Butterfly 🦋 Kaneki/Haise

🦋 37

– Ah...Ese collar...es muy ¿bonito? –sonrió, algo nerviosa.

– Sí, pero... ¿Lo recuerdas?

«Di que sí. Di que sí. Di que sí...Por favor, di que sí...», pidió, con cierta desesperación.

– Ah...Y-Yo... –tragó saliva, sin despegar los ojos de aquel dije de mariposa.– Ahm...

– Por favor... –murmuró.

– ...

<<Flash Back>>
Tn estaba recostada boca abajo entre las flores, jugueteando con las mariposas a su alrededor. Kaneki la observaba con su sonrisa de enamorado; metió su mano en su bolsillo, tomando una pequeña caja que guardaba ahí dentro. Se acercó a ella y la llamó. Ella giró y sonrió, incorporándose.

– ¿Qué sucede?

– Tengo algo para ti –se arrodilló frente a ella.– Como ya te dije, somos jóvenes aún como para casarnos, pero...quiero darte algo, como muestra de nuestro amor... –sonrió, sonrojado.

Ella lo miró curiosa, pero con un sonrojo. Kaneki sacó la pequeña caja blanca de su bolsillo y la abrió, enseñando un bello collar de plata con un dije azul de mariposa, decorado con pequeños diamantes y piedras azul celeste. Los ojos de la chica se abrieron con sorpresa, mientras cubría su boca con ambas manos.

– Es...Es hermoso... –sonrió.

– ¿Te gusta?

– ¡Mucho! –rió.

– Me alegra –rió.– Date la vuelta, te lo colocaré.

– ¡Sip!

Ella giró y levantó su cabello. Él tomó el collar y se lo colocó a su chica, dejando un pequeño beso en su nuca al terminar de abrocharlo, provocando una risita por parte de ella.

– Es hermoso, en serio... –se giró, mirándolo.– Gracias –sonrió.

– No es nada –sonrió y la besó.

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Tn llegó a aquella azotea y se acercó al borde, observando hacia abajo, realmente estaba alto. Tomó aire y sacó su teléfono, enviándole un mensaje a su novio, su "carta de suicidio"; tras esto, guardó el teléfono y sacó el collar que se ocultaba bajo su camisa, lo observó un momento y lo arrancó, lo dejó caer al suelo y subió al borde de aquella azotea.
El chico llegó, aterrado, y tras rogarle, al borde de las lágrimas, de que no saltase, ella lo miró, le dijo "te amo" y saltó. Él gritó, intentó ir tras ella pero su cuerpo no respondió, y cuando lo hizo ya era tarde; lloró, gritó y se maldijo a sí mismo por no haber podido evitar aquella tragedia, y entre ello logró ver aquel collar de mariposa que le había regalado a su amada novia hace años. Lo tomó y tragó en seco, comenzando a llorar mientras veía esa mariposa de plata.
<<Fin Flash Back>>

– Tn... –murmuró con un hilo de voz.

– Yo...Sí...eso creo... –lo miró.– Ken...

– ...S-Sí... –sonrió, dejando a sus lágrimas correr de nuevo.

– ... –sonrió.– ¡Ken!

Se abalanzó hacia él, abrazándolo con fuerza mientras sus ojos se cristalizaban. Kaneki la abrazó con fuerza, comenzando a llorar. Estuvieron en silencio por largos segundos, abrazándose.

– T-Tn...te extrañé...te extrañé tanto... –sollozó.

– Yo...Lo siento, Ken. Sufrí de amnesia y no te recordaba...perdón.

– No te disculpes. Es más, tú predóname a mí por...por haber arruinado tu vida, por arrastrarte conmigo a mis problemas, por no haberte protegido...por poner a los demás antes que a ti...Lo siento muchísimo... –sollozó.– Perdón. Perdón. Perdón.

– Ken –se separó un poco de él y tomó su rostro.– Está bien. Te perdono –sonrió.

– Tn... –secó sus lágrimas y tomó sus manos.– Te amo.

– También te amo.

Volvieron a abrazarse, hasta que Kaneki recordó el motivo que lo había llevado hacia allí.

– Los chicos... –murmuró.

– ¿Qué?

Se separaron, para mirarse.

– Yo...iba al Distrito 24, donde nos estamos ocultando con Cabra.

– ¿Cabra?

– Es una organización que yo formé con todos los ghouls.

– Oh. Lo recuerdo, el criminal HS. Lo vi en las noticias.

– Sí, ah...Iba a ir porque...tuve un mal presentimiento...

– ¿Vas a dejarme de nuevo?

– ...Lo siento mucho.

– ... –negó con la cabeza.– Deja de disculparte. Siempre te disculpas, pero nunca cumples lo que prometes...o bueno, lo que me prometes a mí.

– Tn, yo-

– Olvídalo –lo alejó.– Debo irme a casa –abrió la puerta del vehículo.

– Tn, espera –tomó su mano.– Por favor...Tn, mi amor, mi mariposa, por favor no te enojes...

– ...Debo irme a casa –repitió.

– Tn-

– Adiós –se soltó, subió y cerró la puerta.

– ¡Tn espera! –golpeó la ventana.– Tn, escúchame. Por favor, dame una oportunidad.

Ella rodó los ojos y bajó la ventanilla hasta la mitad.

– No te vayas. No te cases con él. Tn, por favor...

– Tú pides y pides, pero no haces nada –lo miró, seria.– Ahora recuerdo por qué salté de esa azotea.

– Ah. Y-Yo...Está bien, mira. Te prometo algo.

– ¿Y ahora qué?

– Yo...iré a ver si realmente ocurre algo allí o no, y si no...te llamaré para que nos veamos y te llevaré conmigo. Viviremos juntos de nuevo y viviré sólo por y para ti. Lo prometo. Te amo, y quiero vivir...vivir y protegerte...por siempre...

– ... ¿Y por qué no me llevas contigo ahora?

– Porque...si realmente ocurre algo ahí, entonces tú deberás pelear y...y no quiero...Tn, ya no quiero que pelees. Quiero que estés tranquila, que vivas tranquila...Quiero protegerte...

– ... –suspiró.– Bien. Te daré una oportunidad más, Ken Kaneki. Pero si me fallas de nuevo...me casaré con Souta.

Él tragó duro y asintió, con miedo. Tn sacó una libreta y anotó su nuevo número, le entregó el papel al chico y encendió el auto.

– No te fallaré, lo prometo. Aprovecharé esta nueva oportunidad –sonrió.

– ...Eso espero.

– Te amo.

– ...Lo sé... –lo miró.– Yo... –se sonrojó.– Yo también te amo.

Kaneki sonrió y se inclinó dentro del auto, para besarla; ella correspondió. Cuando se separaron, él sonrió y ella volvió la vista hacia adelante.

– Estaré...esperando tu llamada, Kaneki...

– Sí. Lo prometo. Lo haré bien –asintió repetidas veces.

– Más te vale.

Kaneki se alejó del auto, mientras sentía como su corazón saltaba, casi saliendo de su pecho. Tn subió la ventanilla y comenzó a conducir, regresando al apartamento de Nimura. El albino suspiró y, tras colocarse nuevamente su máscara, volvió a correr hacia el Distirto 24, donde, tal como había intuido, algo grave había ocurrido.