Lo que ha estado tras la puerta.

Deseo.

-¿Eh? No hijo...Es una pelea pequeña entré el tío Al y papá.

-Está bien. Puedes llorar... Supongo que te rechazaron- Intervino Winry con mala leche.

-!No es así!- gritó Ed.

- Bueno, una cosa menos de que preocuparse. Wrath cuidara de Al un rato.

-¿Y si Al se da cuenta que sabemos?

- Wrath no va a decirle, Al tiene esa idea loca de que ha volver al otro lado, que es allá donde pertenece y es capaz de oponerse a qué a qué uses a Wrath como sujeto de experimentación.

- Voy a ver que hacen..

-¿No Escuchaste? Al no te quiere ver. Porque no te olvidas si quiera por hoy y desayunas con tu familia.

Ed miro a su hijo que sonreía desde sus brazos.

- Tienes razón.

***

- ¿Porque estás en silla de ruedas Al?

- Porque me lastime el tobillo, ¿ves?- sonrió Al señalando su yeso.

- ¿Porque?

-Umm... ¿un accidente en las escaleras?

Al no iba para dónde Wrath quería llegar. Se pasó una mano por el desarreglado pelo negro. Se había tomado la precaución de lavar su ropa, secarla y lavarse antes de salir a buscar a su "primo" para no dar lugar a sospechas. Él no era como Alphonse, un joven dentro de un cuerpo menor. Aunque había pasado años tras la puerta, su edad era de 16 años.

-Ten más cuidado, idiota.

- Lo haré jaja... Wrath¿Porqué has venido?-Era el turno de Al para preguntar. No era tonto, pero la llegada tan sorpresiva no le permitió sospechar, tampoco su actitud ridícula, solamente estaba interrumpiendo lo que para un chico como él, podía ser una irritante discusión entre hermanos.

- Quería verte.

No había mentira en eso.

- Ya veo, si es por eso, entonces está bien.

De todas maneras Al debía presentir algo, todos los que habían estado del otro lado tenían cierta afinidad. Probablemente sabía que a Wrath le darían ganas de visitarlo, aunque no supiera porque.

Para Wrath, era momento de sondear el terreno.

-Esa fue una discusión rara, sobre todo en alguien que es tan propenso a qué le griten. (Ed)

-No queríamos despertar a los niños, eso es todo. Escuchaste todo eh?

- Realmente, no. !Y no es que me importe! Pero no deberías pelear con tu hermano... Sé que está todo imbécil, pero se preocupa por ti.

La cara que puso Alphonse, Wrath no se la esperaba.

Hasta entonces, el rubio-castaño, se había concentrado en escaparse de la casa Rockbell, ahora que estaba en eso, volver a pensar en su situación le dio un mal golpe.

- ¿Al, que pasa?

- Lo sé, soy un tonto... Pero es que ya no quiero depender más de mi hermano mayor.

Sin previo aviso, Al estallo en llanto, como un niño. Wrath se sobresalto. Miró para todos lados sin saber que hacer.

-!O-oye! Tranquilo... ¿Que pasa?

-Nii san... Nii san...- murmuraba Al cubriéndose el rostro, entre sus dedos se colaban gruesas lágrimas.

-De... De acuerdo, está bien. Ya entendí, te ayudaré con eso ¿si?

Al hizo una breve pausa, llorar era cansado para alguien de su condición. Wrath lo miró confundido, tenía la cara estaba roja y sus cejas y pestañas desordenadas por las lágrimas. Wrath Estiró un brazo, dudado de su vida entera, acarició con las puntas de sus dedos, un mechón de cabello brillante como cristal. Al se doblo sobre su silla de ruedas, desahogandose por lo pasado con Ed, con Winry, con Mei.

-Al, basta por favor, si sigues llora.do así, vomitaras. Y yo no voy a limpiarlo... Al...

Cómo el rubio no le hizo caso, Wrath se limitó a acariciarle la espalda, quería que parara de llorar, quería sujetar su barbilla gentilmente y besarlo.