Decisiones.

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Dahyun.

Hoy momo me había invitado a salir a cenar pero realmente tuve que negarme no tenía dinero para pagarle a una niñera. Se ofreció a pagarlo pero de ninguna manera iba a permitir eso, fue muy insistente ¿Realmente quería salir conmigo bien?

Me puse hacer la tarea con mi hija, me alegraba que mi hija a su edad fuera la mejor de la clase. Sin ningún trato especial por su enfermedad. Cada día podía ver lo mejor que estaba y eso me hacía feliz. Era obediente, risueña, cariñosa y más que nada comprensiva. Ella veía como a sus compañeros siempre les regalaban cosas, juguetes, bicicletas entre otras cosas. Yo aunque quisiera no podía pero aún así ella no se deprimía. Se durmió, la cargue para llevarla a su cuarto, cerré la puerta con cuidado para no despertarla. Momo no tardaría en venir por mi, tendría que vestirme rápido. Lo que me agradaba de ella es que siempre era puntual, siempre era muy insistente... Ella aún no me había insinuado nada si le gustaba o no, a lo mejor solo quería ser mi amiga y yo pensando cosas que realmente no son.

Abrí la puerta y ahí se encontraba ella con una caja de chocolates. 

  — No te hubieras molestado— Sonreí, sujetando la caja.

— No es molestia para mi de ninguna manera— Dijo coqueteándome.

Me hizo una seña para ir directo al auto, en todo el camino me pude dar cuenta que me volteaba a ver muy seguido.

— ¿Tengo algo en la cara?— Bromee. 

— Para nada, te vez muy hermosa hoy— Me guiño el ojo.

No pude evitar sonrojarme ante tales palabras, no puedo creer que aún no tuviera novia o tal vez pretendientes. Me llevo al mismo restaurante que la otra vez, esta vez no estaba tan lleno como la vez anterior.

Me abrió la puerta del carro como ya era costumbre, no podría aburrirme de esto.

  — ¿Ya te sientes mejor?— Me veía a los ojos.

— Sí, últimamente me he sentido un poco estresada. Pero en estos momentos estoy bien—Sonreí.

Me di cuenta que su mirada era sería como si intentara decirme algo pero las palabras simplemente no salieran, comencé a ponerme un poco nerviosa. Cada vez se intensificaba más, debería decir algo para terminar con este silencio incomodo. Ella tomó mi mano.

  — Dahyun no sé como decirte esto pero es que desde el día que te vi entrando por mi oficina... Me llamaste mucho la atención ¿Me darías la oportunidad de tratarte?— Soltó al final. 

No sentía nerviosismo en sus palabras, realmente estaba muy segura de lo que estaba diciendo, en cambio yo realmente no sabía que sentir, pensar o responder en este caso... No quería lastimarla pero tampoco darle falsas esperanzas.

— Momo... Yo me siento muy alagada en verdad con todo lo que me dijiste pero no soy lo que necesitas en tú vida, tengo una hija... Ella es mi prioridad antes que nada— Respondí.

Su expresión cambió, no era la de alguien a quien acabas de lastimar. Era esa mirada de una persona que no consiguió lo que quería. La verdad me asustaba un poco.

— Yo entiendo, pero piénsalo ¿Si?— Respondió para luego comenzar a comer.

La cena si antes era un poco incomodo en este momento lo era aún más. Terminamos de comer, pago y nos fuimos. La verdad es que no quería hablar con ella, no sabía si afectaría a los tratamientos, no lo creó. Una cosa es la vida personal y la otra muy distinto el laboral, momo no era de ese tipo, eso quería creer. Cuándo me llevo a mi casa, me dio el dinero para pagarle a la niñera y se fue sin más. Me sentía un poco mal ¿He echo bien o me habré equivocado?    

Sana.

Me encontraba en mi habitación fumando un cigarrillo era una noche tranquila. Tzuyu se había ido a un club me había invitado pero realmente no quería ir. Escuche que mi celular comenzó a sonar y era momo, parecía molesta me dijo que venía para acá. No pasaron ni 10 minutos y ya se encontraba afuera de mi habitación.

Cuándo abrí pude notar su enojo en ella, creó que no había tenido una noche buena, significada dos cosas o la dejaron con las ganas o la habían rechazado.

  — Wow ¿Que tienes?— Pregunté ofreciéndole una cerveza que acepto.

  — Una chica se atrevió a rechazarme a mi— Gruño molesta— Como se atreve...

En el tiempo que he conocido a Momo, nunca nadie la había rechazado también para mi era una sorpresa, se le había ido su récord de cero rechazos.

— ¿En verdad te gusta o solo quieres tener sexo con ella?— Pregunté curiosa.

  — Sexo, no querría salir con alguien con hijo, eso es un problema. Tengo solo una atracción por tener sexo con una madre soltera. 

Quería preguntarle sobre Dahyun y que paso esa noche, no creó que se vea sospechoso. Momo no sabe que ella es mi esposa, los únicos que lo saben y la conocen es mi familia.

— ¿Y con la chica que llevaste a la fiesta paso algo?— Baje la mirada.

  — No ¿Porqué? Es la que me acaba de rechazar— Respondió.

Así que la había rechazado... Entonces esto quiere decir que debe conocer a la hija de Dahyun... Eso quiere decir que esta enferma pero ¿De que? ¿Realmente es algo malo? Los programas son de diferentes van desde pequeñas enfermedades hasta enfermedades letales. Esto comenzaba a preocuparme un poco.

— ¿Conoces a su hija?— 

— ¿Por qué tanto interés? ¿A caso también quieres tener sexo con ella?— Su voz era molesta.

 Bebí mi cerveza para poder hacer como si no escuché lo que me había preguntando. Veo que tendría que averiguarlo por mi sola ya que no contaba con su ayuda, eso solo generaría preguntas. 

Comenzamos a beber y a platicar sobre cosas del pasado recordando viejos tiempos. En un cerrar de ojos momo ya se había quedado dormida. Se nota que no tolera el alcohol. 

Mañana comenzaré a investigar para averiguar si es realmente mi hija.

Te odio (SAIDA)  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora