Soy la chica fea

57. Secuestrada parte dos

Luego de dejar al imbécil con su tarta de zanahoria, mientras le pasaba un pañuelo a la superficie de una mesa, tomé unos minutos para enviarle un mensaje a mi hermoso primo que decía:

“No podré visitarte hoy primo, el prometido arruinó mis planes, además mi papaíto no me dejará ir a quedarme”.

Fue lo que escribí, junto con unos emoticones de tristeza y enojo, para expresar mejor mi desdicha.

Guardé mi aparato móvil en un bolsillo de la falda y continúe con lo mío, cargué los platos hasta llevarlos a donde Ori para que los limpiara, y al parecer no ha roto ninguno hoy, tal vez su paga no disminuya más en este mes, pero mejor no pienso mucho en eso, puedo traerle esa suerte.

Cuando mi compañero de trabajo terminó con los platos, salió y me dijo que él iba a limpiar las mesas que faltaban. Yo acepté y nuestro cambio de turno comenzó, y me senté en una silla a hablar con Michelle desde el mostrador; aunque mi padre me envío a Marcelo con una malteada...

—Llévalo a la mesa de tu hombre, hermanita —bufó en tono meloso, como chicle pegado al zapato, incómodo y molesto.

—Ya voy —le contesté golpeando su hombro derecho, él me miró con enojo; ya que estoy acostumbrada a sus reacciones, lo ignore.

Al llegar de nuevo a la mesa del payaso de Nell, le entregué la bebida de mala gana y él con un poco de crema en su boca me dijo en su tono conquistador:

—Justo lo que quería, una hermosa chica entregandome una bebida. Lo único que nos falta es estar solos en un paisaje tropical ¿Qué opinas?

—Preocúpate por tu aspecto. Pareces un bebé teniendo eso en el rostro —le dije pegando una servilleta a sus labios.

—Para eso te tengo a tí, mi amor —enunció luego de limpiarse y besar mi mano, como época antigua.

Me quise soltar de sus manos en el momento en que terminó su besuqueo, sin embargo su fuerza ganó contra la mía, y no tuve más remedio que sentarme enfrente de él.

—¿Quieres un poco? —Me ofreció de lo que quedaba de su postre.

—Odio las zanahorias.

—Pero si las comes tendrás buena visión... —habló y luego calló por unos instantes —... Y lo siento, creo que te insulte sin intenciones de hacerlo —Se disculpó, pero aún su mano no me quería dejar.

—Eso no me enfada, he recibido comentarios peores —dicté para que no crea que me va a doler semejante estupidez que dijo, como si mi disgusto por las zanahorias, tuviera que ver con mi vista.

Después de unos minutos, cuando por fin acabo con el pedazo de pastel de color anaranjado, y se tomó la malteada empecé a hablar sobre el asunto de “mi plan para avergonzar a Alia” o bueno para que se de cuenta que no es el centro de atención siempre, solo es un ser humano común, con intereses muy plásticos y superficiales...

—Si voy a la condenada cosa esa de hoy ¿Podrías ayudarme con algo?

—¿Qué quieres que haga? —preguntó dispuesto —De todas maneras tendrás que ir conmigo, es una orden de tu abuelo vernos juntos allí, lo sabes ¿verdad? —agregó.

Yo adoro a mi abuelo, gracias a él aprendí muchas cosas, pero a veces se pasa.

—No es algo muy difícil que tengas que hacer, solo tienes que ir a recogerme al instituto y ya sabes hacer lo tuyo, tu actuación de hombre perfecto y esas cosas. Yo haré mi papel, y te seguiré el juego y tu montas una buena obra teatral para los neardertales de mi aula ¿No es complicado no? ¿Cuándo más rápido mejor? Además de seguro en el evento ese nos fotografían juntos, así que técnicamente no estaríamos mintiendo, ya que somos prometidos —Termine de discursar.

Nell por su parte se quedó pensativo, y en este lapso hubo momentos en que, sonreía como maníaco; creo que son sus perversos pensamientos; cuando se digno a responder habló en un tono normal del tipo competitivo:

—Claro que me apunto, en este reto; como dice la biblia en las buenas y en las malas. Si quieres advertir a tus enemigos y hacerlos picadillo ¿Por qué no habría de ayudarte?

Lo admito, su respuesta me encantó y sí, fue como él dijo, pronto será expuesto el apellido de mi papaíto, muy pronto Alia sabrá con quién se metió.

Ya estoy emocionada de solo imaginarlo.