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La cosa se estaba poniendo fogosa y calenturienta, pero es que los labios de su novia lo traían loco. Podría besarlos todo el día y nunca se cansaría. Tomaba de la cintura a la delgada chica que estaba sobre él. El calor corporal de ambos se hacia mas ardiente y alguien allá abajo estaba despertando. Apegó mas sus caderas junto a las de su novia, creando una fricción placentera.

-Joven Daniel.

-Daniel

Quien osaba interrumpir en su mejor sueño, acaso ya amaneció, mamá ya vino a despertar tan temprano.

-Daniel.- un insistente movimiento en su brazo lo comenzaba a fastidiar.- Daniel levantate, el profesor te esta viendo muy mal.- dijo en casi un susurro.

-Ahora no mamá, estoy teniendo el mejor de mis sueños.

Ay Daniel, Daniel, pensaba Alejandro en su mente. El chico apenas iba en su segundo dia de clases y ya estaba dormido. El profesor parece estar muy cabreado y parece que en cualquier momento gritaría.

"Tan pacífico y tranquilo se ve con esos lentes torcidos, las pestañas cayendo suavemente a través del vidrio, y esos labios entreabiertos y gruesos y su cabello y ... y... ¿Qué demonios?"

En que carajos pensaba Alejandro. Había logrado reconocerlo y vaya que lo hacia si se había ganado tremendo gritadero en aquella fiesta. En fin era momento de dejarlo atrás y ahora si ayudarlo si quería conseguir amigos pronto.

-Amigo, no es por apurarte o algo pero tienes una serial erección y créeme que lo mejor sería que te despertaras y trates de taparlo.

Dicho esto Alejandro solo se dio la vuelta, escuchando maldiciones tras suyo.

¿La tenia pequeña o solo era su imaginación?

N/A:
corta de inspiración :v
Ya les dije lo mucho que odio escribir desde el celular >:v

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