61. El buffet y otros sucesos

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Estaba caminando junto a él, y todo el mundo me miraba con la sonrisa más hipócrita y falsa que pudieran crear, y sí, habían individuos que lo hacían de manera sincera, pero otros solo lo hacían por la gran posición que cargaba en mis hombros, posición que me ganaré, y dirigiré con responsabilidad.

Al fin llegamos al área de la comida, un lugar con diversos platillos, y la mayoría eran mis favoritos.

¡Te adoro abuelo!

Lo primero que me llamó la atención fue la carne, el pollo a la crema con papas salteadas. Tanto tiempo sin probar ese platillo. Tomé un plato y me comencé a servir; Nell hizo lo mismo, y ambos comenzamos a seleccionar nuestras comidas.

Al terminar, fuimos a una mesa e iniciamos a comer, y de vez en cuando él me daba a probar algunos platos y yo le daba a probar algunos a él, incluso comiendo teníamos que dar un buen espectáculo, ya que las malditas cámaras no dejaban de enfocarnos. «La heredera de la constructora Sirhe y el presidente de la constructora Leynor, dos empresas que han sido fusionadas sin siquiera haber hecho trámites legales» Ya que con el hecho de estar juntos, la alianza estaba a la vuelta de la esquina.

Ahora tendré que ser más cautelosa. Ya no solo soy la hija del mejor repostero, además de eso soy la nieta, y única heredera, de una de las empresas de mayor ingreso en la ciudad. Mis acciones estarán restringidas de ahora en adelante.

—¿Lo hicimos bien no? —me preguntó Nell al estar de camino a casa en el auto.

—Yo creo que sí, nos fue bien. Aunque si me hubieras dicho sobre lo que ocurriría en esta fiesta, me hubiera preparado mejor; sin embargo dejamos muchas dudas a la muchedumbre, mi amor —enuncie mirándolo con mi sonrisa tan falsa.

—Si que lo hicimos —comentó al volante.

—Mejor hablemos de lo importante, que será el evento de mañana, como bien sabes tenemos que brindar un buen espectáculo —hable cambiando de tema.

—Bueno, solo dime a qué horas sales, y yo voy a entrar a escena a esa hora. Si quieres, puedo ir una hora antes para que sea aún mejor esa pequeña "venganza" tuya —me respondió pellizcando mi nariz por unos pocos instantes.

—Hazlo, confío en tu idea —afirmé ignorando el golpecito que me propició.

Los preparativos para el martes estaban listos, y en unas cuantas horas el estreno iba a salir, pronto Alia va tener que tragar en seco, y meterse el rabo entre las piernas solo por el hecho haberme molestado tantos años.

Qué delicia es la venganza...

Después del pequeño y corto diálogo sobre nuestro show, el reproductor de multimedia del automóvil, se hizo cargo del silencio, hasta llegar a nuestro destino, mi hermosa y acogedora casita.

Apenas rondaban las diez y media de la noche, habíamos llegado un poquito tarde. Él salió y me escoltó hasta la puerta, en donde mi adorado tormento esperaba recostada a un lado sonriendo... O no, esa sonrisa significa algo... Ella sabía del evento ¿No?

—Buenas noches señora Sirhe, lamento haber tardado media hora con su hermosa hija. Si el motivo de que este aquí, es por esa causa, ruego que la perdone, ella no tiene la culpa de lo sucedido —enunció con una actitud seria y honesta, cosa rara en él.

—Joven, no hay problema, a ella no le pasará nada, después de todo está hermosa con ese vestido, es muy inusual verla así. Debo darte las gracias. —Agradeció mi madre hablando de la misma forma que Nell —Pasen, no se queden ahí parados, tomemos un poco de té o café -agregó como cualquier ama de casa.

Espera... Eso es raro, mi mami no es cualquier ama de casa, ¿Qué pasó cuando yo no estaba aquí? Tendré que averiguar esa información con el demonio de mi hermano, pero siempre hay que pagar un precio...bueno el chantaje también es una buena opción. Dejando eso de lado, ya estábamos en el sofá en casa y observé algo de lo más extraño, ¡La televisión estaba apagada! ¿Por qué razón mami no estaba viendo sus telenovelas? Y que es esa actitud de dama de la alta sociedad, esa actuación es demasiado obvia.

—Bueno y... ¿Cómo pasaron la noche? Espero que haya sido una velada esplendida... —Comenzó a dialogar mi mami.

¿Qué esta pasando aquí?

¿Le habrán lavado el cerebro?

¡Ese modo de hablar no es la de ella!

¿Dónde está mi papaíto?

Soy la chica feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora