Butterfly 🦋 Kaneki/Haise

🦋 7

[Sábado]

[Apartamento de Tn – Distrito 20]

Tn se levantó temprano como todos los días, bebió un café mientras veía el noticiero, y al mediodía realizó una rápida limpieza, se duchó y se vistió con algo cómodo, para luego sentarse en el sofá a leer mientras su cabello se secaba. Más tarde, se visitó con una blusa blanca y una falda purpura de tiro alto que llegaba a sus rodillas, además de largas medias blancas y un par de zapatos negros. Al estar lista, tomó un largo saco negro y su bolso negro y salió, yendo a casa de Kaneki.

[Stronghold – Distrito 6]

Llamó a la puerta y esperó. Rápidamente, Kaneki le abrió.

– Tn –sonrió.– Hola, bienvenida.

– Hola –sonrió.

– Te ves bonita... –soltó.– Ah. Lo siento, pasa por favor –se hizo a un lado. Ella rió.

– Gracias –pasó.– Y gracias por el cumplido –lo besó.

Kaneki sonrió y cerró la puerta, para luego tomar las manos de su novia y besarla.

– Vamos, Hinami está ansiosa por conocerte –rió.

– Claro.

El albino sujetó la mano de su novia y la llevó a la sala, donde estaban todos conversando.

– Chicos, miren quién llegó.

Todos se levantaron rápidamente para saludar a Tn.

– Banjou, Jiro, Ichimi, Sante –sonrió.– Buenas tardes.

– Hola Tn-chan –sonrió el pelinegro.

– Hola –saludaron los tres hermanos.

– Es un gusto verte.

– ¿Dónde está Hinami? –preguntó Kaneki.

– En la cocina, quiso preparar ella el café para todos.

– Ya veo –sonrió. Miró a su novia.– Dame tu saco y el bolso, los guardaré.

– Gracias –sonrió.

Tn le entregó su bolso a su novio, luego se quitó el saco y también se lo entregó. Él sonrió y fue a colgar aquellas cosas.

– Iré a avisarle a Hinami –dijo Sante, yendo a la cocina.

– Te...Te pareces mucho a Rize-san... –comentó Banjou.

– Ah...Sí, lo sé...

– Físicamente, sólo te diferencia el cabello.

– Ey –le dio un codazo.– No la compares así –regañó Jiro.

– L-Lo siento –rió nervioso, rascando su nuca.– Perdón, Tn-chan.

– Está bien, no eres la primera persona que me dice eso. Además...mi cabello era igual al de mi hermana antes.

– ¿De verdad? –preguntó Kaneki, llegando.

– Sí –lo miró.– Tenemos el mismo color, físicamente somos como...gemelas...

– ¿En serio?

– Sí. Cuando mi hermana comenzó a meterse en problemas cambié mi color de cabello, no quería que alguien me confundiese con ella.

– Entiendo... –sonrió.– Te ves bonita con cabello castaño.

– Gracias –sonrió.

– ¡El café está listo! –gritó Hinami, llegando con una bandeja con 3 tazas de café. Tras ella venía Sante, con una bandeja con 4 tazas.