Fools

29.

La tarde había llegado, era viernes, y un buen sol acompañaba a la ciudad, Talia estaba mas que emocionada ese día, tenia un buen presentimiento, se había arreglado muy emocionada para hoy tarde, se tomo el tiempo de elegir que ponerse y como peinarse, algo muy apresurado pero aun así, a quien se le puede quitar la ilusión de ponerse muy bonita para alguien, y verse bien para si misma.

Ella esperaba afuera de una cafetería a la cual habían quedado a las 4:30pm y oh sorpresa ya eran las 5 en punto y Talia empezaba a dudar si realmente Daniel iba a llegar, no lo iba a llamar, a lo mucho esperaría media hora mas y lo llamaría, sino se iría directo a su casa. Mientras esperaba sentada en una banca de un parque cerca a la cafetería, pudo ver a lo lejos como llegaba corriendo Daniel, muy apresurado y con la respiración agitada.

-Siento.- tomo una respiración.- llegar.- otra.- tarde.

Talia miró su reloj, eran las 5:20, un poco mas y no la hubiese encontrado. 

-no te preocupes, recién llegué.- gran mentira, estuvo esperando cerca de una hora y le molestaba un poco el hecho de que Daniel sea así de impuntual.

Ambos entraron a la cafetería y sentados ahí, empezaron a hablar de varias cosas triviales, comieron lo que habían pedido y de a poco la noche estaba haciéndose presente, apenas se habían dado cuenta de que anocheció. pagaron lo suyo y salieron. 

Daniel se dispuso a dejar a Talia en su casa, mientras caminaban por las calles, Daniel sacó el tema:

-Talia, tengo algo que decirte.- paró su caminar y se colocó frente a ella

-¿Ah si? ¿Que es?.- preguntó con los nervios a flor de piel.

-Ha pasado ya un tiempo desde que nos conocemos, y realmente debo decir que eres una gran chica, bonita e inteligente, y debo admitir que desde el primer dia quede encantado contigo.- Talia lo miraba con una sonrisa.- y se que estoy seguro de mis sentimientos por ti son reales.

-Estas... tarando de decir que..

-Que me gustas y mucho Talia, y creo que tu sientes lo mismo.- la tomó de las manos.- quiero que intentemos esto, ¿quieres ser mi novia?

Talia miraba con una gran sonrisa en la cara y sus nervios estaban mas que claros en el temblor de sus manos y sus mejillas sonrojadas, le gustaba Daniel y mucho y pensar que sus sentimientos también correspondían, era lo mejor que le estaba pasando.

Sin mas pensarlo contestó.

-Sí, si quiero ser tu novia.- y lo abrazó muy fuerte, escondiendo su rostro en el pecho del mas alto. Daniel así mismo sonrió, muy alegre, esperaba poder llevar por mucho tiempo esta relación.

Se separaron y Daniel la tomo por el rostro y le planto un beso en los labios, y así empezaron a besarme en la calle, sin importar que había gente pasando por los lados, o el que dirían de ambos.

Luego de unos minutos besándose, finalmente decidieron avanzar a su destino. Una vez fuera de la casa de Talia, se besaron una vez mas y Daniel se fue con una sonrisa en la cara a tomar el bus, pero la sonrisa no le duro mucho hasta que sintió que alguien lo venia siguiendo tras suyo. 

Regreso a ver por el rabillo del  ojo, y era un hombre encapuchado, y tambaleándose un poco. No reacciono hasta que este lo jalo por el hombro.

-Dame, todo lo que tengas imbécil.- le dijo el hombre con capucha.

-No molestes, borracho de mierda.- y lo empujo lejos, para comenzar a caminar, mientras aligeraba el paso sintió como lo llamaban y unos vidrios saltar cerca de el, hasta que sintió la sangre bajar por su rostro.

El hombre con capucha tan solo salio corriendo de ahí, al ver que le había pegado con la botella en la cabeza y parte de la cara. Daniel se espanto mas al ver mas sangre correr y lo ultimo que vio fue a alguien acercarse antes de caer inconsciente.

***

-¿hola? ¿que quieres Daniel?.- respondió Abigail su celular mientras realizaba un deber de Química.

-Tienes que venir enseguida al hospital.- la voz de Alejandro la sorpendio.

-¡¿Que?! ¿que haces con el celular de Daniel, algo le pasó?

-Si, ven pronto te necesito aquí.- la voz de Alejandro se escuchaba realmente desesperada y preocupada.

-Tranquilo voy para allá.