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Las fiestas del colegio estaban dando inicio, lo que para muchos significaba "nada de clases", para otros era el momento de participar en las diferentes actividades y representaciones que se hacían dentro de la institución, a muchos les gustaba estas fiestas, y a otros no tanto, ya que solían aburrirse o incluso faltar a clases. 

Daniel se había inscrito a un concurso de canto que daba el comité de estudiantes, junto a otros alumnos, iban a repasar horas y era poco el tiempo que veía a Alejandro. 

Era miércoles, pasado el receso, Daniel se encontraba en el aula, repasando con su guitarra la canción que presentaría en el concurso. A su lado estaba Alejandro, escuchando atentamente y siendo de jurado a ver en que tenia que mejorar su amigo, mirando como tocaba cada uno de los acordes y como los labios de Daniel se movían cantando la romántica canción, estaba embobado por así decirlo, quedaban tan solo 2 dias para que se presentase. 

-Aun te falta llegar a esa nota alta, sin que se te salga un gallo en el proceso.- comentó Alejando riendo

-Lo se, me duele garganta de tanto practicarla.

-Tomemos un descanso.- Alejandro se paro y fue a cerrar la puerta para tener mas privacidad. 

Daniel miraba cada acción y lo ponía nervioso el hecho de estar ya mas solos, la mayoría de sus compañeros estaban afuera realizando exposiciones o arreglando para el pequeño programa a realizar. Alejandro tomo asiento frente a el.

-No te sobre esfuerces.- pegó mas su silla a el , tomándolo por el hombro.- vas a dañar tu garganta antes del gran día.- bajó suavemente por el brazo hasta caer en las manos delgadas de Daniel y noto como este se tensaba 

-Lo ultimo que quisiera es quedar afónico para el día del concurso.- dio un pequeño apretón en la mano del contrario.- pero mejor paro por hoy mis repasos.

Alejandro tan solo le sonrió, mirándolos a los ojos, se sentía cómodo tal y como estaban, y lo que trataba de transmitir la mirada del otro, sin darse cuenta del tiempo en que se llevaban viendo. Daniel desvió la mirada hacia los labios de Alejandro e inconscientemente los relamió. 

Las ganas de aun besarlo seguían en pie, y a pesar de haber pasado ya semanas de aquella vez, sentía como si lo hubiese besado ayer. Alejandro por su lado, también al percatarse de esto, bajó su mirada los gruesos labios de Daniel y de nuevo a sus ojos, de apoco comenzó a acercase, la posición en la que estaba le facilitaba esto. La misma acción la repitió Daniel.

Sus respiraciones se estaban mezclando, los nervios estaban presentes, y el corazón iba mas rápido que antes, milímetros, eso era lo que los separaban, aun sin cerrar los ojos y dejarse llevar, se miraron a los ojos como dándose a entender de que ambos querían de que el beso suceda ya. 

Y pasó, ambos acortaron el pequeño espacio que los dividía, y la emoción, todo sentían en ese momento , un revoltijo de emociones en sus corazones, todo empezó con un suave toque y fue Daniel quien dio el siguiente paso, en mover sus labios y ser correspondido, suave y despacio comenzaron a besarse, no había apuros, sino el tan solo hecho de sentirse el uno al otro.

pero algo que hizo que se separasen de golpe, fue una luz destellante, producto de un flash, alzando alterados y en pánico sus rostros, viendo como la sombra de una persona corría por el pasillo lejos del aula. 

Habían sido descubiertos. 


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