- Hagamos un viaje - dije ya en la cama con él.
- No puedo perder clases, sería perder materias - posó sus brazos en mi pecho, en lo que acariciaba su desnuda espalda
- Tienes esta semana libre.
- Pero vamos a un lugar dónde podamos estar tranquilos sin importar que nos vean.
- Cómo quiera el pequeño.
- Bueno, entonces nos vamos ¿cuando?
- ¿Por qué esperar? Mañana mismo.
- Me parece, necesito un descanso urgente.
- Será mejor que duermas, el lugar al que te llevaré queda algo lejos - con el cobertor tapé su cuerpo.
..........
Durmió durante todo el camino, se notaba bastante cansado por los estudios, era mi momento de distraerlo durante una semana.
- Llegamos - hablé sin lograr que abriera sus ojos - ¡LLEGAMOS!
- No quiero caminar - se quejó.
Bajé del auto en busca del equipaje y los llevé hasta la entrada de la casa en la que nos quedaríamos.
- Ven te llevo - me agaché para que se suba a mi espalda.
- Eres el mejor del mundo ¿Lo sabías?
- Sí - reí.
Era como llevar una pluma, realmente no pesaba nada este chico.
- Estás muy flaco bebé.
- Lo sé, pero no es mi culpa. Espera, espera - se bajó - ¿Dónde estamos?
- ¿Recuerdas que una vez te conté sobre una casa de campo que tenía mi familia? - lo abracé - estamos en ella.
- ¡Es grandísima! Y PARA LOS DOS SOLOS - produjo un eco en el lugar habitado solo por nosotros.
- Así es, hay una playa cerca por si quieres ir.
- Quiero entrar.
Esa felicidad en su rostro era más que suficiente para mí, sus ojos verdes que a veces se hacían más grandes de lo normal, su todo.
Por la noche nuestro panorama fue ir a la playa, caminar un rato para despejar nuestras mentes y apreciar el sonido del mar frente a nosotros. Sentado en la arena, abrazando al chico que quería me encontraba en estos momentos.
Sin más nada solté algo que quería decirle - quiero que seas mi novio nuevamente - el silencio se apoderó un momento de nosotros, quizás fui muy directo.
- Yo también lo quiero - Erick respondió a lo que dije sin soltarse ni un centímetro de mi.
- Solo que...
- Olvidemos el resto, lo que pasó...por favor no quiero hablar nunca más de eso - sonó seguro de sus palabras.
- Entonces ¿Quieres ser mi novio?
- Obviamente si - medio giró su cabeza para poder alcanzar los labios que ya eran propios y solamente de él.
- Te haré el chico más feliz.
- Creo que en todo este tiempo te volviste un romántico.
- Puede ser.
- Promete que pase lo que pase no te volverás a ir.
- Te lo prometo, te lo juro - tomé una de sus manos que estaban heladas por el frío.
Decidimos volver a la casa, pero esta vez tomados de las manos como los novios que éramos.
Erick estaba agotado por el viaje, por lo que acaricié su cabello hasta relajarlo y se quedara dormido.
Esta vez haría las cosas bien, incluso estaba dispuesto a decirle a nuestro padres nuestra situación y ya no ocultarnos por miedo a ser vistos. Quería una relación linda y sin ningún tipo de miedo.
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Por ti - Chriserick (Segunda Parte)
Fanfiction- Erick - susurré en su oído. Sentí como se estremeció ante eso. Comencé a repartir besos por su cuello, su piel estaba tan suave que para mis labios era el paraíso. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-