69. Palabras y acciones

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Bien. Eran aproximadamente las tres o cuatro de la tarde. Estaba en la casa de Talía, junto con mi familia, y ella estaba recostada en mí pecho...

—Te encanta joderme la vida verdad Nell —susurró dejando un poco de saliva en mí camisa. Estaba enojada.

—Sabes que. Si, me encanta molestarte. Esa es la única manera, en que tu puedes estar a mí merced, mi potra indomable —le dije al oído —Además, es la única alternativa que tengo, para que te des cuenta de que te amo, y no te quiero regalar a nadie mas —Continué mi discurso con susurros.

Ante aquello, ella mostró leves suspiros que empezaron a encender mis deseos sexuales.

Tengo que alejarla.

Me repetía, para que una erección no sobresaliera de mi pantalón.

—¿Alguien desea algún aperitivo? —preguntó el padre de mi amada. Al parecer quiso aligerar el ambiente que se había creado.

Todos comenzaron a hacer sus pedidos; o mas bien a decidir que se iba a merendar. Mientras ella y yo estábamos muy abrazados, casi se podría decir que eramos un par de encaramelados. Aunque no era cierto.

Ambos teníamos esa cualidad de dar a entender lo que no es, en palabras llanas. A mentir. Pero de una forma en la cual nadie salía lastimado o herido, ya que ambos, eramos cómplices, y nadie aparte de los dos, sabía de nuestros shows (mentiras), preparadas para engañar al espectador.

Aunque mas que una farsa. Me gustaría que fuera una verdad. Aunque me cueste. Quisiera hacer ese sueño realidad.

En fin, los demás se sentaron a nuestro alrededor y... Nos miraban. Con un extremo cuidado, al más mínimo movimiento que hiciéramos.

—No somos un par de monos para que nos miren así —anunció la morena pegada a mí, mirando a los demás. Con su usual humor. Sería y rígida.

—¡Pero y ese tono jovencita! Yo no...

—Te crié de esa forma. Ibas a decir ¿Verdad? Mejor vamos al grano de una vez, tengo deberes que atender —le contestó a su madre, evitando que terminará la oración. Volviendo sentada junto a mí, dejando de refugiarse en mis brazos.

—Ya, mujer. No te altares porque tu hija te diga esas cosas, ya esta muy grandecita —balbuceó el señor Pablo —Además tiene razón, vamos a lo que vinimos. La razón de esta reunión. El compromiso de las familias Sirhe y Leonor. Gracias a la última propuesta dada por mí nieto Marcelo, de las citas para conocerse mejor. Sé pufo crear una apuesta en la cual estipulada: "Si Talía Sirhe Park, no llega a enamorarse de Nell Leynor (su prometido) pasados tres años en los cuales ella tendrá una edad adulta. La joven es libre de elegir, si casarse o continuar soltera" —Finalizó el presidente dando al información de la apuesta, mientras el ladre de mi amada, repartía el té y dejaba las galletas en la mesa —Bien. Ahora vamos a la pregunta principal ¿Talía que sientes por Nell? ¿Lo amas o lo odias? En lo que tardas en responder a estas preguntas hija mía, le haré unas a Nell —dictó —¿La amas? ¿Porqué? ¿Qué es lo que mas odias de ella? ¿Has sido devoto a ella, los últimos tres años? —culminó dejando mi mente pensativa, y esperar es precisamente lo que ella quiere, para hacer que pierda.

Mi hermano me miro al oír la palabra "devoto" supo a que se refería al instante, maldito Eak, burlándose de mí en mí propia cara.

A excepción de mi hermano. Los demás esperaban las respuestas de los dos y yo tenía miedo de lo que ella iba a decir, así que me aventuré y dije...

—Saben que. Antes de que sea rechazado por Talía, les diré a todos lo que siento. Al principio el carácter de mocosa irritante me llamó mucho a la atención, en primer momento que la vi me atrajo. Bien lo admito su cuerpo en ese entonces y ahora era realmente sensual a mis ojos, y provocaban sentimientos lujuriosos que, en algunas ocasiones no podía conciliar el sueño —inicié explicando ñas razones de mi amor por ella —Terca, malhumorada, desafiante, intrigante, misteriosa, salvaje y en algunas ocasiones impredecible. Esas con algunas de mas cualidades que he visto desarrollar con él tiempo en ella, ¿Qué si la amo? Eso ya sería un tabú, no es solo amor, la adoro, su inteligencia es uno de los puntos fuerte que mas admiro. También, es muy calculadora.

Al terminar de relatar todos mis sentimientos por ella, tomé mi taza de té y de un sorbo me bebí todo. Estaba un poco agridulce, con un toque de amargura. Me recordó al sabor del Brandy.

Soy la chica feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora