Butterfly 🦋 Kaneki/Haise

🦋 41

Kaneki salió de la sala donde habían dejado a Saiko descansar, y fuera se encontró con Tn. Ambos, al verse, se acercaron mutuamente.

– Tn...

– Ken...

– Al fin puedo volver a tomar tus manos –sonrió mientras le tomaba las manos. Ella rió.

– Bueno...tomaste mis manos la última vez que nos vimos en el Distrito 12...y ahora cuando volvíamos, así que...

– Lo sé –rió.– Es que...se tiente tan bien. Tu piel es suave y blanca, parece porcelana.

– Gracias –rió.

– Tn...De verdad quiero casarme contigo, así que... –se arrodilló frente a ella.– ¿Te casarías conmigo?

– Ken... –rió, sonrojada.– Por supuesto –dijo emocionada, mientras asentía con la cabeza.

– Gracias –se levantó y la abrazó.– Te amo.

– Te amo también –sonrió correspondiendo.

– Eso significa que...tu compromiso con Furuta queda anulado, ¿Verdad?

– Claro que sí –rió.– Prometí no volver a usar el apellido "Washu", además...sólo quiero ser la sra. Kaneki.

– Lo serás –rió.– Sabes...Le pregunté a Touka cómo se casan los ghouls, así que...cuando todo esto termine, quiero que tú y yo tengamos una boda al estilo ghoul.

– Acepto.

Permanecieron unos segundo en silencio, sólo abrazándose. Hasta que él murmuró:

– Ya quiero que el día llegue...

– Llegará...sólo hay que acabar con ese oviducto y salvar la ciudad.

– Lo haremos...

– ...Ah. Por cierto –se alejó un poco para poder mirarlo, pero sin soltarse.– Estabas buscando a Nagachika, ¿Cierto?

– Uhm. Sí.

– Lo vi subir hace un momento, cuando venía para acá. Probablemente te está buscando.

– Gracias, Tn –sonrió.– Al fin nos vamos a reunir otra vez.

– Sí... –sonrió.– Ve. Debe extrañarte, tanto como tú a él.

– Sí, lo haré –la besó.– Te amo, mi mariposa.

– Te amo también, mi rey –rió.

Tn y Kaneki se besaron una vez más y luego se separaron. Él se dirigió a la azotea, en busca de Hide para por fin reunirse con él.

[Horas después]

Kaneki y sus compañeros de Cabra se reunieron con Kimi, Hide y Urie en una sala, donde la joven investigaba la masa de kagune que cubría ya varios distritos, y los monstruos que salían de ella. Tn también estaba allí. Todos hablaban de la misteriosa toxina venenosa que el oviducto desprendía.

– Y todavía no hay forma de que podamos acabar con la fuente de la toxina –continuó Kimi.– Nosotros sabemos que hay individuos entre los hijos bastardos que contienen la toxina que genera ros, y hay otros que no. Además, cuando se redujeron las ubicaciones de los individuos con la toxina, fueron encontrados concentrados cerca de cierto oviducto –miró a todos.– No hay dudas al respecto, hay algo ahí –aseguró.– Y hay una posibilidad de que lo que sea que haya pueda guiarnos a una solución –volvió la vista a las fotografías.– Sabemos que hay una gran cueva bajo tierra en ese oviducto, es un tipo de lugar perfecto para que algo horrible se esconda.

– ...Pero, suponiendo que la fuente de las toxinas esté ahí, ¿Eso no significa que el equipo de investigación terminará envenenado...? –preguntó Tsukiyama.

– ¿No que daba igual si eras ghoul?

– No –negó Kimi.– Incluso si eres ghoul, si el nivel máximo es excedido, el riesgo de que las células RC sean afectadas es alto...Tenemos que tomar medidas de seguridad, como máscaras de gas...

– Déjame ir –habló Kaneki. Todos lo miraron.– Mi cuerpo es inmune a la toxina, ¿Cierto...? Así que si yo voy a investigar...

– Cierto, tú podrías hacerlo...Pero podría haber todo tipo de peligros escondidos ahí.

– Ken, no –tomó su mano.– Es...Es peligr-

Un fuerte estruendo proveniente de fuera interrumpió. Kimi y Nishio corrieron a la ventana para mirar, Tsukiyama se acercó también. Varios hombres vestidos de negro se acercaban.

– ¡¿Un ataque?! Tsk. ¿Justo ahora? Me estás jodiendo –protestó el de lentes.

Tn se acercó un poco para mirar también, y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a los hombres de V. Tragó saliva y volvió con Kaneki, abrazándolo con cierto temor; él correspondió, comprendía el miedo que su novia les tenía gracias a lo que Nimura le había contado aquella vez.

– Tranquila, estamos a salvo aquí –susurró, acariciando su cabello para tranquilizarla.

– S-Sí...

– Y si... –habló Kimi.– ¿Se dieron cuenta de que descubrimos algo? Pero...

– ¡Aun así, esto es muy pronto!

Todos comenzaron a debatir sobre lo que deberían hacer, tomando la decisión final de que Kaneki descendiera al subterráneo en busca de la fuente de la toxina, y Ayato lo acompañaría. Tn lo abrazó fuertemente y lo besó.

– ¿Estás seguro de esto?

– Lo estoy.

– ¿Estarás bien?

– ...Lo intentaré.

– No mueras.

– No lo haré –sonrió.

– Te amo.

– Te amo.

Volvieron a besarse y luego se separaron. Tn tragó saliva y se alejó de Kaneki.

– Ken.

Él la miró.

– Será mejor que vuelvas...y con vida.

– ...Lo sé –sonrió.– Lo haré.

– Suerte.

– Gracias.

Todos se separaron. Kaneki y Ayato bajaron al subterráneo en busca de la toxina. Hide fue a la oficina donde se encontraba Marude y el resto del equipo de inteligencia para ayudar. Urie y los Quinx, junto a Cabra y demás investigadores, salieron fuera para luchar contra los miembros de V; Miza y Hinami también fueron a ayudar. Tn se dirigió a la habitación donde descansaba Saiko, cuidaría de ella hasta que Kaneki regresara.

Tn observaba a Saiko con pena, se sentía mal al verla en ese estado. De pronto, su teléfono sonó; lo sacó de su bolsillo y miró.

– Souta... –murmuró.

Cortó la llamada. Era la décima llamada que recibía en un hora, pues él la había estado llamando desde que el "Dragón" surgió, pero ella no le había contestado.

«Lo siento, Souta. Agradezco todo lo que hiciste por mí, pero...debo estar en tu contra esta vez...», pensó cabizbaja.

[Subterráneo]

Furuta estaba de pie con una máscara de gas. Había intentado llamar a Tn por décima vez en 60 minutos, pero ella de nuevo no le contestó.

«¿Tú también vas a ignorarme Tn? ...Tú no eres como Rize, así que contéstame...», pensó con molestia.

Gruñó y guardó su teléfono, observando parte del oviducto que atravesaba una pared.

– Haaagh...Ese maldito de Kanou –murmuró.

Oyó un par de pasos tras él, por lo que giró rápidamente, viendo a Kaneki.

– ¡¿Qué?! –gritó sorprendido.– ¡¿T-Tú?! ¡¿Sigues vivo?! ¡Eso es extraño!

– Furuta...