Las frías estrellas.

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-Al está muy enfermo, los doctores no nos dan esperanzas.

Winry sintió que el suelo se removía bajo sus pies, se estaba mareando.

-Mei... Q-que estas diciendo... !Como bromeas con esas cosas!

-!Nunca jugaría con algo así!- Mei fue hasta Winry y la sujetó por los brazos- Escucha Win... y trata de no hacer ruido- Dijo susurrando- Tu lo sabes: su cuerpo estaba muy débil cuando volvió del otro lado y su salud ha sido frágil desde entonces.

Así, tomada de los brazos, Winry fue ayudada a sentarse en la cama, su mirada ausente paseó por la habitación y luego llegó a Mei.

-No le queda mucho tiempo Win.

-Pero ¿porqué? ¿qué es lo que tiene?

Mei se sentó al lado de Winry, le pasó un brazo por la espalda.

-No lo sabemos con exactitud. Él... se ha estado agotando demasiado: Empezó con hemorragias nasales, mareos, dificultades para moverse. Creímos que era por estarse ajustando de nuevo a su cuerpo.

La voz de Mei se quebró, tuvo que inhalar profundamente antes de continuar.

-De pronto pasaba que estaba escribiendo o lavando platos y no podía mover sus dedos... Al se la pasó restando importancia a todo. Tuve que arrastrarlo con el doctor Marco cuando lo descubrí vomitando con sangre en el baño.

Mei se cubrió el rostro con ambas manos. Winry estaba temblando de nervios.

-¿S-sangre? ¿Porque nunca nos dijeron? ¿Qué te dijo el doctor? ¿Qué es lo que le va a pasar a Al?

-El doctor Marco dice que nunca ha visto nada así, pero que avanza. Después de varios análisis, ensayos y algunas transmutaciones a través del cuerpo de Al... pudo confirmarlo. Lo que él fortalece con alquimia se vuelve a debilitar. No se detiene.

-¿Y Al?

-Siempre sonriendo- A estas alturas la pequeña Mei, de tan solo 15 años, lloraba lo más en silencio que podía, Winry reparó entonces que ella había estado sufriendo sola todo ese tiempo, ella misma no se podría imaginar que haría si su esposo estuviese tan enfermo- Lo único que le importa es que ustedes no sufran... me prohibió terminantemente hablar con ustedes de esto, pero...- Sus pequeños hombros se sacudieron con el llanto contenido.

-Al... !Va a estar bien cariño!- dijo Winry abrazándola fuertemente- !Vas a verlo! !haremos todo posible por ayudarlo! !Hasta lo último!- Unas lágrimas también se deslizaron por las mejillas de Winry mientras pensaba.

"Dios... esto va a destrozar a Ed" Pensó la rubia.

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-Van, trae la sartén

-Si papá.

-Trisha, no te subas al tío Al, está cansado.

-No me importa Ed, de verdad.

-Escucha Al, más vale que te comas todo esto o Winry me matará... ¿De que te sirvió beber tanta leche? Estas desnutrido, recuerda que lo verdaderamente saludable es la proteína- dijo sonriendo.

-Nii san tonto... sabes, ahora que estaremos un tiempo aquí me gustaría que fuéramos de día de campo o algo.

-Si claro, buena idea- Edward de espaldas freía huevos- en cuanto puedas levantarte de esa silla iremos con los niños y las chicas ok?

-Ok.. – la cara de Al se puso melancólica.-Bueno... no me importaría que fuera hoy.

-Como te apetezca, hermanito.

Lo que ha estado tras la puerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora