— Te dejaré esto. —colocó una tarjeta encima del escritorio—. Cualquiera cosa YoungMi, no dudes en contactarnos. En verdad estamos preocupados por ti.
— No deberían.
— Se trata de ti, nuestra pequeña.
— No actúes como si me fuesen visto como una hermana todo el tiempo. Solo fui ganancia y una prostituta.
— No te llames así.
— Ustedes me hicieron así. Ahora lárgate Jacob, soy capaz de llamarle a la policía, no me importa si se trata de ti. Todo lo que me ayude a estar cerca de Sunwoo me conviene demasiado.
— ¿Cerca de Sunwoo? —rió—. Él está más cerca de lo que crees.
Jacob salió de la oficina y finalmente YoungMi respiró más tranquila. Estaba aterrada.
Fue por una taza de té para relajarse un poco, aquella escena la había tensado mucho. Y su mente no se detuvo para pensar muchas cosas;
"¿Cerca?"
¿A qué se refería con eso? Pensó. Tal vez ella estaba correcta y Sunwoo la espiaba desde hace un tiempo.
Eso la tensó aún más.
— ¿Como te fue en el trabajo?
— Jacob fue a verme. —lo soltó y Woonhoo la miró con una expresión exaltada.
— ¿El que es parte de esos hijos de puta?
— Si. —finalmente lo vió a los ojos—. Aclaró que quería protegerme, no solo él, si no también los demás... Y Sunwoo.
— ¿Protegerte de qué?
— YoungHoon.
— ¿Confías en ellos?
— Por supuesto que no... No confío en nadie.
— Significa que saben donde vivimos.
— Tal vez solo saben donde trabajo.
— Hasta crees.
YoungMi tomó su cabello desesperada. Woonhoo tenía razón, no debió conseguir un trabajo. Pero era una necesidad.
Sin decir nada más, se levanto del sofá y se dirigió al baño donde tomaría una ducha.
Su dolor de cabeza la estaba matando.
— ¿No quieres ir con tu mamá por un tiempo?
YoungMi sacó la cabeza de la bañera para poder observar a Woonhoo quien entró sordo a la habitación.
— Quisiera, pero llevo muy poco con mi trabajo. No puedo pedir unas vacaciones por ahora.
— Renuncia y consigue otro.
— Como si fuera tan fácil.
— Prometo que si te vas con tu madre, hablaré con mi jefe y le diré que si puede darte un lugar en la empresa.
— No podemos confiarnos.
— Lo prometo. Estará asegurado un lugar para ti. Solo aléjate un tiempo.
— ¿Significa que no vendrás? —cerró la llave al no seguir utilizando el agua.
— No, tenemos muchos proyectos por terminar.
— Mereces unas vacaciones también.
— Las pediré después. Pero mañana quiero que vayas a tu trabajo y las pidas. Si no resulta, bien, renuncia.
— De acuerdo. —le sonrió, y prosiguió con su baño—. Prepara la cena, muero de hambre.
— ¿No quieres salir hoy?
— ¿En la noche? Que ocurre contigo, creí que temías salir de noche conmigo.
— Será tú última noche aquí.
— ¿O sea que quieres celebrarlo, idiota?
Soltó una risa—. Para nada. Solo quiero disfrutarlo.
— Lo dices como si no nos volviéramos a ver jamás.
Ambos terminaron de arreglarse, y salieron al restaurante destinado.
Tomaron una mesa con vista a la ciudad, y hablaron de cosas mientras esperaban la cena. Una vez servida, brindaron y comenzaron a disfrutarla.
Hasta que llegó el momento donde todas las personas que se encontraban ahí, se retiraban al mismo tiempo.
Los novios se miraron extraños.
Un mesero les pidió a los de la mesa de a un lado algo, que fue inútil de escuchar. Esos mismos se levantaron furiosos, pero su expresión cambió cuando de nuevo el mesero les explicó.
Ahora este venía hacia a Woonhoo a YoungMi.
— Disculpa, ¿por que todos se están retirando?
— Señorita, usted no se preocupe que no debe de hacerlo.
— Pero todos se están levantando.. ¿Por qué nosotros si podemos?
— Lo verá cuando la última persona desconocida pise un pie fuera del restaurante.
El mesero los dejó. YoungMi miró a Woonhoo con una ceja alzada y le dijo:
— Salgamos de aquí, esto no me da buena espina.
Woonhoo asintió, y los dos entrelazaron sus manos para poder escabullirse entre la gente.
Pero el guardia de afuera fue más astuto, y tomó a YoungMi del brazo.
— Ustedes no pueden salir.
— Suéltela. —Woonhoo zafó la mano del hombre—. No se le ocurra volverla a tocar.
— Obedezcan entonces.
— No tenemos que obedecerle nada a nadie. Con permiso. —YoungMi de nuevo trato de poner un pie afuera, pero fue tomada por el guardia, y el otro, tomó a Woonhoo—. Déjenme o se arrepentirán de las consecuencias. —gruñó molesta—.
— ¿Y que nos harás, pequeñita? ¿Una golpiza? ¿Con esas manos de muñeca?
— Les pedí que los mantuvieran adentro, no que los forzaran de esa manera. Suéltenlos inmediatamente si no quieren sufrir las consecuencias como ella dijo.
— YoungHoon... —salieron inaudibles las palabras de sus labios—.
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ESTOCOLMO ;; k. sunwoo ✓
FanfictionSíndrome de Estocolmo: amor que desarrolla la víctima hacia su agresor. ©httpjm *HISTORIA SIN EDITAR* ⚠️DISCLAIMER⚠️ Esta historia contiene vocabulario fuerte y vulgar. Asesinatos, abuso sexual, prostitución, y drogas. Se requiere discreción. Est...