Primera ruptura.

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Pareció que se quedaba dormido por un largo tiempo, aunque en realidad debieron ser solamente unos 20 minutos, despertó cuando Marcoh abrió la puerta, de su brazo colgaba una gran bolsa con alimentos y en su mano una lámpara de combustible, dejó todo sobre la mesa y encendió la lámpara antes de cerrar nuevamente.

-¿Al?- Preguntó Wrath.

-Sigue dormido- Fué la respuesta del doctor- ¿Estás bien muchacho?

Wrath asintió, pero su cara decía todo lo contrario, Marcoh tomó un cuaderno de la bolsa y sacó un bolígrafo del bolsillo de su camisa, luego fue hasta él y se sentó a su lado en la camilla de metal, la puerta entre ambas habitaciones se hallaba abierta.

-Traje esa lámpara mientras instalamos luz y agua, ¿Quieres algo de comer? En la bolsa hay algunas cosas, también agua.

-Quiero ver a Alphonse.

-Es grosero por parte de Ed encerrarte e impedir que lo veas, pero estoy seguro que recapacitará.

-Quiere tratarme como un conejillo de indias.

-Supongo que teme a que te retractes.

-No voy a escapar Marcoh, no importa que tan doloroso sea.

-Lo sé hijo.

-Supongo que tengo que mostrárselo.

-¿Entiendes como se siente verdad?

-Quizá sí, quizá no ¿Qué importa?- dijo Wrath encogiéndose ligeramente de hombros- Lo hago porque yo tampoco quiero que Al muera.

-Sé que parece algo imposible, yo lo estudié, tú lo viste.  A Edward le falta entenderlo. Pero, si los tres unimos fuerzas...

-Marcoh tú también lo viste.

-Si, si, pero quizá... haya algo que hemos pasado por alto, algún detalle que aún falte por descubrir... quizá los tres juntos podamos hallarlo. La labor de los médicos es esa, no ceder a la muerte aunque parezca que no hay esperanza.

-Este no es un caso de vida o muerte, él al igual que yo hemos estado tras la puerta.

-Lo sé, lo sé, y tarde o temprano deberán volver a ella, ¿Por qué no empiezas por anotar tus ideas? – Marcoh le cedió el bolígrafo- Por más que he trabajado, siento que siempre vuelvo al mismo punto.

-Está bien.

-Cuando vuelva Ed las discutiremos entre los tres, le prometí a Winry que iba a revisar a los niños, no voy a tardar. Dejaré la puerta de afuera abierta.

-No, está bien- murmuró Wrath ensimismado.

Marcoh dejó a Wrath, sus pulmones se ensancharon cuando respiró nuevamente el aire fresco de Rezeembol, atoró la puerta por fuera con un gran cerrojo corredizo de metal, en realidad si el muchacho quisiera salir, eso no lo detendría. Era un homúnculo. Se dirigió con paso cansado hacia la casa Rockbell y pasó a través del umbral abierto. Winry que estaba sentada en la sala con los niños se puso de pie.

-¿Todo está bien? ¿Ha comido algo?

-Ya lo creo- Mintió el médico- 

-Que bueno, ojalá Ed ceda pronto en dejarlo salir.

-Gracias por todo Winry.

-Oh, no es nada.

-Eres una persona excepcionalmente generosa.

-¿Qué tontería es esa doc?-Sonrió ella- Hago lo que es necesario... el hijo de la maestra Izumi, solo en ese lugar... 

-Es por Al.

Lo que ha estado tras la puerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora