- Gracias por este día - íbamos camino a los autos.
- Que agradeces, es lo que debería haber echo desde el principio, me volví un caprichoso - se detuvo sin sacar su manos de los bolsillos.
- Digamos que es culpa de ambos, no supimos pensar en lo que hicimos - me detuve dándole la espalda.
Sentí sus pasos aproximarse - estamos mejorando - me abrazó por la espalda.
Tiré mi cabeza un poco para atrás para sentir la de él, su respiración chocaba en mi cuello.
- No quiero soltarte nunca.
- No me sueltes - me gire - no me molesta - nuestras respiraciones se mezclaban por si solas. Se acercó un poco para unir sus labios con los míos, pero solo le dí un beso en la frente - vamos, se hace tarde.
- Eso no se hace - reclamó.
- Quiero acumular esos besos para otro momento. Déjate sorprender - mordí mi labio inferior.
Mientras conducía iba pensando en algo que quería hacer, quería darle una sorpresa a Erick pero no sabía si era muy pronto para hacerlo, esto podría cambiar nuestras vidas.
- ¿Lo hago? O ¿No lo hago? - me preguntaba a mi mismo esperando una respuesta.
Quizás era bueno esperar un poco, me gustaba sentir que Erick estaba dispuesto a luchar por mi, que es un chico fuerte y sensible a la vez.
Íbamos llegando a la ciudad, no estaba tan lejos el lugar. Tuve que llamarlo para ver qué hacer.
- Dime.
- No nos despedimos allá.
- Es verdad.
- Bueno, creo que será por aquí.
- Buenas noches Chris.
- Buenas noche Erick, que llegues bien y con cuidado.
- No te preocupes. Te amo.
- También yo.
Desviamos el camino, cada uno por su lado. Pero yo solo dejé que se adelante, mi objetivo era seguir con él.
Observé cómo guardó el auto y luego salió del garaje.
Toqué la bocina a lo que reaccionó de inmediato.
- Súbete - hablé para él. No lo pensó y eso hizo.
- Ya te creía en tu casa.
- Quiero que vayamos a un lugar, te traerá bastantes recuerdos.
Lo llevé al antro al que íbamos antes, me miró de inmediato - ¿Sabes que desde que te fuiste, no volví a pisar este lugar?
- Yo tampoco desde que llegué, pero no estaría mal entrar.
Bajamos y nos dimos cuenta que trabajaban los mismo de seguridad, los que me dejaban entrar con Erick. Nos reconocieron al instante.
El lugar era casi igual, con uno que otro cambio.
Erick dió un suspiro analizando el lugar - ¿Qué pasa? - pregunté.
- Nada, solo que recordé algunas cosas.
- Tenemos tantos recuerdos aquí, aventuras y locuras - le di un leve empujón.
Rió al saber a qué me refería.
- Ven - avancé para que me siga - ¿recuerdas que pasó aquí? - me referí al baño.
- Cómo si hubiera sido ayer - respondió.
Entramos y como siempre, no había nadie en el baño de hombres.
Le tomé la mano y lo llevé al último baño. Bajé la tapa del inodoro y me senté.
- Siéntate - le di unas palmadas a mis piernas en señal de que se siente en ellas - esa noche hice algo bueno y algo malo.
- Me negaste - bajó la mirada.
- Sí, una estupidez de mi parte, debo decirlo.
- Eras un gato.
- Exacto, era - respondí - ahora soy hombre de una sola persona.
Si había algo que lo ponía contento, era escuchar que solo era de él. No pude resistir tenerlo ahí y no besarlo, no era el mejor lugar, pero en ese momento solo me importaba él.
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Por ti - Chriserick (Segunda Parte)
Fanfiction- Erick - susurré en su oído. Sentí como se estremeció ante eso. Comencé a repartir besos por su cuello, su piel estaba tan suave que para mis labios era el paraíso. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-