스물 아홉

2.1K 198 114
                                    

Después de tanto.

Joder, pero después de mucho.

Finalmente estaba alguien que tenía sed de venganza, dispuesto a traicionar y terminar con aquella hermandad que solo buscaba dinero y placer.

Llegar al punto de tener que decapitar a uno de ellos,  para salvar a otro, el alfa.

Un cuerpo, por otro cuerpo.

Pero, ¿cómo explicar que acabarán con una hermandad que dejó de existir hace mucho tiempo?

Porque la hermandad dejó de existir, pero los miembros en el no. Ya era trabajo de ellos mismos en acabar uno por uno.

Bueno, dependía si permanecían juntos o ser el enemigo del otro.

La mayoría decidió ser hermanos, y dos, el enemigo.

Kevin poseía una hermosa estadounidense M4 Carbine junto Changmin, AK-74. Mientras que por atrás de ellos, no muy lejos, solo por si acaso, escondido; estaba Juyeon muy concentrado con su fiel austriaca Steyr SSG 69. Acompañado de Haknyeon muy temeroso con la bestia británica SA80A2.

— ¿La vas a dejar en paz? —Kevin alzó ambas cejas señalando a la chica. — ¿Ya te viniste o los esperamos?

— Sabes que resisto mucho. Regresa mañana, ten por seguro que también estaré acompañado.

— Já.. —soltó una risa. — ¿Acompañado de una cabeza sin ojos? —Kevin la pateó en dirección a Younghoon. — Vamos, YoungMi. No tengas miedo, ya estás a salvo. Sunwoo y tú.

— ¡¿Sunwoo está con ustedes?! —YoungMi inmediatamente quiso estar segura.

— Era predecible. —Younghoon tragó saliva molesto. — Vienen por el muchacho porque sin él, no tragan ni puta mierda.

— Tal vez. Changmin, —llamó a su compañero y enseguida señaló con los ojos para que pudiera cubrirlo mientras jalaba a YoungMi de la silla. — Entiéndelo, estás solo. Sin tan solo no hubieses actuado tan ardido no habría necesidad de estar haciendo esto.

— ¿Por qué tardaron tanto en volver? Hace tiempo los estoy esperando.

— Lo imaginábamos. Por eso nos tomó tiempo, y ahora el tuyo se acabó. Te vas a pudrir en el puto infierno, traicionero de mierda. —Kevin colocó el arma en su frente. Younghoon rodó los ojos. — Siempre quise hacer esto.

— ¿Amenazarme? —la ahora víctima paseó sus ojos de arriba a bajo hacia Kevin.

— ¿Amenazarte? —soltó una risa. — Matarte, hijo de puta.

— Te vas a quedar con la ganas. ¿Crees que soy estúpido? No me van a matar, me van a torturar hasta que de mí no quede nada. Y tardaron en regresar porque tenían que prepararse para venir con un plan. No podían ingresar a lo pendejo porque un mal paso y los que se morían eran ustedes. Admítanlo, soy más poderoso y difícil que el idiota de Sunwoo. Siempre fue así.

— No fue lo que pensó tú papi. —Kevin hizo un puchero. — Te jode el hecho de que él siempre, siempre, siempre prefirió y puso primero a Sunwoo antes de ti. A ti solo te adoptaron por un favor. Ah no, espera... —actuó cómo si estuviese recordando. — por lastima. Era obvio que tú jamás serías el favorito. O dime, ¿recuerdas a tú papá decirte que algún día serías dueño de todo esto?

Younghoon tragó saliva. — ¿Cómo supones que me dijera esas cosas si tenía cinco malditos años?

Nah... Nunca te lo dijo. Nunca le nació, nunca pensó en su hijo. Ahora mínimo se debe de estar retorciendo en el infierno. ¿También quieres que te recuerde? Por cómo estás actuando lo jodieron, creyéndose el mejor aquí. Pero una vez más el papá de Sunwoo siempre por un pie adelante de todos. Me imagino que ya viene de familia. ¿Ahora te queda claro que te quedaste solo por los actos de tu padre? Por estos mismos actos.

Younghoon lo devoraba con sus ojos con demasiada rabia. Había hablado de más, y no decía más que la verdad, lo que le provocó que le hirviera la sangre.  Kevin dio una última sonrisa, y le ordenó que se hincara ante él. Sin más opciones, Younghoon hizo lo pedido, y le ataron sus manos para sacarlo de ahí y acabar pronto con él.

Afuera ya lo esperaban lo que restaba de la hermandad y YoungMi. Los cabellos de esta volaban disparatados por el aire a causa del helicóptero que estaba detrás de ellos. YoungMi le dio una última mirada a Younghoon, y la subieron al aeronave.

La chica se fue acompañada de Haknyeon, y se retiraron de ahí. No podía saber que era lo que pasaría con Younghoon, la intrigaba mucho.

— ¿Dónde tienen a Sunwoo? —YoungMi preguntó después de unos largos minutos de silencio.

— Está con nuestro doctor. No saldrá de ahí hasta que esté en perfectas condiciones, pero se encuentra bien a lo que me informaron. —esta solo sonrió. — ¿Tú cómo estás? También te llevaremos ahí.

— No tienen que, lo mío no es grave.

— Imagínate como quedaría tu mejilla si se infectara.

— Me quedaría un hoyo horrendo. —rió bajito. — Para ser sincera, solo me interesa que Sunwoo se mejore.

— Si, estando el mejor podrán irse muy lejos por un tiempo.

— ¿Qué?

— Es lo que él quiere. Siempre quiso. —Haknyeon rió. — Nos dejaste en la ruina, YoungMi. Después de haberte secuestrado muchas cosas cambiaron. Pero a la vez estoy feliz por ello. Siempre me han dado miedo estas cosas, tiemblo al sostener un arma. Si estoy aquí es por obligación, y cuando Sunwoo mencionó que quería acabar con todo esto por ti, finalmente vi un túnel con salida. No quiero morir porque cientos de balas me atravesaron el cuerpo.

— ¿Alguna vez todos pensaron lo mismo que tú?

él negó. — Soy el débil aquí por tener corazón.

YoungMi sonrió triste. — Tal vez en un año o dos puedes estar haciendo lo que siempre soñaste. Eres muy joven.

— Me encantaría trabajar en un zoológico, me gustan mucho los animales. Después conocería al amor de mi vida en un viaje de expedición y tendríamos una hermosa familia.

— Lo tienes muy bien visualizado.

— ¿Piensas hacer una familia con Sunwoo?

YoungMi tragó saliva y se quedó en silencio por unos segundos. — No lo creo. —sonrió sin mostrar su dentadura. — Al parecer él desea huir conmigo, pero lo mejor sería que finalmente tomemos caminos separados.



Solo imagina procrear una familia con la persona que te secuestró. ¿Sería muy enfermo?

ESTOCOLMO ;; k. sunwoo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora