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El corazón de Haise rebotaba como loco, mientras sentía un cosquilleo en su estómago, como mariposas. Tragó saliva.

El semáforo cambió, y todos comenzaron a cruzar la calle.

Tn caminó, sin prestar atención a su alrededor, concentrada en su libro.

Haise no se movió, sólo la observó caminar, y cuando ella pasó por su lado la siguió con la mirada. Quería hablarle, pero... ¿Qué decirle? Si decía "te vi en mis sueños" sería demasiado acosador, el "¿Te conozco de algún lado?" no lo convencía. Comenzó a ponerse algo nervioso, ella estaba alejándose y no quería dejarla ir, pero tampoco sabía qué decirle. Sin quererlo, comenzó a seguirla, hasta que la vio entrar a una cafetería; se detuvo de pronto, dándose cuenta que estaba tomando un papel de acosador al seguirla. Quería entrar y verla, tal vez podría hablarle, pero estaba nervioso. Tomó aire y entró, la observó unos segundos desde la puerta, luego sacudió la cabeza y se sentó en una mesa cerca.

Tn había entrado a aquel café, sentándose en una mesa junto a la ventana. Pidió un café y continuó con su lectura.

Haise pidió un café y tomó uno de los libros que había en la cafetería para ocultarse tras él, fingiendo leer para poder observar a la chica.

Tn bebió su café, cuando oyó la silla frente a ella moverse. Levantó la mirada, viendo a un chico rubio vestido elegantemente con una camisa blanca.

– Lamento si tardé –se disculpó mientras se sentaba.

– Llegas bien, tranquilo –sonrió.

Colocó el señalador en la página en que se había quedado y cerró el libro, dejándolo a un lado. El chico pidió un café también.

Haise sintió como su corazón se encogía. Pensaba en pagar el café y salir, hasta que oyó algo que le dio ciertas esperanzas.

El chico sacó una carpeta y la dejó sobre la mesa.

– Es lo que la srta. Takatsuki quería.

– Gracias –tomó los papeles.

Conversaron un poco más sobre Takatsuki y trabajo, y luego el chico pagó ambos cafés y se levantó.

– No era necesario que pagaras por mí.

– Está bien, no importa –sonrió.– Saluda a la srta. Takatsuki por mí.

– Claro. Nos vemos.

– No vemos.

El chico salió, yéndose. Tn tomó su libro nuevamente y continuó leyendo.

Haise sonrió, por lo que había oído, el chico sólo era compañero de trabajo, algo que lo había tranquilizado.

«Así que trabaja para Takatsuki Sen...», pensó.

[Días después]

Haise caminaba por las calles, regresaba del CCG. Había averiguando algo sobre la chica: su nombre era Tn Mishima y trabajaba como asistente para Takatsuki Sen. Se detuvo de pronto, viendo a la chica en la que tanto pensaba.
La chica estaba de pie al borde del puente, dándole la espalda al camino, extendió los brazos y "abrió sus alas"; su kagune brillaba, realmente parecían alas de mariposas. Su falda se movía levemente al igual que su cabello, junto a la brisa.
Él la miraba embobado, aquel kagune era hermoso, de vivo color rojo; sabía que debía detenerla, pues ella era claramente un ghoul y él un investigador del CCG, pero no lo hizo, no podía. Sin quererlo, soltó su quinque, lo que sobresaltó a la chica. Ella rió.

– Espera-

Haise no terminó aquella frase, pues la chica se arrojó del puente. Él corrió al borde, mirando hacia abajo con miedo, preocupado, pero no vio a nadie ni a nada. Suspiró, con cierto alivio al no ver a aquella chica herida, y giró para tomar su maletín. Caminó a casa.

Butterfly 🦋 Kaneki/HaiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora