y gritó el nombre del chico que la había dejado ahí. Nadie respondía, ni siquiera había ruidos para confirmar que había alguien ahí.

Younghoon

— Me alegro que hayas llegado. —abrazó a su compañero. — Necesito de tu ayuda, y urgente.

— ¿Qué ocurre?

— Si te cite aquí, es que necesito vender el departamento de YoungMi con algunas condiciones.

— ¿Ella te lo pidió?

— No. —inhaló. — la tengo encerrada en el sótano. —susurró. — Me tengo que alejar de ahí, o de otra forma Sunwoo sabrá que la tengo conmigo.

— Lo se, de hecho ya está sospechándolo de ti. Sabe tus movimientos, dijo que dónde estuvieras tú, estaría ella.

— Por esa misma razón. Necesito venderla o al menos que alguien cuide del departamento, con la condición de que habrá alguien allá adentro.

— Tengo a alguien, confía en mi. —estrecharon ambas manos. — Pero vete de ahí cuando antes, Sunwoo no tarda.

— Gracias, Jacob.

— No hay problema. Pero en fin, me tengo que ir, Sunwoo debe de estar muerto de ebrio.

— No se te olvide que cuando Sunwoo tenga planes nuevos, dímelos en cuanto antes.

— Seguro.

(...)

— Amor, ya llegué. —aviso Younghoon una vez pasando la puerta. — Te traje algo de comer, debes de estar muerta de hambre.

Se acercó a la puerta, y cuando sacó las llaves, la pensó dos veces. Abrió, y salió YoungMi con algo en sus manos, era un destornillador, pero esta esperaba lanzarse a Younghoon. Él fue más astuto, se colocó atrás de la puerta y esta se golpeó contra el suelo.

— Ni intentes en asesinarme. —le arrebató el objeto, y lo lanzó lejos. — No te até. ¿Así me pagas?

— Deberías de callarte.

— Siempre me ha encantado cuando me pones al tú por tú. —la levantó, y la pegó fuertemente a él. — Pero tienes que entender que no habrá escapatoria, tú serás mía, y de nadie más. Si quiero que mueras, seré yo quien te asesine. ¿Me entendiste?

YoungMi lo escupió. — Yo soy mucho más inteligente que tú, puedo salir libre un día de estos y tú ni cuenta te vas a dar. Este es mi departamento, y lo conozco mejor.

— No estaría tan seguro, amor. ¿Sabes? Debiste haberte cuidado más estos últimos años.

— Mi plan no era cuidarme, era alejarme de todo esto. Y tú, —señaló con la mirada. — todos ustedes volvieron. —sus ojos ahora reflejaban lágrimas. — No se que hice para que me tengas secuestrada otra vez.

— No, no.. ¡Tú sabes muy bien lo que hiciste!

— ¡No me puedes obligar a amarte!

— ¡Pero amar a Sunwoo, si, ¿no?! —YoungMi esquivó la mirada de Younghoon. — ¡Responde!

— ¡Estas mal! Eres un maldito enfermo... —sus fuerzas disminuyeron. — Yo nunca te hice nada malo, ni siquiera te acusé... Yo quería vivir felizmente de nuevo. Mataste a Woonhoo, ¿crees que no lo sé? Me lo arrebataste, así como mis ganas de vivir ahora. Así que si quieres asesinarme hazlo ahora, te lo suplico. —sus lágrimas comenzaron a caer.

— Si me fueses amado a MI desde el principio, todo sería diferente ahora, YoungMi.

— Entiéndelo, Younghoon. No pues obligar a alguien que te ame.

— No te hice daño. En cambio Sunwoo si, ¿por qué?

— Basta de mencionarlo.

— Te duele recordarlo, ¿cierto? ¡¿Es eso?!

— ¡Basta!

YoungMi se soltó, y cayó al suelo junto con Younghoon. — Perdón, pero yo no te amo.

— Sabes, sin tan solo lo intentases.

— Ese es tu problema, quieres que me enamore de ti y seamos felices juntos. Al contrario, si no sucede me matarás. ¿Ahora me crees que eres un enfermo?

— Si... Prometes no escaparte o intentar asesinarme, a cambio de que yo te deje libre de nuevo. ¿Lo intentarías con este enfermo?