El chico de mis dibujos© [COMPLETA libro I y II]

Capítulo 20 "Mi ángel guardián"

*Narra Emma*

No sé cuántas veces tragué saliva y cuantas otras deseé desaparecer. Tenía el corazón en la boca y a buen seguro por primera vez en mi vida no estaba sonrojada, sino blanca como un papel.

Quería ser secuestrada como mínimo por un ovni que me llevara a otra galaxia, lo más lejos posible de esta situación.

Me incorporé como si mis pies de unos resortes se trataran. No sabía dónde esconder la cara de vergüenza ni tampoco a dónde mirar.

Uno sonrisa nerviosa se apareció por mi cara justo en el momento en que Adam se puso de pie y pasó su brazo por mis hombros.

Mi cabeza gritaba a todo pulmón: S.O.S. ¡Alerta de momento incomodo! ¡Despejen el área! Repito, despejen el área o esto se pondrá feo.

Me aclaré la garganta. —H-hola Aztridh— le dediqué una sonrisa de boca cerrada evitando de un todo mirar a Evans.

¡Demonios! ¿Por qué tenía que encontrármelo justo ahora? ¡¿Por qué?!

Esto era cruel, justo cuando había decidido darme la oportunidad con otro chico, resulta que aparecía él en el momento más oportuno posible. ¿Acaso esto tiene sentido? ¿Acaso quizás signifique que deba seguir esperándolo? ¡No! No debía significar eso porque yo tenía que olvidarme de él, tenía que dejar de sentir este arrebatador cosquilleo en mi estómago, tenía que intentar detener a mi indomable corazón y calar todas esas sensaciones en alguien que sí estaba dispuesto a darme lo que yo necesitaba, a darme amor, y el indicado para eso no era nadie más que Adam.

Era injusto tener que encontrármelo justo ahora, después de tanto tiempo, y aun así volver a sentir todo por él como si no hubiese pasado ni un solo día. ¡Era jodidamente injusto! Yo quería empezar de cero, pero su regreso solo me hacía darme cuenta de lo difícil que sería olvidarme de él.

Aztridh sonrió y me abrazó pues realmente también había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos habíamos visto y es que desde lo que pasó con Evans, me alejé de todos los Townsend simplemente porque todos ellos me recordaban a Evans y era muy duro pensar en él.