— ¿Por qué no me explicas lo que pasa? ¿Que viste allá fuera?
— Basta de preguntar, Woonhoo . —sorbió su nariz—. Quiero dormir.
— ¿Dormir? —rió—. Que manera de descartar mis preguntas.
— ¡Bien! —exaltó—. Te diré lo que pasa.
YoungMi se alejó de la puerta principal y se dirigió a la sala de estar donde Woonhoo caminaba detrás de ella siguiéndole el paso.
Tomó asiento aún con los ojos húmedos, y respiró profundamente, como si se fuese resistido en no hacerlo por minutos.
— Hoy en el restaurante... —habló por tiempos—. Vi a Younghoon.
— ¿A quién?
— Jamás te platiqué de él. —su voz se encontraba temblorosa—. Pero él era, o aún no lo sé si sigue siendo parte de ellos. Pero en fin... Estaba observándonos, hasta que notó que lo descubrí y salió disparatado.
— ¿Cómo venía vestido?
— Todo de negro. Tenía la capucha puesta y vestía un cubre-bocas. Pero aún así estoy segura de que fue él, sería incapaz donde me confundiera. Conozco esa mirada, altura, incluso estilo. Además, ¿por qué huyó?
— Creo que es mejor que vayamos con la policía ahora mismo.
— No.
— ¿Qué has dicho?
— Esperemos. Es bastante extraño que este sucediendo esto después de tres años, tres años desde la ultima vez que hablé con Sunwoo. Justamente ahora que comenzaré con un trabajo.
— Te estás exponiendo.
— Me están vigilando, Woonhoo.
YoungMi lo miró seria. Sabía de lo que se estaba tratando, y lo iba a averiguar.
— Nos vigilan. —la chica volvió hablar—. Obviamente ya saben que somos una pareja, y de que probablemente vivimos juntos. Quizás, hasta nuestra dirección.
— ¿En serio? —rió irónico—
— Por más estúpido que suene, lo es. Esos hijos de puta saben todo. Es así como a mí me secuestraron, Woonhoo... La verdad no tengo ni idea desde cuando, pero estoy segura de que nos persiguen desde hace tiempo.
— ¿Y qué piensas hacer después de que no le quieres comentar a la policía?
— La policía apesta y no sabe hacer nada. Nosotros podemos ser más inteligentes que toda una bola de idiotas armados. A lo que voy es, continuar con nuestra vida normal. Como que si lo que acabo de ver, no sucedió. Ignorarlos.
— Lloraste con tan solo ver a uno de ellos, tuviste miedo.
— Jamás dije que no lo tuviera. Tendré que controlarme y sobre todo arriesgarme.
— Se te hace muy fácil.
— Si logras apoyarme, tal vez. Tampoco quiero que mi madre sepa de esto.
— Claro que te apoyo. Pero lo único que no quiero, es que te suceda algo y yo no pueda estar ahí para protegerte.
— No me pasará nada, te lo juro. —se levantó, y conecto sus ojos con los del chico—. A pesar de todo, confió en Sunwoo. Sé que él no me haría daño.
— ¡¿Te estás escuchando?! ¡¿Cómo es posible que confíes en un idiota?!
— Me dejo libre porque me amaba.
— ¿Y qué te hace pensar que aún lo sigue haciendo? Tú misma hablaste en tiempo pasado.
— ¿Por qué volvió?
— Te recuerdo que viste a otro, no a él. Además de que ni tú sabes si ellos siguen estando juntos o no. —la tomó de los hombros—. ¿No te pones a pensar de que tal vez el este haciendo esto por su cuenta? Reacciona, amor. No puedes confiar en personas como ellos, jamás.
(...)
Habían pasado cuatro semanas desde la primera vez, tal vez última vista de Younghoon. No volvió a ocurrir algo similar ni extraño. YoungMi decidió seguirle el paso a Woonhoo, olvidarlos y comentarlo con la policía.
Su vida diaria continuaba tranquila. Ahora la justicia los buscaba como locos y con lujo de detalle. No querían perder ninguna pista que los haría acercarse más a ellos.
YoungMi se encontraba muy feliz con su trabajo, sabía cómo hacerlo, y la ayudaba a despejar su mente. Conocía personas todos los días, desde buenas, hasta malas. Incluso las humildes, y las que te miraban encima del hombro solo porque comprarían un auto costoso.
— Buenas tardes, ¿ya decidió que auto comprar? —su voz amable y contagiosa sonrisa fue disminuyendo al ver a la persona que estaba frente a ella—. Le voy a pedir que se retire si no quiere que llame a la policía en este momento.
— YoungMi, sabes que puedes hablarme de tu. No soy un desconocido.
— Le doy hasta la cuenta de tres.
— No vengo a hacerte daño, lo prometo.
— Uno.
— Solo escúchame, es por tu bienestar.
— Dos. —Jacob intentó acercarse a ella para evitar llamar, pero esta fue más rápida y alzó el teléfono listo para marcar—. Lárgate.
— Por favor escúchame.
— Tú deberías estar pudriéndote en prisión. No sé porque te estoy tanto tiempo.
— ¿Me lo merezco? Yo jamás intenté ni te hice daño. Siempre me preocupe por ti y por las chicas.
— Estando en esa mafia automáticamente te convierte en un delincuente. Los apoyabas, incluso ayudabas.
— Era mi trabajo.
— Del cual pudiste deshacerte.
— ¿Me escucharás?
— Tienes un minuto.
— Sea lo que sea. Si llegas a encontrarte a Younghoon, por favor, aléjate de él. Intenta vengarse de Sunwoo contigo. Quiere asesinarte. YoungMi, no queremos que te suceda nada. Tal vez no nos creas, pero ahora volvimos para protegerte. Él le advirtió a Sunwoo a través de una carta de que tuviera cuidado, que en cualquier momento podrías desaparecer.
— ¿Y a Sunwoo que le importa lo que me suceda? A le vale un coño si me asesinan o no. No tiene más obligaciones ni responsabilidades para preocuparse por mí.
— Te dejó libre por una razón, la misma del porqué el se encuentra haciendo todo esto.
ESTÁS LEYENDO
ESTOCOLMO ;; k. sunwoo ✓
FanficSíndrome de Estocolmo: amor que desarrolla la víctima hacia su agresor. ©httpjm *HISTORIA SIN EDITAR* ⚠️DISCLAIMER⚠️ Esta historia contiene vocabulario fuerte y vulgar. Asesinatos, abuso sexual, prostitución, y drogas. Se requiere discreción. Est...