Decidida.

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Dahyun.

Ya era otro día, había intentado marcar pero cuándo quería llamar simplemente mi mano no reaccionaba, había perdido la cuenta de cuántas veces lo había intentado. Cuándo por fin lo logré, comenzó a sonar y mis nervios aumentaban.

  — Bueno— Se escucho la voz de una mujer.

— ¿Sana?— Susurre.

— ¿Quién eres? ¿Qué asuntos tienes con mi querida novia?— Sonaba irritada.

— ¡Eh! Ninguno. ¿Podrías pasarle mi llamada?— Dije avergonzada.

— No, será mejor que dejes de molestar. No sé quien eres pero no quiero volver a ver que le llamaste. No me conoces enojada y no querrás hacerlo— Colgó. 

Me había colgado, que mal educada era. Si algún día la vuelvo a ver creó que le daré un golpe. Intente hablar de nuevo pero me había bloqueado... Esto complicaba aún más la situación. 

Me fui directo al hospital para ver como seguía mi pequeña y que noticia tendrían de ellas. Intentaba que me viera feliz para que no se pusiera más triste, aún ella seguía sonriendo como siempre a pesar de su estado. Me había encontrado a Momo, me había regalado una flor. Tenía que arreglar el mal entendido pero será después.

  — ¿Alguna noticia?— Pregunté asustada.

  — Solo que poco a poco esta empeorando ha tenido mucha fiebre. Tiene que ser rápido, hemos intentado buscar sangre compatible pero no es fácil— Mustió— Lamento que no puedes pasar a verla hoy—.

 Malas noticias, toda mi vida me he rodeado de pura mala noticia. Me despedí de Momo para irme a sentar a una de las bancas fuera del hospital. Tomé mi celular, le marque a chae, quien en seguida contesto.

  — Chae, no sé que hacer. La novia de Sana no me deja hablar con ella y Senia ha empeorado— Comencé a sollozar.

— Tranquila Dubu, le diré a Mina que la localice— Dijo tranquila. 

— No chae, es asunto mío. Tengo que ser yo quien se lo diga— Susurre.

— ¿Porqué no la vas a buscar? Creó que es algo que deben de hablar en persona— Dijo.

— No tengo dinero para comprarme un boleto e irme ahorita mismo. Aparte no sé si sigue viviendo en el mismo lugar— Mustié.

— No te preocupes por eso, yo te ayudaré. Le diré a Mina que me de la dirección y te lo enviaré—Colgó.

No sería mala idea, tenía razón, era mejor arreglarlo en persona. No tardo y chae me había mandado la dirección, también me había depositado un dinero, parecía que ella estaba más emocionada que yo.

Caminé para tomar el metro e irme a mi casa. Tenía que preparar mi equipaje para irme.

Japón espera por mi.

Sana.

Me encontraba en mi oficina con la rutina de todos los días. Había mantenido mi mente ocupada para no pensar sobre eso, y lo que debería hacer. No quería regresar a corea, mi madre no puede enterarse que me encontré con Dahyun, tenía miedo de que quisiera hacerle algo. Ya era un poco tarde, iba a ir a desayunar cuándo Tzuyu me detuvo, comenzó a besarme, intente separarla pero me deje llevar al final. Mi asistente toco la puerta, me dirigí abrir, tenía que ir hablar con uno de los inversionistas, le dije a Tzuyu que me esperara y ella asintió.

Solo era una pequeña información para la nueva campaña que lanzaríamos. Cuándo ingrese a mi oficina vi que sostenía mi teléfono, me dijo que nada más quería ver la hora pero no le creí. Me dijo que un numero extraño me había llamado y eso era todo.

  — ¿Quién llamo?— Le pregunté.

— Nadie importante, olvida eso. Vine a divertirme— Sonrió.

Me senté, tzuyu se había sentado en mi regazo, me rodeó con sus brazos al rededor de mi cuello y comenzó a besarme, la sujete de su cintura, comencé a acariciarla pero decidí terminar el beso.

— ¿En serio no era nada importante?— Volví a preguntar. 

Ignoro mi pregunta. Comenzó a desabotonar mi pantalón, bajo mi boxer. Sujeto mi miembro, comenzó a lamerlo, solté un gemido ante tal acto. Paso su lengua en la punta, ya se estaba poniendo duro.

  — Veo que ya se despertó bien— Dijo con una voz seductora.

Comenzó a meterlo en su boca, al principio fue lento pero ahora había aumentado su ritmo. Intente no gemir muy fuerte porque alguien podía oírnos pero Tzuyu no me lo estaba dejando fácil.

  — Tzuyu para, tengo una reunión dentro de 10 minutos— Dije jadeando.

No tenía la intención de parar, lo estaba disfrutando. Aunque quisiera terminar no podría. La castigaría más tarde. Ya lo había sacado de su boca y comenzó a reírse.

— Esto es muy divertido, Deberíamos hacerlo más seguido aquí ¿No?—Dijo susurrandome al oído.

  — Para ti lo es para mi no tanto, dime como explicaré tremendo bulto entre mis piernas— Sonaba algo molesta.

Comencé a subirme el pantalón, mientras Tzuyu se arreglaba. Pude notar una pequeña marca en uno de sus hombros.

— ¿Quién te hizo eso?— Señale aquella marca rojiza.

 — ¿Desdé cuándo te tengo que dar explicaciones? ¿Estas celosa?—Dijo sínicamente.

  — ¿Celosa? La verdad es que no. Pero no quiero que salga por todos lados que me has puesto el cuerno.

— Vamos bebé, tranquila eres mi juguetito favorito, no te engañaría  — Me dio un beso en la mejilla y se fue.

La verdad es que si me llegará a engañar poco me importaba. Me puse a pensar en demasiadas cosas, tomé mi celular para ver el numero el cuál me había llamado pero no había ninguno en el historial. No creo que Tzuyu me mienta, no tendría porqué, decidí solo ignorarlo. 

Hoy fue un día agotador, tuve muchas reuniones, necesitaba tomar vacaciones. Me encontraba en la sala de mi departamento. No pude evitar sacar la carta, a veces cuándo me sentía la leía, no entendía el porqué pero eso hacía. De momento a otro recordé el beso de Momo con Dahyun ¿Ya se habrán acostado? Tenía tantas preguntas pero el sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, había llegado Tzuyu. La castigaría por el incidente en la mañana, no me contendré esta vez.

Te odio (SAIDA)  G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora