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Era de noche ya, y había comenzado a llover. Tn llevaba horas caminando, estaba empapada, pero no sentía frío, es como si la tristeza opacara todo lo demás. Tras el encuentro con Haise/Kaneki, no quiso volver a casa, pues sabía que si se encerraba en las cuatro paredes de su habitación se derrumbaría más y podría cometer una locura. Suspiró. Lo había perdido todo: la universidad, su trabajo en la editorial, su hermana, su padre, la mujer que la ayudó (Eto), su novio, sus amigos...no le quedaba nada; y ni siquiera podía llorar, sus lágrimas se habían acabado ya...

– Srta. Mishima –llamó alguien tras ella. Una voz conocida.

Tn giró para ver al dueño de aquella voz, encontrándose con Arima y su Escuadra.

– ...Kishou... –murmuró.

– Tn Kamishiro, estás arrestada por ser un ghoul.

– ...

Todo quedó en silencio, sólo se oía el ruido de la lluvia caer y chocar contra los tejados o el pavimento.

– ...Realmente...no me importaría morir...pero no volveré allí...No quiero tener más relación con la familia Washu...

– Mi trabajo es llevarte al Kokuria, me harías un favor si no te resistes y vienes con nosotros.

– Tú trabajo es encarcelarme o matarme en batalla...así que bien –sacó su kagune.– Te daré batalla.

– ...De acuerdo –sacó su quinque.– Tomemos el camino difícil.

– Sé todo lo que has hecho, "hermanito". Los Washu están acabados, así que me gustaría ver su final, luego podrás matarme si quieres.

– Preferiría que esperes ese "final" en el Kokuria.

– ...Bien, como quieras.

Arima hizo una seña y toda su escuadra sacaron sus quinques, para comenzar una pelea con la chica.

.
.
.

Tn había logrado huir de Arima, pero él ahora la buscaba, y ella no dejaría que la llevasen de nuevo al Kokuria. Estaba ya cansada de correr, de huir...y de todo en realidad. Se dirigió a un edificio bastante alto y subió hasta su último piso, para luego subir por las escaleras y salir a la terraza. Se acercó al borde y miró hacia abajo, realmente era alto...y era un lugar donde Arima no la buscaría. Tomó aire y miró al cielo, seguía lloviendo.

Kaneki estaba en su cama, triste. Las lágrimas caían solas por sus ojos. Después de que ella había corrido lejos de él, intentó ir tras ella, pero sus piernas no le respondieron; y cuando por fin pudo moverse y seguirla, ya la había perdido de vista. Buscó a su novia por todos lados de nuevo, pero no la encontró, la llamó y no contestó...La había perdido, de eso estaba seguro, y todo había sido su culpa. Él, él y sólo él tenía la culpa de todo...Ella era tan feliz, tan pura, libre y serena...hasta que lo conoció a él...

– Tn... –murmuró.

Sollozó. Y de pronto, su teléfono sonó. Rápidamente lo tomó, mirando la pantalla: un mensaje de ella. Lo abrió, se sentía feliz de que ella le haya contestado, sin embargo, su felicidad se derrumbó al leer lo que aquel mensaje decía:
 

‹De: Tn~♥
 Para: Haise

Ken...Lo siento.
No puedo soportar más esto. No sé bien en qué momento dejé de vivir y comencé a ser sólo alguien que respira...

Lo que dije hoy...Seré sincera contigo, es lo que pienso. Sin embargo, no me arrepiento de haberte conocido...fuiste un gran amor, Ken. Realmente llegué a amarte, más de lo que creí que podría amar a otra persona...pero creo que no estamos destinados a estar juntos...
Algo grande pasará pronto. Se inteligente en lo que decidas hacer, si elegirás un lado u otro.
Por mi parte, ha llegado mi hora de volar. Soy joven, lo sé, pero conozco lo suficiente el dolor...

Las mariposas no vivimos mucho, ¿Sabes?

Cuídate mucho, Ken.

Te amo. Tn.
 

Kaneki sintió como si un balde de agua fría le cayese encima. Era una despedida...no, más bien una "nota de suicidio". Rápidamente se levantó y salió de casa corriendo, en busca de su amada. Estaba tan aterrado y apresurado que no tomó una chaqueta o un paraguas, pero no le importaban ni la lluvia ni el frío, sólo quería encontrar a aquella chica y detenerla. Intentó llamarla en el camino, pero ella no contestó, provocando que el corazón le subiera hasta la garganta.

Tn estaba de pie en el borde de la terraza, la brisa movía su falda y su cabello; y extendió sus brazos. La lluvia la había empapado por completo. La luna brillaba, iluminándola. Haise había corrido por las escaleras en busca de su amada novia, no quiso tomar el ascensor porque tardaría más, abrió la puerta de un golpe y observó a la chica. No sabía cómo, pero la había encontrado finalmente. La imagen se le hizo tan conocida, sentía que ya la había visto antes...

– Tn... –murmuró.

Dejó la puerta cerrarse y dio un par de pasos hacia la chica.
Tn cerró los ojos y sonrió levemente, mientras su kagune salía, desplegándose y brillando.
Él la miró y sus ojos se iluminaron, mientras su corazón latía.

– Tn –llamó.

La chica giró la cabeza, mirándolo.

– Ken... –sonrió y volvió la vista al frente.

– Tn, no...

– Ken, yo-

– No-No hagas nada, por favor. Ba-Baja de ahí...Podemos resolverlo juntos, sólo...sólo debes bajar...Haré todo lo que quieras, lo prometo. Dejaré el CCG si me lo pides, yo...de verdad, haré todo lo que quieras...pero por favor...por favor no hagas nada...Bájate de ahí, amor...

– ... –sonrió levemente.– Las mariposas...tienen un tiempo de vida muy corto... ¿No lo crees?

– Tn...No lo hagas, por favor...To-Toma mi mano...y no vueles lejos...

– Te amo, Ken.

– E-Espera...Tn...

Intentó acercarse, pero ella tomó aire y saltó. Estaba cansada ya de este trágico mundo...

– ¡NO! –gritó aterrado.

Sabía que no debía soltar su mano, porque sino ella volaría lejos...y aun así la había dejado ir. Su corazón se detuvo, y sus piernas comenzaron a fallarle. Él quería correr al barandal y saltar con ella, pero en lugar de eso cayó de rodillas al suelo. La brisa dejó de soplar, la lluvia dejó de caer, y el tiempo se detuvo de repente...

Butterfly 🦋 Kaneki/HaiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora