Lo que ha estado tras la puerta.

Amor de hermanos.

-Tengo planeado seguir trabajando en central, lo siento... no volveré a Resembool

-Pero que... ¿Acaso te has vuelto loca?

-Lo lamento tanto... pero ya me decidí.

-¿Es la cuestión de los hijos? Sabes que aún no es posible... pero más adelante, después de todo son jóvenes y- A todo lo que Ed decía Mei negaba con la cabeza- !Bien!
!Entonces escucha! !No me importa lo que sea! ¡No abandonarás a mi hermano!

-!No soy yo Ed! !Te juro que no soy yo!! ¡Amo a Alphonse como a mi vida!

-¿Pero entonces que carajo estás pensando?

-!No le importo a Al, Edward! !No le intereso en lo más mínimo!... !Alphonse solo piensa en ti!  !siempre lo ha hecho y siempre lo hará!

-Espera.. ¿Qué? ¿¿EN MI??

La pequeña Mei lo miraba con rencor, un poco como con odio. Inhaló aire con fuerza, para hacer acopio de todo su valor.

-!Tengo que hacer esto porque lo amo!- dijo apretando sus pequeños puños-Debo entregártelo, sólo tú puedes...

-!Basta Mei! !!Habla claro porque no entiendo nada!! - Edward se sujetó la frente tratando asimilar la información que la chica le estaba dando.

-Más vale que entiendas esto rápido: !Solamente tú puedes hacerlo feliz durante el tiempo que le queda!

-¿Qué?

-Al está muy enfermo, le queda muy poco tiempo por delante, no lo dije yo, lo ha dicho el doctor Marco... es algo en  su sangre... El doctor no te lo ha dicho porque Al se lo prohibió, igual que a mí !Me amenazo con divorciarnos si te lo decía!... aunque bueno, eso ya no importa.

-E-esque...- Edward estaba al borde del shock.

-!Si! !Ya no importa! vine hoy con el fin de decírtelo... yo... Ed... !H-he venido a suplicarte que respondas a los sentimientos de Al!

-!!No!! No entiendo, primero dicen que es una anemia, luego vienes a decirme que abandonarás a Al y ahora que le queda poco de vida?

-Y que vengo a pedirte que le hagas feliz... sólo por el poco tiempo que le queda- dijo Mei con la voz rota, en su carita había una tenue sonrisa resignada.

-¿Cuanto le queda?- preguntó Ed con expresión sombría.

-Es difícil saberlo... Marcoh dice que tal vez poco más de un año.

-!Eso es nada! !Sabía que me estaban ocultando algo!... !Maldita sea! estaba tan frío... no... ¡Mi hermano no! ¡debe haber una solución!

-Marco... ha estado aplicando alquimia en su cuerpo, dice que estos se están disolviendo poco a poco, con alquimia los reconstruye, pero en poco tiempo vuelven a estar débiles, porque su sangre no tiene fuerza... algo así.

-¿Cómo que algo así? !Tu practicas alcaestria! Se supone que tu sabes sobre medicina ¿Cómo puedes no entender lo que le pasa?

-El doctor Marcoh tampoco lo entiende bien, !Ni él ni yo habíamos visto una enfermedad parecida!

-!Pero habrá algo que se pueda hacer! !Transfusiones de sangre limpia o algo! ¡Le daré la mía!

Mei negó con la cabeza, las lágrimas asomaban a su cara.

-Su sangre se come la sangre nueva que llega a su cuerpo... ¡Pe-pero No es contagioso! ¡No te apures por eso!

-¿Porque habría de importarme si es contagioso? !Maldición!! !No me importa lo que digan! ¡Yo lo curaré!!