Butterfly 🦋 Kaneki/Haise

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[Stronghold – Distrito 6]

Kaneki, Banjou y Tsukiyama estaban sentados en los sofás, platicando. Hinami estaba en su cuarto leyendo, y los subordinados de Banjou veían televisión.

– Vi a Tn-chan ayer –dijo Kaneki.

Ambos mayores lo miraron con curiosidad y algo de sorpresa.

– ¿Te dijo algo importante?

– No realmente. Se enteró lo que pasó en el Restaurante Ghoul.

– ¿Cómo?

– Alguien le contó, pero no dijo quién. Sólo me dijo que, al ser hermana de Rize, se entera de las cosas.

– ¿No te dijo nada de ella?

– No. Dijo que mantenía una posición neutral, así que no daba más información de la necesaria, y...que adoptó esa posición después de que varios la buscaron por culpa de Rize.

– Entonces no nos dirá nada.

– Parece que no.

– ¿Le dijiste lo de Gil? –preguntó Tsukiyama.

– Le pregunté, pero...me dijo que eso no debe importarme.

– No nos dirá nada...

– No.

– Tn-chan tiene una posición neutral, y es la única que puede decirnos algo sobre Rize-san –suspiró.

– Encontraremos otra forma. Iremos por Kanou.

– Hablaremos con Madam A.

– Quiero hablar con la enfermera que trabajaba con él, tal vez sepa dónde está.

– Claro.

– Necesitaré una peluca negra.

– La conseguiré –sonrió.

– Entonces... ¿Dejamos a Tn-chan en paz? –preguntó Banjou.

– En realidad...me gustaría seguir en contacto con ella.

– ... –sonrió de lado.– No la verás por Rize, ¿Verdad? Ella te interesa.

– ...Un poco –volteó la mirada, ocultando su leve sonrojo.

Tsukiyama rió, sabía lo que significaba ese "un poco".

[Semana siguiente]

Tn estaba recostada en el banco de madera del parque, jugueteando con las mariposas que revoloteaban a su alrededor. Kaneki llegó y se acercó a ella, cargaba dos cafés en sus manos.

– Tn-chan –llamó.

– ¡Oh! –se incorporó.– Kaneki-kun –sonrió.

– Lo siento, ¿Te hice esperar?

– Para nada –bajó las piernas del banco.

Él sonrió y se sentó junto a ella, entregándole uno de los cafés.

– Ah...Gracias por aceptar venir.

– Está bien, no tenía nada qué hacer. Ya terminé mis exámenes.

– Vas a la universidad, ¿Cierto? –ella asintió.– ¿A cuál?

– Kamii.

– ¿Ah? –exclamó con sorpresa.– Y-Yo iba a Kamii...

– Lo sé –sonrió.– ¿Qué estudiabas?

– Literatura japonesa.

– Genial.