Fools

34.

La música sonaba de fondo bastante alta, luces pagadas, nada mas aclarados por la tenue luz que provenía de la ventana. Dos chicas sin saber del paradero de sus acompañantes, ¿y es que acaso para traer un trago se necesitaba mucho tiempo?

Talia había comenzado a preocuparse de que a Daniel le hubiese dado algo, así que dejando atrás a la otra chica, decidió ir en busca de su novio. Buscó por la sala donde se encontraba gente bailando, fue a la cocina y no estaba ahí, fue por las gradas hasta el segundo piso, tal vez la idea de que este con otra persona le estaba pasando la cabeza. Fue puerta por puerta, preguntando e incluso entrando sin importar que podría hallar ahí.

Mientras tanto en el baño, donde dos amantes estaban mas que prendidos, Alejandro se había sacado la camiseta, aun seguía sobre las piernas de Daniel, quien estaba en el proceso de sacarse  el buzo que traía, ambos sudorosos, debido al pequeño espacio en el que estaban y la situación en la que estaban, besándose con fervor, tocando cada parte de su cuerpo, tratando se grabar en ellas ñas caricias que se daban, la excitación estaba mas que clara, sus pantalones apretaban en demasía y luchaban por liberar de una vez.

-Te he dicho lo hermoso que te ves desde este angulo.- susurró Daniel en la boca de Alejandro para seguir besándolo. Este correspondió gustoso.

- En este angulo no, tal vez puedas apreciar mejor desde otro.- respondió con una sonrisa, haciendo notar el doble sentido a eso.

 Ambos sin poder mas, Daniel levantó a Alejandro y lo dirigió hacia la pared del frente, en donde la fría baldosa, hizo chillar al bajo. Las manos de Alejando viajaron, como pudo hacia el pantalón de Daniel y comenzó a zafar la correa de este, mientras disfrutaba de los besos en su cuello.

Las tocadas en la puerta los hicieron parar y ponerse en alerta, viendo que el golpeteo seguía, Daniel decidió hablar en alto.

- ¡Esta ocupado!

-¿Daniel?.- la voz de Talia, hizo que de inmediato bajar a Alejandro y buscara rápido su camiseta en caso que esta entrara.

-¿Que ocurre?

-¿Que te ocurre a ti? ¿Estas bien?

Daniel vio a su acompañante para preguntarle en voz muy baja que debería decir.

-Me dolía mucho el estomago así que vine al baño.

-¿Te duele mucho? ¿Estas bien? ¿Quieres que entre?.- tomó el pomo de la puerta, queriendo abrirla.

Ambos entraron en pánico, pero Alejandro fue mas rápido y le puso seguro a la puerta antes de que pueda ser abierta. 

-No c-creo que quieras entrar, mejor espérame allá abajo, yo saldré en unos minutos.

-Me tienes preocupada, esperare a que salgas

Si Talia veía quien mas estaba junto a el, estaba mas que jodido, no sabia que otra cosa excusarle.

Esperaron unos minutos, pensando en que hacer, mientras veían que la sombre de Talia aun seguía parada en la puerta. Daniel se acercó al oído de Alejandro a decirle que podrían hacer. 

Una vez ya decidido que irían a hacer, el bajo jaló a Daniel para besarlo por ultima vez en esa noche, a pesar de que pudo pasar algo mas en aquel baño, las ganas seguían ahí, no hicieron mas que besarse y fue cuando pusieron en marcha su plan, Daniel abrió la puerta del baño, encontrándose con la mirada de Talia, jalando la puerta tras suyo, para cerrarla y esta no se atreva a ver .

-¿Ya estas mejor?.- Daniel asintió.- Me tenias muy preocupada, ni Alejandro, ni tu aparecían, por cierto ¿sabes donde esta?

-No ni idea, solo lo vi irse con un trago luego.

Dicho esto Talia y Daniel se alejaron para bajar por las gradas, mientras Daniel regresaba a ver como Alejandro salia del baño, viendo a como se iba junto a su novia.