18. A dos días

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Dejando la pobre e inestable vida amorosa de mi hermano; el neandertal sediento de sexo, me bañé y me puse mi uniforme, que aún sigo insistiendo que ¿para que las faldas? Este sistema educativo no puede ver que así es más fácil que nos violen, son tan retrasados que ni se les ocurre ponernos pantalones, gracias ministerio encargado de la educación, muchas gracias.

Al cambiarme me coloque la bandada que me regaló mi primo en el aniversario, el de caravelitas para que aplanara mi hermoso, que digo hermoso, mi esponjoso cabello lejos de mi rostro para que pueda tener una vista mejor y que mis lentes no se contrayen con el suelo.

Ya lista me dirijo a mi cocina, desayuno lo más rápido que pueda y me llevo mi comida. Hoy decidí irme caminando ya que mi "santo" hermano iba a comprar hoy los utensilios necesarios para la escuela esa de cocina y yo en verdad quería tener un viaje confortable.

A la vista divisé a la descerebrada número uno del grupo, la pendeja esta de Alia me fijé de que hoy trae un maquillaje de cotorra, los mismos colores de dicha ave; azul, amarillo y rojo no pude evitar reírme al pasar por donde ella, es que por Dios su rostro es un verdadero poema, ni el más reconocido maquillista crearía tal atrocidad. Esperé que entrara al aula y la fotografié, le envié esa cosa a mi hermoso Harold y guardé mi móvil, si tengo un teléfono pero casi no lo uso solo para emergencias y charlar con la familia, en especial mi primo.

Atendí a mi clase de historia general, asignatura que deja a los neandertales con dolor de cabeza; al parecer no pueden retener información importante, yo me pregunto ¿cómo le hacen para los exámenes finales? ¿Hacen un pacto con demonios o algo así?

Bueno, ignorando el hecho de que ya algunos de mis "compañeros" no tenían más que su mera presencia para aparentar que aprendían algo, otros si prestaron atención y anotaron la tarea de hacer un análisis y responder unas díez preguntas.

Salimos al recreo, yo me fui directo a la biblioteca junto con mi cuaderno de historia y un par de libros, hice mi tarea que era para la semana que viene y me puse a terminar "La extraña suerte de Kate" pobre Kate sufre demasiado, ella no me recuerda a mi pero, me gusta como es su vida; necesito terminar este libro urgente, la pareja de gays que salen en la historia me recuerda a Harold y Noe.

La campana sonó y yo me quedé por el capítulo doce, otra vez gracias sistema educativo por establecer solo media hora de recreo y almuerzo, este nuevo horario es "fantástico".

Llegué al aula y mire mi horario. Educación tecnológica.

Maldición esa clase la odio, solo es informática con un elegante nombre, detesto a ese maestro solo se la pasa de fanfarrón con las estúpidas de mi clase, según ellas es el bizcocho más dulce entre la cafetería, santo cielo mi padre hace unos rollos de canela que no se le comparan, solo por tener un título a una edad joven piensa que enseñar es un juego.

Soy la chica feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora