Soy la chica fea

11. ¡Feliz aniversario!

El cura Tomás estaba aquí. Megan y Federico instalaron los controles para poner la música nupcial mientras Jesiel grababa con su cámara (se compró otra de nuevo). Todo estaba listo, invitados puestos en sus sillas; comida y bebida a disposición del que quiera. Lo único que hacia falta era el personaje principal. La novia, mi madre alías “mamá osa”.

—Papa es hora de que le entregues el vestido, toma ve a la puerta principal y entregárselo. Harold y yo estaremos en el cuarto de mamá esperando, distraerla hasta que entremos por la cocina —le indico al novio entregándole el vestido que tenía guardado mi primo.

Papá siguió mis instrucciones. Me dirijo a mi nuevo destino con el castaño. Antes de subir las escaleras veo a papá y a mamá envuelta en llanto y le alzó el pulgar a papá.

La novia nos encontró y nos dió un abrazo, esperamos hasta que se duchara y le ayudamos con el vestido, Harold la maquillo toda hermosa aunque cada cinco minutos lloraba y mi primo tenía que empezar de nuevo. En fin, después de una hora de batallar en la cueva de mamá osa salimos los tres hacia la puerta trasera en donde le esperaba papá para tomar su mano.

—Mi hermosa Camil sigues igual de resplandeciente —Oí que dijo todo romántico papá.

—Cariño, muchas gracias sigues igual de meloso y dulce como tus postres —contestó ella mirando a papá.

Antes de la pareja salimos Harold y yo. Y luego de que empezó la música desfilaron los amantes hasta llegar al altar. Todo estaba perfecto los abuelos ocupaban los primeros puestos y luego continuaban los demás familiares y amigos, yo por otra parte estaba junto todo a Marcelo y Noe presenciando aquello.

Al terminar el cura con la ceremonia con rapidez mis primos ordenaron las sillas para que no estorbaran lo que sería la pista de baile, en el altar colocaron los controles de la música y Ori junto con Michelle comenzaron a repartir la comida y bebida.

Por mi parte, agarre un plato me servi yo misma y comencé a comer. Papá y mamá luego de comer los vi en el escenario bailando un vals lento que había puesto a sonar Megan antes de comer. La luna y los presentes fuimos testigos del profundo amor que se tienen mis padres y de los Miles de besos que se daban ¡Por Dios santo que ya no se dieron suficiente cariño hoy!

—¡Feliz aniversario! —gritamos a coro dandole bendiciones a  la pareja.