Ángeles egoístas.

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Horas más tarde Edward subía por las escaleras rumbo a su habitación, tenía profundas ojeras en el rostro, abrió la puerta y vio la silueta de Winry en la obscuridad, dormía, no tenía ganas de acostarse ¿Con que cara iba a mirarla ahora a ella y a sus hijos? La palabra "infiel" sonaba poca cosa para describir a alguien que estaba involucrado con su propio hermano.

-Ed...- la rubia lo sintió, abrió los ojos y lo miró  confusa.

-Nada, vuelve a dormir... Lo siento.

Sentía que debía disculparse. Disculparse mucho.

-¿Qué haces aquí? -

-Este es nuestro cuarto- Sonrió afable, hablándole como a una niña adormilada.

Ella se sentó en la cama lentamente, abrazando sus rodillas y lo miró en la oscuridad.

-Vuelve con Alphonse - dijo bostezando un poco, luego se frotó los ojos con el puño, estaban hinchados- Debe estar sintiéndose solo.

Los ojos de Edward se agrandaron, empezó a sudar. 

-¿Lo amas?- preguntó ella sonriendo, su mirada era de lo más triste.

-Las cosas no son como tu crees... Win...

Ella negó con la cabeza.

-No importa como yo crea que son.  Alphonse... está sufriendo- se acomodó el cabello por sobre un hombro inconscientemente- No eres el único que lo quiere, Mei también... y yo. Somos una  familia, sé que él nos ahorraría a todos este dolor de poder evitarlo, pero la realidad es que queda poco tiempo.

-¿Qué tratas de decir?- Preguntó Ed un poco asustado.

-¿Te acuerdas cuando éramos niños? Siempre los tres juntos, no había distinciones parecíamos hermanos ¿y si fuera yo su hermana me contarías todo verdad? Él... me dijo algo perturbador ayer, sé que no quería hacerlo pero me destrozó por completo: No te ve como a un hermano, está completamente enfermo y no sé desde cuándo.

Hubo una larga, larga  pausa

"Alphonse se lo dijo" Pensó el rubio sintiendo su cuerpo enfriarse rápidamente. Winry volvió a robar su atención antes que él pudiera incluso pudiera enfadarse con su hermano.

-Sé por lo que estás pasando... quieres hacerlo feliz, y yo no tengo la intención de impedirte nada, solo será un tiempo... ¿no?- mientras decía esto la chica se limpiaba lentamente las lagrimas antes se deslizaran por su rostro.

-¿Qué?

-!Ve con él Edward!

-!Winry! !Pero entonces tu quieres que...

-!No quiero Edward! !Claro que no quiero! !Es más! no me interesa saber exactamente  que es lo que quiere Alphonse de ti, hago esto porque te conozco, porque confió en ti !y sé que lo que estás haciendo no es porque quieres!

El rubio guardo silencio.

-Esto... es parte de tu obsesiva forma de cuidar de tu hermano. No es algo que buscarías por ti mismo ¿o sí? -Los puños de ella aferraban la manta de la cama nerviosamente.

No podía decirle la verdad a Winry, que no, que al principio no quería, que se le revolvían las entrañas ante la pura idea, que estaba horrorizado de sí mismo y de su hermano pequeño. Mucho menos podía decirle que no su culpa, ni la de Al, que era el maldito sello de sangre en su hermano que lo hacía comportarse así, que al besar a su hermano habían hecho una extraña  reacción alquímica y que ahora comprendía que desde que selló a Alphonse iban a ser así, solo los dos, una alma dentro de otra. Que eran un círculo alquímico cerrado.

Que el sello se activó con un beso y que desde el mismo, estaba completamente enamorado de su hermano Alphonse.

Agachó la cara.

-No Winry, claro que no.

Ella volvió a sonreír, aliviada.

-¿Entonces? ¿Por qué no vas y pasas unos días con él? Yo haré como que no sé nada... y cuando- los ojos de Winry se volvieron a llenar de lágrimas- y cuando "eso" pase... te... te dejaré volver y te consolaré, somos una familia, lo seremos siempre.

-No puedo creer lo que estás diciendo Wi...

-¡De verdad que no me importa! !Te dejaré volver! ... sólo no hagas... sólo no hagas algo que ya no te permita regresar, sabes a lo que me refiero...ni yo y mucho menos los niños no debemos vernos envueltos en algo como "eso".

Edward intuía lo que su esposa quería decir, luego de todo aún tenía sus dudas.

-Bien... en ese caso, si tú me lo permites está bien. Lo haré.

Winry sonrió. Él sabía que ella era una buena persona, desinteresada y generosa, pero esto excedía completamente todo lo que él había pensado sobre Winry durante años.

-Lo harías aunque no lo permitiera, es decir, no tengo más remedio supongo. Me pregunto que tan egoísta puedo ser.

-No digas eso, no eres egoísta- Edward se acercó y le puso la mano en un hombro.

-Si lo soy... demasiado- Ella rompió a llorar cubriéndose los ojos.

Él se sentó en la cama y la abrazó.

"El egoísta soy yo" Pensó "Porque si logro curar a Alphonse difícilmente volveré"

Aquella noche se quedó a lado de Winry, ambos abrazados.

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-Buenos días- Dijo Al inseguro al entrar a la casa Rockbell, no sabía con que se iba a encontrar. Llevaba puesta una camisa blanca y pantalones caquí.

Winry bajó las escaleras como una ventolera, traía puesto un delantal y ya llevaba una tostada en la mano.

-Oh! Buenos días Al! Vamos a la cocina ya! El desayuno está listo.

Parecía como si nada hubiera pasado.

-Al- Ed salió de la cocina en sudadera roja y bermudas verde militar, parecía campante como siempre, Alphonse no pudo evitar sonrojarse y ponerse nervioso al verlo.

Había llegado sintiéndose  culpable, pero la sonrisa afable de Winry y los juegos de los niños consiguieron distraerlo un poco.

-Hoy tengo el día ocupado de nuevo, pero Mei llamó ayer y dijo que vendría ¿pueden ustedes pasar por ella a la estación de trenes con los niños?

-Será un buen paseo - dijo Ed.

Al se rascó una mejilla.

-Vaya, me parece una eternidad que no la veo.

-La extrañas?- El tono de irritación de Edward fue bastante manifiesto. Winry se sorprendió de lo buen actor en que parecía estar volviéndose.

-Si, es decirno... bueno, no es que me moleste estar aquí, lo que quiero decir... es... es- Alphonse bajó la mirada- Estoy algo ansioso, últimamente... hemos hablado por teléfono y la percibo algo distante-

-No te preocupes- dijo Winry- Sabes que ella es una buena chica.

-Es la mejor - dijo Al.

-¿Qué? ¿Y eso dónde me deja a mí?- Dijo Winry riéndose- !Yo lo he cuidado por años!

-Es verdad, tu eres la mejor- Sonrió Edward poniendo una mano en su cabeza.

-Claro- Sonrió Al.

Vaya que era la mejor, estaba resguardando su penoso secreto.

Lo que ha estado tras la puerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora