Capítulo 5

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- Querías que me vaya. Eso estoy haciendo - respondí a su pregunta.

- Huyendo nuevamente.

- Claro que no, sabes que tengo las mejores intenciones de arreglar esta situación.

- Quédate entonces - tomó mi maleta.

- ¿Por qué viniste?

- Sé como eres de impulsivo, te conozco Christopher.

Me quedé callado, no lograba entenderlo. ¿qué tipo de juego era este?. Lo hice pasar al departamento, estuvimos un buen rato en silencio, me sentía inseguro de que cualquier cosa que diga le molestaría u ocasionaría algún problema.

- Lindo departamento - rompió el silencio.

- Faltan muchos detalles y cosas por hacer, no sé por donde comenzar.

- Ya veo - miró todo - ¿necesitas ayuda?

- La verdad es que sí - respondí.

- Te ayudo.

- Que pretendes - solté de pronto.

- Nada ¿por qué debería pretender algo?

- Porque ya no eres el de antes.

- Gracias a ti, pero las cosas ahora serán a mi manera.

De plano ya no entendía nada ¿a su manera? ¿pretendía jugar conmigo?

- ¿Por donde quieres partir?

- Sígueme - me dirigí a la habitación.

Estuvimos discutiendo que hacer primero, como no nos decidimos él optó por acomodar mi ropa en lo que yo armaba la cama.
Acomodamos los muebles, limpiamos y quitamos todo lo que no pertenecía a la habitación.

- Mucho mejor - se sentó en la cama.

- Gracias por ayudarme, te debo una - me senté también.

- ¿La estrenamos? - posó su mano en mi pierna.

- ¿Qué? - pregunté confundido.

Me tomó el cuello y me acercó a él uniendo sus labios con los míos. Me recostó en la cama y se subió encima sin dejar de besarme.

- Que haces Erick.

- Shhh... - me volvió a besar.

Comenzó a moverse encima de mi provocando una alta excitación. Quité su camisa y la mía para ir entrando en confianza.
Cada vez mi miembro estaba más duro, necesitaba estar dentro de él, ya. Quitó la ropa que me quedaba e introdujo a mi amiguito en su boca dando algunas succiones que me tenían completamente loco.

Lo subí a la cama y despojé toda prenda de su cuerpo, extrañaba su piel suave, su aroma, todo. Repartí besos por todas partes y con mis manos hice movimientos hacia arriba y abajo para darle placer.

Me introduje en él despacio, no quería lastimarlo o algo por el estilo, podía ver como disfrutaba, con sus mejillas rosadas como de costumbre al tener relaciones con él.

- Me encantas - aumenté la velocidad de embestidas.

- ¡Ah! - dió un pequeño grito - alguién de verdad me extrañaba.

- Eres hermoso - besé su cuello.

Cambiamos de posiciones en repentinas ocasiones, la ventana de la habitación estaba empañada y yo al fin tenía a mi bebé conmigo, en mi.

Terminamos totalmente agitados, nunca habíamos tenido sexo tan intenso como esta vez, creo que ambos quedamos más que satisfechos.

- Tenemos que estrenar la casa entera ¡eh! - hablé.

- No te puedo negar que estuvo buenísimo.

- Conmigo siempre es bueno.

- Lograste quitarme las ganas - dijo de pronto.

- Cómo que quitarte las ganas - lo miré.

- Si men, todos tenemos necesidades ¿o me vas a decir que tu no te sacabas la acumulación allá con alguien?

- ¿tú si? - pregunté confundido - ¿te has estado acostando con alguien más?

Por ti - Chriserick (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora