Por ti - Chriserick (Segunda Parte)

Capítulo 7

Hoy era día de universidad para Erick, quería invitarlo a él y a sus padres a mi cumpleaños, por lo que fuí a buscarlo.

El lugar era bastante grande, lo esperé en la entrada hasta su hora de salida. Cuando al fin salió me acerqué para ayudarlo con sus cosas.

- Te ayudo - dije tomando algunos libros que llevaba.

- ¿Qué haces acá? - permitió mi ayuda.

- Vine a buscarte, necesito hablar contigo. Vamos, te digo en el auto.

Nos metimos al auto y nos fuimos.

- Quiero que tú y tus padres vayan a cenar con mi madre, con Richard y conmigo el viernes a las ocho de la tarde.

- ¿Cena familiar? - rió con sarcasmo.

- No juegues Erick - dije serio - ¿al menos sabes el porqué de la cena?

- Sí, es tu cumpleaños - respondió.

Me produjo alegría saber que al menos se acordaba de eso.

- Entonces...

- Le diré a mis padres ellos encantados irán.

- ¿Y tú?

- No sé si pueda ir, ya tenía planes para esa noche - respondió.

- Vaya - dije desanimado - pero un rato ¿no puedes? - insistí.

- No lo sé.

El resto del camino fue silencioso, esperaba que al menos si no iba me felicite, pero con él ya no se sabía nada.

- Gracias por traerme.

- De nada, avísale a tus padres - tomé su mano - intenta ir por favor.

No recibí respuesta alguna. Se bajó y no me fui de ahí hasta que lo ví entrar a su casa.

.........

Llegó el día, mi día.

Desperté cogiendo mi celular para ver si tenía algún mensaje de Erick, pero nada. Solo tenía mensajes de otras personas.

Fui a recoger el traje que me iba a poner en la cena, pasé por Richard y nos fuimos a casa de mi madre para prepararnos.

Dieron las siete y media, nos dirigimos al lugar donde hice la reserva. Luego de un rato llegaron mis invitados.

- Erick ¿dónde está? - pregunté.

- Me pidió que lo disculpes, tenía cosas de la universidad que hacer - respondió la señora Daysi.

- Oh está bien.

- Lo siento - susurró Richard.

- No te preocupes, suponía que no vendría.

La cena estuvo muy buena, a pesar de todo, me divertí mucho. Prácticamente me llenaron de regalos y eso me encantaba. Me cantaron cumpleaños feliz, me hicieron morder el pastel igual como si fuera un niño.

- Gracias por estar aquí conmigo - hablé para ellos.

- De nada vida mía - habló mi madre - te queremos mucho por eso estamos contigo.

Luego de un rato los padres de Erick se fueron junto con mi madre. Richard se quedó un rato más conmigo.

- Si quieres irte de fiesta, me avisas - sacó dinero.

- Deja eso, pago yo.

- Tómalo como otro regalo.

- Gracias bro y no te preocupes, que si me animo te llamo.

Cada uno se fue por su lado, quizás no era mala idea salir un rato, no tenía nada que hacer y mucho menos planes.

Abrí la puerta encontrándome con una luz baja en tonos naranjos, no entendía que pasaba.

- Estabas tardando - reconocí al instante esa voz suave.

- ¿Cómo entraste? - me sentí confundido.

- Eso no importa - avanzó hacia mi - Feliz cumpleaños - me brindó un cálido abrazo.

- Gracias bebé - lo elevé.

- Mira ven - tomó mi mano - ábrelo.

Era una caja grande y una pequeña, no sabía cuál abrir primero.
Quite el envoltorio de la grande y me encontré que era un televisor.

- Para que comiences a completar tu casa - habló - abre el otro.

Asentí y quité el envoltorio que adentro contenía una consola de videojuegos.

- ¡Hey gracias! - dije feliz.

- Sabía que te gustaría.

- Me encantó, de verdad ¡muchas gracias!

- Perdón por no ir, quería darte la sorpresa yo solo.

- Me hiciste sentir mal - hice puchero.

- Lo siento - se aferró a mí en un abrazo. Se sentía bastante bien tenerlo así, y sobre todo que le naciera hacerlo.