Fools

15.

El pasillo en total oscuridad parecía ser eterno en el camino hacia el cuarto de Alejandro, caminaba sigiloso y tocando la pared para no perder rastro de donde iba, a pesar de tener la linterna, tenia miedo de que el maestro a cargo, saliera de la habitación y lo regañara, aunque tenia la excusa de ir al baño, pero aun así no quería que eso pasase.

Enfocando con la linterna a cada una de las puertas en busca de la que diga "Alejandro", pudo dar con ella, milagrosamente, la misma estaba semi abierta, así que no haría demasiado ruido, con cuidado entró y se dio vuelta para cerrarla, con la linterna buscó la cama y pudo ver a Alejandro acostado en ella, dormido.

"Genial" pensó, caminó hasta el borde de la cama y se acomodo para meterse bajo las cobijas, el frió de la noche estaba insoportable y necesitaba entrar en calor, mientras trataba de empujar levemente a su amigo, este comenzó a removerse hasta que de a poco se fue despertándose, encontrándose con Daniel quien estaba ya recostado a su lado.

-¿A que hora llegaste?.- preguntó adormilado.

-Recién llegue y por lo visto tu estabas mas que dormido, así que aquí me tienes, que querías.

- Llegaste un poco tarde, así que lo único que quiero es volver a dormir, ven para acá.- Alejandro se dio la vuelta de lado, para abrazar a Daniel, mientras ponía su cabeza en el pecho del otro. 

Daniel no sabia que hacer ese rato, no sabia si quitarlo y decirle que deje de ser tan gay, o simplemente dejarlo ahí, porque a decir verdad se sentía cómodo tenerlo así.

-¿Acaso soy tu peluche?

-En estos momentos, necesito de calor y me sirves como uno.- respondió burlonamente.

-Ya que me has hecho venir hasta aquí para servirte de almohada, hablemos un poco por lo menos,hasta que caigas de nuevo dormido.- Daniel colocó los brazos tras su nuca para evitar demasiado contacto con el que estaba sobre el.

- Esta bien, pero no me responsabilizo si ala mitad me quedo dormido

Bien era de noche, donde la gente se ponía mas sincera que nunca, así que Daniel no iba  desaprovechar la ocasión.

-¿Que me estas haciendo?

-¿A que te refieres?

-Sabes bien a que me refiero, así que responde.- el cuerpo de Alejandro se tensó un poco y Daniel lo pudo notar.

-No lo se, creo que siempre he sido así

-¿Crees?

-No lo se, no sabría responderte eso, pero de algo estoy seguro.

-¿De que estas seguro?

- De que a ti también te hace sentir bien esto.

N/A: Salu2 desde mi crisis existencial